La clave para enfrentar los brotes de la influenza en aves, sobre todo en esta temporada de migración e invierno, es vigilancia, prevención y atención de los casos.
México se encuentra en alerta ante el primer brote de gripe aviar altamente patógeno H5N1 detectado en esta temporada en Cajeme, Sonora, que causó ya la muerte de 15 mil de las 90 mil gallinas ponedoras en un corral. Mientras que el resto de las aves tuvo que ser sacrificado, según informó la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), con sede en París.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) señaló a su vez que además se detectó una segunda granja comercial en la misma zona de Cajeme, ubicada a tan solo tres kilómetros de la primera, en la que se confirmó la presencia del virus y donde alrededor de 90 mil aves fueron sacrificadas.
Influenza aviar
La influenza aviar o gripe aviar, como comúnmente se le conoce, es una enfermedad que afecta primordialmente a las aves, aunque en casos aislados algunas cepas pueden infectar a mamíferos e incluso a seres humanos, señala Gary García Espinosa, investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este virus ingresó a México a finales de 1993, probablemente por aves migratorias acuáticas infectadas. “Hay varias especies de patos que son resistentes a la enfermedad por el virus, por eso no lo podemos erradicar —el virus es parte del pato, y el pato y el virus son parte del ecosistema de los humedales del mundo—; lo único que podemos hacer es no meternos, no invadir más los ecosistemas acuáticos, protegerlos y mantener las medidas de bioseguridad para evitar futuros brotes”, explica el especialista en enfermedades infecciosas de aves domésticas y silvestres.
En el país el virus H5N2 mutó a alta patogenicidad en 1994, causando pérdidas por 49 millones de dólares. Se erradicó en junio de 1995, pero en 2006 se aisló un virus H7N3 de influenza aviar de baja patogenicidad en patos migratorios en una ciénaga del centro del país. Para 2012 se identificó un virus subtipo AH7N3 de alta patogenicidad en aves de postura comercial en la zona avícola ubicada en Los Altos de Jalisco.
“Actualmente la enfermedad tiene dos presentaciones. La primera es de baja virulencia. El cuadro respiratorio incluye plumaje erizado, reducción de la producción de huevos y efectos leves en el sistema respiratorio, pero a los pocos días las aves pueden recuperarse de la enfermedad”, explica García Espinosa.
En cambio, en su forma grave las aves infectadas pueden presentar postración y depresión extrema; baja producción de huevos, blanquillos con cáscara blanda o sin cáscara; hinchazón y congestión de crestas y de la piel debajo de los ojos; tos, estornudos y diarrea.
“Nos sale más barato la prevención que tratar de parar un brote; es bastante costoso debido a la cantidad de aves que se tienen que sacrificar para que no avance la enfermedad, además de que se trata de un alimento que en su momento pudo haber llegado a la mesa de un comensal. A eso sumémosle la contaminación que genera la eliminación de estos cadáveres, ya sea que se entierren o se traten por otros medios”, indica.
Transmisión
Los virus que causan influenza aviar se concentran en la saliva, mucosa y restos fecales de aves infectadas. Cuando un ejemplar sano entra en contacto con las gotículas respiratorias, el contagio es más que probable. En las granjas avícolas, que concentran a cientos de aves en hacinamiento, la letalidad del H5N1 puede alcanzar hasta 100 por ciento.
El aumento en la detección de la influenza aviar entre mamíferos, que están biológicamente más cercanos a los humanos que las aves, genera preocupación de que el virus pueda adaptarse para infectar a los humanos con mayor facilidad. Sin embargo, en la actualidad el riesgo de infección para los humanos sigue siendo bajo y no se ha informado de transmisión sostenida de persona a persona, según informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De ahí, señala García Espinosa, que la mayoría de los contagios sucedan en granjas avícolas, producto del contacto directo con aves infectadas. Las personas en riesgo son aquellas expuestas al contacto con el virus, como los tenedores de aves y el personal involucrado en el control de los brotes.
Una proporción menor de los contagios obedece al contacto indirecto, a través de superficies contaminadas y espacios cerrados en las granjas, donde las gotículas respiratorias de las aves enfermas ingresan a través de los ojos, la nariz o la boca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que actualmente ya hay vacunas contra la gripe aviar AH5N1 para uso humano en caso de pandemia, pero “no están ampliamente disponibles”. Por ello recomienda que todas las personas que trabajen con aves de corral o pájaros se vacunen contra la gripe estacional para reducir el riesgo potencial de reagrupación.
Por su parte, la OPS es igual de contundente: “Por el momento los casos de influenza aviar en humanos asociados con esta epidemia de AH5N1 son aislados. En la región se han registrado tres infecciones humanas: en Estados Unidos (abril de 2022), en Ecuador (enero de 2023) y en Chile (marzo de 2023). En ninguno de estos casos se ha identificado una transmisión sostenida entre personas. Sin embargo, es esencial mantener y fortalecer una vigilancia sobre estos casos, puesto que no podemos descuidar el riesgo de una potencial pandemia derivada de un virus de influenza aviar”.
Protocolos de protección
García Espinosa indica que actualmente México mantiene robustos protocolos de seguridad en este tema. “Tenemos antivirales y vacunas para las personas; hay vacunas para las aves de corral; hay medidas de bioseguridad. Lo que sí se requiere es estar siempre vigilantes de los protocolos cuando los riesgos estén presentes”, dice.
En este sentido, José Jaime Montes Salas, secretario de Agricultura y Ganadería en Sinaloa, informó que en cuanto supieron del primer brote implementaron un cerco sanitario en el Valle del Carrizo, frontera con Sonora, para mantener el estatus de estado libre de influenza aviar.
Aclaró que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ya tomó control y se hizo cargo de implementar un estudio periférico de las demás granjas alrededor, como indica la norma, donde no se detectaron más contagios.
El funcionario local reiteró que Sinaloa no corre ningún riesgo de contagio de influenza aviar hasta el momento, y garantizó que los cercos zoosanitarios se mantendrán para evitar que las granjas de la entidad sean afectadas.
Hasta en la Antártida
Científicos del Servicio Antártico Británico (British Antarctic Survey, BAS) confirmaron la detección de un brote de influenza aviar altamente patógena (causada por el virus AH5N1) en poblaciones de págalo subantártico en la isla Bird, en islas Georgias del Sur (Sandwich del Sur), en lo que suponen los primeros casos conocidos de esta enfermedad en la región antártica.