Ante los impactos del cambio climático que ya afectan gravemente a millones de personas en nuestro país, México debe actuar urgentemente para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), cumplir con la NDC comprometida y con ello sentar las bases para alcanzar emisiones netas cero a mediados de siglo. Así coincidieron diversos especialistas durante el taller “Visualizando el camino hacia Emisiones Netas Cero 2050”, organizado por la Iniciativa Climática de México, y que se llevó a cabo el 11 de mayo de 2023.
Este encuentro forma parte de los esfuerzos de la sociedad civil para elaborar y proponer Rutas para Alcanzar Emisiones Netas Cero 2050 en México, para los distintos sectores emisores de GEI, con el fin de identificar el camino para la implementación de las principales medidas de mitigación para lograr este objetivo, una vez cumplidas las metas de la NDC. La versión final de este escenario de referencia se dará a conocer públicamente antes de la COP28.
Durante el evento, al que asistieron representantes de organizaciones de la sociedad civil, juventudes, academia, así como de los sectores privado y gubernamental, las y los especialistas destacaron que uno de los mayores y más urgentes retos a los que se enfrenta la humanidad es acelerar, de manera justa, transparente incluyente, la reducción de emisiones de los gases causantes del calentamiento global. De acuerdo con el más reciente reporte del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), las emisiones de GEI deben alcanzar su nivel máximo en 2025, reducirse por lo menos 43% para 2030 y continuar decreciendo rápidamente hasta alcanzar el cero neto hacia mediados de este siglo.
Se prevé que la temperatura global aumentará más de 1.5°C y los impactos del cambio climático, con severos impactos en las poblaciones y ecosistemas, continuarán exacerbándose. En México, 68% de la población se encuentran en condiciones de alta y muy alta vulnerabilidad al cambio climático. El informe del IPCC advierte que, de no tomar acciones inmediatas, el mundo se encamina a un aumento de la temperatura global de 2.8°C, un escenario con graves consecuencias a nivel global y para México.
En su participación, Pablo Montaño, coordinador general de Conexiones Climáticas, subrayó los impactos del cambio climático que ya se viven hoy. En este sentido, presentó el caso de la comunidad de Río Playa y la salinización de las tierras provocada por el cambio climático. También mencionó que la calidad del aire en Monterrey no cumple con los estándares adecuados para la salud de la población durante 300 días del año. Finalmente destacó las serias implicaciones sociales de la erosión costera en la comunidad de El Bosque, Tabasco.
Reducir las emisiones GEI para estar en línea con la trayectoria de 1.5°C requerirá transformaciones sociales profundas y la puesta en marcha, urgente, de una combinación eficiente de cambios de comportamiento y medidas de política pública en diferentes sectores para reducir rápidamente las emisiones, hasta lograr un mínimo hacia 2050. Las emisiones restantes deberán ser absorbidas por bosques y otros ecosistemas naturales, es decir “cero neto”.
Jorge Villarreal, director de política climática de ICM, hizo una presentación en la que invitó a los participantes a hacer de Emisiones Netas Cero un tema trascendente que debemos empezar a posicionar en nuestras conversaciones. “Es prioritario avanzar y cumplir con la contribución determinada nacionalmente, acelerar los cambios urgentes en la política pública que se necesitan, y problematizar y comunicar el concepto de emisiones netas cero en todas nuestras conversaciones sociales, económicas, culturales, etc”, señaló.
Durante la pasada COP 27 el gobierno mexicano incrementó la ambición de la meta de mitigación de GEI para 2030, a 35% para finales de esta década. Asimismo, anunció su compromiso de tomar medidas ambiciosas para alcanzar emisiones netas cero de GEI para 2050. Alcanzar ambos objetivos requiere dar paso a la implementación inmediata de la Contribución Nacionalmente Determinada que se anunció a finales del año pasado.
Cumplir con la NDC es el primer paso para sentar las bases de la transformación que permita alcanzar emisiones netas cero. Al mismo tiempo, se requiere elaborar rutas de acción de largo plazo que indiquen la dirección correcta, manera eficaz y sin demora, para alcanzar los objetivos de mitigación establecidos por el Acuerdo de París y el IPCC, atendiendo las incertidumbres y restricciones tecnológicas, legales, financieras y sociales para la transformación.
Marcela Jaramillo de 2050 PATHWAYS, hizo un recuento de las mejores prácticas internacionales para la elaboración e implementación de rutas de emisiones netas cero. Comenzó señalando que una estrategia de largo plazo consiste en una conversación nacional, participativa y transparente, que permita entender cuáles son las aspiraciones que se tienen como país y cómo eso se vincula con la mitigación de las emisiones de GEI . Por ejemplo, en Sudáfrica el tema central ha sido la creación de empleos. En India, por su parte, el foco está en la erradicación de la pobreza.
Con el objetivo de continuar avanzando en el diseño de un escenario de referencia que permitirá poner en marcha medidas urgentes, de mediano y largo plazo, se realizó también una mesa redonda en la que estuvieron presentes Gustavo Sánchez, presidente de Red Mocaf, y Ramiro García, coordinador y gerente de REACCIONA, como representantes de activistas forestales y activistas juveniles.
Gustavo Sánchez destacó que los servicios ambientales que proveen los bosques son esenciales para alcanzar emisiones netas cero. Añadió que se requiere balancear los recursos financieros que se otorgan a cadenas de valor como el aguacate y el agave, y los recursos que se dedican a la protección del sector forestal. Finalmente comentó que el reconocimiento de derechos sobre la tierra y sobre el territorio, es uno de los factores que han permitido el desarrollo del modelo de Manejo Forestal Comunitario en México. “Se debe estar consciente que el remanente de emisiones tendrá que ser compensado o capturado por los bosques que absorben el CO2”. Por su parte, Ramiro García dijo que las juventudes han heredado las consecuencias de la inacción de generaciones anteriores. Por tanto, las soluciones que se pongan en marcha deben ser coherentes e intergeneracionales.