Este mes es una oportunidad para poner a las niñas y mujeres de México en el centro de la conversación. Tres fechas clave nos hacen reflexionar y seguir adelante: el Día Internacional de la Niña, el aniversario del voto femenino en México, y la histórica llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta del país. Es tiempo de celebrar lo que hemos logrado y, más importante aún, imaginar el futuro que queremos construir.
El Día Internacional de la niña
Cada 11 de octubre, Día Internacional de la Niña, nos invita a reflexionar sobre lo esencial: las niñas merecen ser libres, vivir su infancia plenamente, estudiar, jugar y crecer sin miedo. México es un país violento para miles de niñas quienes enfrentan una realidad brutal: matrimonios forzados, abusos, embarazos infantiles, trabajo forzado, así como la falta de acceso a la educación y a servicios de salud, condiciones — entre otras— que les arrebatan su niñez y su futuro.
Imagina no poder ir a la escuela porque tienes que realizar trabajos domésticos o porque te han obligado a casarte siendo apenas una niña. Esta es la prisión en la que viven miles de niñas en nuestro país, un ciclo de pobreza e injusticia que debemos romper. No podemos permitir que vivan un destino que no eligieron.
En 2022 el 45.9% de las mujeres menores de 18 años vivía en situación de pobreza, mientras que el 92.9% de las víctimas de violencia sexual atendidas en hospitales eran niñas y adolescentes, al igual que el 88.6% de las víctimas de violencia familiar. Estos datos reflejan una falla sistemática en la protección de los derechos fundamentales de las niñas que nos debe preocupar a todas y todos.
La representación
El 17 de octubre se cumplen 71 años desde que las mujeres mexicanas lograron el reconocimiento al derecho a votar y ser votadas, una conquista que no fue fácil y que enfrentó la resistencia de una cultura patriarcal que sigue viva hoy. “Aunque el voto fue un triunfo, aún enfrentamos barreras: las mujeres en política son cuestionadas por los estereotipos de género que buscan perpetuar su participación en espacios públicos, sometidas a críticas por su apariencia y a violencia,” comenta Angélica Contreras, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
Así como el reconocimiento al derecho al voto de las mujeres fue un hecho histórico, la reciente toma de posesión de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México también lo es. En particular, para las niñas que crecerán viendo a una mujer gobernar. La representación importa porque transforma sus posibilidades demostrando que no hay límites a lo que pueden aspirar. Ver a una mujer al frente del país es un mensaje poderoso para las niñas: ellas también pueden liderar, tomar decisiones y cambiar el rumbo de su vida, de su comunidad.
El futuro de las niñas en México
Si bien la representación importa mucho, no asegura un cambio real en la vida de las niñas y mujeres, especialmente en un país donde 21.2% de las niñas no tiene acceso a una alimentación adecuada y 42% carece de acceso a los servicios de salud. Estos datos nos recuerdan que es necesario que se garanticen nuestros derechos y se materialicen en mejores condiciones de vida. Hoy más que nunca, necesitamos alzar la voz por las niñas de México, por su bienestar, seguridad y acceso a una vida digna.
“Este mes recordemos que las niñas son el presente y el futuro. Ellas se merecen soñar en grande, deben saber que no están solas, que sus derechos importan y que su futuro les pertenece. No tenemos tiempo que perder, sigamos luchando por un entorno que respete los derechos de las niñas, les permita tomar decisiones y las inspire a crear su propio destino, sólo así podremos continuar avanzando hacia la igualdad y la equidad para todas.” concluyó Lizeth Mejorada Barrios, portavoz de Vivas y Libres.