En un contexto donde el cambio climático ha acentuado la intensidad de los fenómenos hidrometeorológicos, y el ciclo de las temporadas ha sufrido algunas variaciones, la infraestructura hidráulica sigue siendo una herramienta fundamental para proteger a la población y prevenir desastres, así lo explicó el subdirector general Técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Humberto Juan Francisco Marengo Mogollón, durante una ponencia en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
En el encuentro “Diálogo con ingenieros”, que estuvo encabezado por el presidente del CICM, Mauricio Jessurun Solomou, Marengo Mogollón enfatizó en que los eventos históricos sirven como lecciones para el desarrollo de nuevas estrategias de prevención, siendo la operación de infraestructura, como presas, una de las medidas más eficientes y necesarias tanto en el control de avenidas importantes como en la mitigación de los efectos de la sequía extrema.
Recordó algunos fenómenos hidrometeorológicos extremos que han tocado México, por ejemplo, los ciclones Ingrid y Manuel durante 2013, con lluvias máximas de 350 milímetros (mm) que dieron como resultado una aportación de 16 mil metros cúbicos por segundo (m3/s) en el río Papagayo, lo que colapsó el sistema de agua potable de Guerrero y afectó al 60 % del país.
Más recientemente, destacó, tuvimos el impacto del ciclón Alberto, que dejó lluvias torrenciales en el noroeste de México. Del 16 al 23 de julio se presentaron lluvias acumuladas de 664 mm, y en siete días, se registraron 2 mil millones de metros cúbicos (Mm3) de escurrimientos en las cuencas de los embalses de esa región. Las presas de Nuevo León pasaron de estar en niveles críticos a almacenar en conjunto mil 167 Mm3, equivalente a 79 % del llenado. Mientras que los embalses en Tamaulipas alcanzaron los mil 372 Mm3, es decir, 27 % de llenado.
Por ello, se ha fortalecido el protocolo de atención ante estos fenómenos. Se inicia con el monitoreo de presas y ríos, así como el seguimiento puntual a los pronósticos meteorológicos y la comunicación con las autoridades de los tres órdenes de gobierno, principalmente con Protección Civil.
Durante los fenómenos, se mantienen los avisos a la población y a Protección Civil, se coordinan los grupos de vigilancia y se aplican las políticas de operación de presas, así como los operativos de atención de emergencias.
Una vez que la eventualidad pasa, se confirma la disipación y se hace un recuento de afectaciones, además de los dictámenes técnicos y el apoyo a las obras de reconstrucción, o reforzamiento, en caso de detectar fallas o daños a la infraestructura hidráulica.
Marengo Mogollón aseguró que, más allá de creer obsoletas las grandes obras, es fundamental aprovechar esa infraestructura, rehabilitarlas, modernizarlas y complementarlas con nuevas tecnologías que estén enfocadas a los aprovechamientos más sustentables. “Como sociedad, no podemos tener un impacto cero en la naturaleza, pero sí podemos tener un cambio gradual y consciente hacia las infraestructuras sustentables”, destacó.