Los diputados federales Fuensanta Guerrero Esquivel y Miguel Alonso Reyes presentaron un exhorto para que las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, junto con la coordinación de diversas instituciones y dependencias, diseñen programas enfocados en la prevención de la cooptación de niñas, niños y adolescentes por parte del crimen organizado.
Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI aseguraron que México cuenta con una riqueza cultura basta y diversa, pero con una realidad cruel y distante a eso, con desigualdad y pobreza presente en el día a día de millones de personas, donde los jóvenes son los más afectados ante este contexto socioeconómico.
A través de un Punto de Acuerdo, puntualizaron que para este sector juvenil el poder estudiar con la finalidad de tener un mejor futuro es considerado un lujo. Por ello, subrayaron que existen 27 millones 158 mil personas que sufren de rezago educativo, mientras en el tema de salud 30.4 millones carecen de esta prestación y 64.7 millones no tienen acceso a la seguridad social.
Explicaron que actualmente, en México las opciones para salir de la pobreza son casi nulas y para cubrir esas necesidades, los menores están orillados a buscar otras formas de llevar comida a casa, ya que aproximadamente 15.5 millones de personas perciben un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema y 56 millones a la línea de pobreza. Indicaron que de este problema en el país poco o nada se habla y que el actual gobierno solo lucra de manera proselitista.
Argumentaron con datos del 2023 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que alrededor del 35.8 por ciento de la población en México vive en condición de pobreza extrema, resaltando que este esquema fue alimentado por un gobierno populista, enfocado en las dádivas y no en dar soluciones, donde tan solo 11.7 millones de personas carecen de espacios de vivienda y 23 millones sufren por el acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
En ese sentido, los congresistas argumentaron que todo lo que se vive en el país es causa para que los jóvenes sean los más afectados, desconociendo cifras exactas de cuántos de ellos militan en las filas del crimen organizado, porque evidenciaron que su reclutamiento es bajo la promesa de que ganaran mucho dinero, mejorando su calidad de vida y ejerciendo mayor poder, empezando como “halcones”, ascendiendo a labores de tráfico e incluso sicarios.
Por estas razones, Fuensanta Guerrero y Miguel Alonso insistieron en que las dependencias de la Defensa Nacional y de Marina, trabajen en conjunto con las instituciones involucradas en el gobierno, a fin de generar un marco normativo fuerte y programas que permitan evitar y prevenir que las acciones del crimen organizado sigan cooptando a más menores.