México preside Reunión de Estados sobre Municiones en Racimo

Tiene como objetivo analizar la aplicación de la “convención” para prevenir las consecuencias humanitarias de estas armas.

Norberto Vázquez
Nacional
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Foto: Morrbyte.

Ciudad de México, a 11 de septiembre. La XII Reunión de Estados parte de la Convención sobre Municiones en Racimo (CMR), será llevada acabo bajo la presidencia de México, encabezada por la representante ante la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Francisca Méndez Escobar.

La reunión tiene como objetivo analizar el estado de aplicación de la CMR, prevenir las graves consecuencias humanitarias de estas armas y continuar erradicándolas. En la sesión participan alrededor de 112 Estados parte, Estados observadores, organizaciones regionales y sociedad civil organizada.

México planteó directrices prioritarias para la reunión: seguir impulsando la universalización de la convención; educación para prevenir el riesgo; identificar mejores prácticas para asegurar la debida atención y rehabilitación de las víctimas; y difundir los logros alcanzados.

Al asumir la presidencia, México reafirma su compromiso con el desarme humanitario y con la paz.

El Gobierno de México fue uno de los principales promotores de la CMR y aboga por la total eliminación de estas armas, rechaza el incremento de producción y de transferencias, y pugna por la asistencia a las víctimas de este armamento.

La CMR es un tratado internacional que prohíbe todo uso, producción, almacenamiento y transferencia de municiones en racimo. La Convención establece la obligación de destruir las reservas de municiones en un plazo de ocho años y limpiar las áreas contaminadas en un periodo de diez años. Asimismo, reconoce los derechos de las personas y las comunidades afectadas por este tipo de armas y exige a los Estados proporcionar asistencia.

La Convención se abrió a firma en Oslo, Noruega, el 3 de diciembre de 2008 y entró en vigor el 1 de agosto de 2010.

Desde la entrada en vigor, se ha destruido el 100% de las municiones declaradas, se han limpiado más de 700 km² de áreas contaminadas, se han desarrollado estándares de asistencia a víctimas, y se han promovido formas innovadoras de cooperación y asistencia a las comunidades afectadas.

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, reiteró su compromiso con la prohibición y eliminación de todas las armas de efecto indiscriminado, y condena su empleo por cualquier actor y bajo cualquier circunstancia.