Hidalgo es un lugar con tesoros históricos y naturales. El estado fue nombrado así por el padre de la patria, don Miguel Hidalgo y Costilla. Gracias a su herencia minera cuenta con coloridos pueblos rodeados de áreas naturales entre sierras y montañas.
El estado registra además una variedad de climas ideales para el gusto de cada persona por lo que ofrece diferentes ofertas de diversión para el turista.
Arqueología
Hidalgo es hogar de los Atlantes, esculturas de guerreros que habitaron en Tula, la fascinante zona arqueológica construida por los toltecas.
En esta increíble zona prehispánica el turista puede visitar la Pirámide del Sol, el Palacio Quemado, el Chac Mool, el Zompantli, el Coatepantli, el Juego de Pelota, el Altar Central y el Tlahuizcalpantecuhtli.
Además de Tula, Hidalgo posee otras tres zonas arqueológicas en Tecozautla, Huapalcalco y Tepeapulco. En esta última se pueden observar numerosos petrograbados de diferentes épocas y dos peñas decoradas con pinturas rupestres en color rojo.
Según expertos, Tepeapulco habría sido un centro comercial para distribuir productos del Altiplano Central de México, como la obsidiana de Epazoyucan.
Pueblos Mágicos
Gracias a su diversidad natural, que incluye aguas termales, paisajes montañosos y bosques de coníferas, Hidalgo cuenta con nueve Pueblos Mágicos designados por la Secretaría de Turismo debido a su aporte cultural: Zempoala, Tecozautla, Huichapan, Real del Monte, Acaxochitlán, Huasca de Ocampo, Metztitlán, Mineral del Chico y Zimapán.
En ellos el visitante puede encontrar zonas arqueológicas, turismo de aventura, balnearios y parques acuáticos con aguas termales, hermosa arquitectura colonial y magníficos paisajes naturales.
Otros atractivos del estado se encuentran en Pachuca, la capital del estado. Conocida también como La Bella Airosa, la ciudad es famosa por su reloj monumental, exquisitos pastes y hermosos paisajes boscosos.
En Pachuca se encuentra además el Dinoparque, en el Museo del Rehilete, un centro de atracciones que cuenta con más de 40 figuras de dinosaurios en tamaño real.
Y si bien México es famoso por sus maravillas naturales, es en Hidalgo donde se ubican muchas de ellas, como los prismas basálticos en Huasca de Ocampo y las Grutas de Tolantongo, lugares turísticos que no se debe dejar de visitar.
El primero de ellos es un escenario de impresionantes formaciones que se constituyeron hace millones de años en la barranca de Santa María Regla, donde se puede admirar la caída de agua sobre los prismas y atravesar un puente colgante.
Respecto de las Grutas de Tolantongo, son consideradas como uno de los espacios más impresionantes del estado. Ahí se pueden admirar una espectacular cascada, un bello río color turquesa y una enigmática gruta. Cuenta además con pozas termales que permanecen elevadas sobre un barranco.
Hidalgo es con certeza un lugar lleno de maravillas por descubrir.