MANGLARIA: LA IA AL SERVICIO DE LOS ECOSISTEMAS MEXICANOS

“Los manglares pueden compararse con los bosques por su capacidad de almacenar carbono”.

Martha Mejía
Nacional
IA MANGLARES

El proyecto busca implementar acciones con universidades, comunidades, socios y gobierno.

Desde que el ChatGPT y la Inteligencia Artificial (IA) son tendencia no hemos dejado de recibir información acerca del uso y el futuro de esta tecnología: datos de AXA Future Risks Report 2023 destacan que 47% de los mexicanos piensa que las nuevas tecnologías crean más amenazas que las que resuelven, pero poca información ha surgido acerca de proyectos donde esta herramienta se aplica en beneficio de la humanidad.

Uno de estos proyectos es ManglarIA, una iniciativa que busca recolectar, analizar y sistematizar datos a gran escala que permitirán entender de mejor manera cómo se pueden conservar, manejar y restaurar los manglares mexicanos en un contexto donde el cambio climático amenaza su supervivencia.

“Es un proyecto del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) que fue seleccionado entre cientos de propuestas para recibir una donación de cinco millones de dólares de la iniciativa Impact Challenge on Climate Innovation de Google.org”, señala Alejandra Calzada Vázquez Vela, coordinadora de adaptación al cambio climático en WWF México.

Increíbles, pero vulnerables

En los cinco continentes los manglares constituyen una dinámica que forma parte de los humedales costeros. En total el planeta contiene 16 millones de hectáreas de mangle, de las cuales la tercera parte se encuentran en la región de Latinoamérica y el Caribe.

México es el cuarto país del mundo con mayor cobertura de manglar con más de 900 mil hectáreas; en los 17 estados costeros del país hay presencia de este tipo de vegetación.

Pero a todo esto, ¿qué es un manglar? Se trata de un ecosistema constituido por árboles que crecen en agua salada y cuentan con raíces características que se extienden por encima y por debajo del agua en suelos espesos y fangosos. Pueden compararse con los bosques por su capacidad de almacenar carbono, lo que ayuda a combatir la crisis climática.

Estos ecosistemas también ofrecen enormes beneficios a las personas. Por ejemplo, los protegen de la fuerza del viento y las olas cuando las tormentas tropicales y huracanes se acercan a las costas. Son también el sustento de actividades económicas importantes como la pesca y el turismo. En este sentido, los manglares son “soluciones basadas en la naturaleza”.

No obstante, los manglares enfrentan varias amenazas. “La primera tiene que ver con la actividad humana, que va desde la construcción de carreteras e infraestructura, pasando por la extracción de agua y la contaminación del vital líquido por agricultura, hasta la transformación del hábitat para fines de acuacultura; es decir, todo lo que tenga que ver con actividades antropogénicas”, indica Calzada.

Agrega que si bien estos ecosistemas tienen cierto nivel de resiliencia, el cambio climático también los afecta. “Por ejemplo, los manglares cuando son azotados por vientos muy fuertes pueden llegar a perder mucha cobertura; por el contrario, si hay sequía pueden estar en condiciones fuertes de estrés y eso puede aumentar la salinidad; el aumento del mar también les afecta”.

De ahí la importancia, señala, de contar con más información para poder tener mayor posibilidad de mejorarlos, conservarlos y restaurarlos.

Acciones

ManglarIA, que fue presentado recientemente en el evento Google for Mexico, se implementará durante los próximos tres años en la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales (Nayarit), en aproximadamente 70 mil hectáreas, y la Reserva de la Biósfera de Ría Lagartos (Yucatán), con alrededor de nueve mil hectáreas de manglar.

En ambos sitios el proyecto busca implementar acciones con universidades, comunidades, socios y gobierno.

“Se eligieron estas dos reservas porque en ambas WWF, junto con diversos socios, hemos venido trabajando desde hace varios años; trabajamos con el gobierno federal, pero también con las comunidades locales, con los ayuntamientos; entonces, el hecho de que ya tengamos trabajo e información además de una relación con socios es relevante. La segunda razón va en el sentido de que ambos sitios son muy diferentes entre sí. Por ejemplo, en la Península de Yucatán la fuente de agua dulce, que es muy importante para los manglares, es subterránea, mientras que para Marismas Nacionales las fuentes de agua dulce llegan de ríos que provienen de las partes bajas de las cuencas. Por ello se cree que este proyecto contribuirá para comprender ambos sitios, y por consiguiente poder dar mejores y más recomendaciones”, indica Calzada.

De acuerdo con la especialista se tiene previsto que la información en ambas reservas se recabe a partir de herramientas como imágenes satelitales de alta resolución, vuelos de drones, estaciones meteorológicas y con el poder de las tecnologías de la información y la IA.

En el mediano y largo plazo, agrega, esta información aportará beneficios a los medios de vida y la economía de comunidades locales. “El proyecto ya inició; por ahora desarrollamos un marco conceptual y un marco de monitoreo; es decir, se identifican las preguntas de investigación que queremos responder, que a grandes rasgos son: cómo los manglares están siendo afectados por cambio climático y cómo esto afecta su capacidad para ofrecer beneficios a las personas. Pero a nivel técnico estamos definiendo preguntas más finas para cada uno de estos tópicos; tenemos una metodología y una herramienta que nos ayuda a contestarlas, aunque todavía estamos definiendo detalles”, explica.

La idea y el objetivo, agrega Calzada, es poder desde diferentes escalas y con diferentes herramientas levantar esos datos para después, con herramientas de IA, poder analizarlas de forma masiva.

“Este proyecto es un ejemplo muy claro de cómo la tecnología de IA puede trabajar junto con soluciones con base en la naturaleza para combatir el cambio climático. Estamos orgullosos de apoyar la investigación de WWF y esperamos aprender cómo podemos mejorar la conservación y restauración crítica de los ecosistemas de manglares”, señaló Hugo Martínez McNaught, gerente de Políticas Públicas de Google México, durante la presentación del proyecto.

WWF y Google.org dieron a conocer que buscarán compartir el modelo de ManglarIA en Latinoamérica, el Caribe y a nivel global, contribuyendo al desarrollo de medidas de restauración y manejo de manglares en otros sitios e incluso de otros ecosistemas.

“Lo que se aprenda de esta iniciativa será compartido ampliamente con las comunidades académicas y de conservación”, señalaron.