Logra récord IX Fiesta de las Culturas Indígenas en CDMX

En el evento visitantes nacionales y extranjeros disfrutaron de los sabores de la comida tradicional mexicana.

Norberto Vázquez
Nacional
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Foto: GCDMX.

Ciudad de México, 21 de agosto. La IX Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, reunió en el Zócalo capitalino a un millón 400 mil visitantes, desde su inicio el 4 de agosto hasta este domingo 20, un récord que supera el número de asistentes de las ediciones anteriores.

“Logramos un nuevo récord durante la IX Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, con la asistencia de un millón 400 mil personas al Zócalo capitalino, del 4 de agosto hasta el día de hoy. Somos una Ciudad que rinde homenaje a nuestras raíces y abre espacios para que la riqueza cultural se exprese. Así reafirmamos nuestra visión anticolonialista, antirracista y reivindicamos nuestro pasado glorioso que también es presente. ¡Vivan los pueblos indígenas!”, expresó el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, en sus redes sociales.

La última jornada de la Fiesta inició a las 12:00 horas de este domingo, en el escenario principal con la Banda Monumental Oaxaqueña, compuesta por alrededor de 300 integrantes que pertenecen a 11 orquestas de diversas regiones de Oaxaca, la cual hizo bailar a público nacional y extranjero de todas las edades con ritmos de sones y jarabes de aquella entidad del sur de México.

A las 17:00 horas, las y los asistentes se congregaron en el mismo escenario para disfrutar danzas tradicionales del grupo Citlacalli; una hora más tarde, la agrupación Carnaval triqui Candelaria despidió la celebración con los colores y alegría de sus trajes típicos y música tradicional.

A lo largo del día, en el Círculo de Saberes se enseñó a las personas interesadas a elaborar artesanías con el taller “Collares del pueblo Mexcatl (Nahua)”; se leyeron poemas en la presentación literaria “Oralibrura. Cooperación editorial: Voy a crecer más que el dolor”, de Héctor Martínez Rojas; y se compartieron reflexiones en el conversatorio “Derecho de los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México”.

La artesana tallerista Noemí Valencia Flores, originaria de la comunidad nahua, expresó su entusiasmo ante el buen recibimiento de las personas para aprender cómo se realizan collares tradicionales de los pueblos originarios. “Es mi primera experiencia y me gusta la participación de las personas. Fue muy buena. Estoy muy contenta de poder enseñarles lo que sé”, dijo.

Valencia Flores compartió que desde pequeña aprendió de sus padres y sus abuelos a realizar esta artesanía, principalmente para las fiestas populares de su comunidad; por lo anterior, señaló, es importante transmitir el conocimiento a las siguientes generaciones.

“Me gusta que nos involucren en este tipo de actividades para que no se pierda el conocimiento. Hay muchas cosas que nuestros abuelos nos han enseñado y se van perdiendo, entonces me da gusto que nos empiecen abrir las puertas para dar todo el conocimiento que tenemos”, declaró.

Entre los asistentes, Manuel Casa Urbano llegó junto con su esposa desde Tultitlán, Estado de México, para escuchar la Banda Monumental Oaxaqueña, comer tlayudas y tomar agua de pinole.

“Para mí esta fiesta es algo extraordinario, es algo hermoso. Nos gusta que se promuevan todas las culturas que tenemos en la Ciudad de México, porque somos una cultura vasta en todo sentido: en arte, en gastronomía, en artesanía, en música y desde nuestros ancestros la cultura ha sido muy rica. Estamos orgullosos de nuestra cultura”, dijo.

El médico tradicional Nahui Ocelotl, quien tuvo un espacio en la Fiesta, consideró que en los últimos años las personas han tenido más apertura para buscar la sanación mediante curaciones y remedios ancestrales, por lo cual es fundamental seguir promoviendo este tipo de conocimiento.

“Yo creo que esta medicina es muy importante porque cura el alma y el espíritu, para nosotros este tipo de sabiduría medicinal tiene un peso muy importante porque es la raíz de nuestro pueblo y de nuestra cultura. Esto hay que tomarlo con conciencia y con mucha seriedad”, consideró.

Este fin de semana también se pudo disfrutar de conciertos de música con Osoxe Muluk y Zuvuya, DJ que experimenta con sonidos tradicionales, etno-electrónica, world music y sesiones de improvisación; la banda de rock del pueblo comca´ac Hamac Caziim, además del espectáculo multidisciplinario “México, el ombligo de la luna” y de danza tradicional con Benhe Sshinh.

En el Círculo de Saberes se analizaron tema de interés para las poblaciones originarias mediante los conversatorios “Litigios estratégicos y derechos lingüísticos de las comunidades indígenas residentes”, “Redes sociales para tejer comunidad y patrimonio cultural inmaterial” y “La discriminación y los indígenas en la ciudad de México”.

También se leyeron cuentos y poemas bilingües y se llevó a cabo el taller “Un derecho de pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México, herbolaria para niños”.

Durante más de dos semanas, el Zócalo capitalino se llenó de aromas y sabores tradicionales mexicanos con platillos como mole, cemitas, tlayudas, cecina o tamales. Los colores, materiales y formas también adornaron el Centro Histórico con artesanías desde textiles, utensilios de cocina, joyería y esculturas.

Este año, los invitados de honor a la fiesta fueron Colombia; el municipio de Tingambato, Michoacán; y ocho barrios de Iztapalapa (San Lucas, San Pablo, San Pedro, San José, Asunción, Santa Bárbara, San Ignacio y San Miguel), que ofrecieron al público muestras de su sabiduría, arte, gastronomía y cultura.

Los visitantes también pudieron conocer más de la medicina tradicional indígena a través de los quiroprácticos, curanderos, masajistas y yerberos que fueron parte de la amplia variedad de la oferta cultural.

La Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México es un evento cultural que busca visibilizar, valorar, concientizar y dar a conocer la riqueza cultural indígena de nuestro país, además de fomentar los derechos de los pueblos originarios.