La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) junto con integrantes de la Comisión de Medio Ambiente en la Cámara de Diputados presentarán un Punto de Acuerdo para urgir a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que implemente en lo inmediato posible un plan de manejo para proteger al oso negro americano y a las más de mil 300 especies de flora y fauna que habitan en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey que es una de las 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de nuestro país.
El Presidente de la AZCARM, Ernesto Zazueta, recordó que el oso negro americano es una especie protegida, no sólo por la legislación mexicana (NOM-059- SEMARNAT-2010 tanto en la categoría de protección especial como en peligro de extinción), sino también por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Su población se distribuía desde Alaska hasta diversas regiones montañosas de la zona centro de nuestro país. Hace varias décadas se estimaba que había dos millones de individuos alrededor de todo el continente, pero en la actualidad se sabe que quedan no más 750 mil ejemplares.
En México los osos negros ya solo ocupan aproximadamente un 40 por ciento de su distribución original, pues ahora únicamente podemos encontrar a este mamífero carnívoro en el norte del país, y es que debido a la caza ilegal y a la fragmentación de su hábitat, sus poblaciones se han reducido de manera sustancial y ya solo se encuentran en Nuevo León, Sonora, Coahuila, Chihuahua y en las serranías de Durango.
Dentro del estado de Nuevo León uno de los territorios en donde se han registrado más avistamientos de osos negros es al interior del Parque Ecológico Chipinque que se encuentra en el Parque Nacional Cumbres. El grave problema es que aunque se trata de una ANP, el área no cuenta con un instrumento que determine las estrategias de conservación y protección de la flora y fauna que ahí habitan, por lo que las autoridades no han impedido la expansión de la zona residencial y, hoy por hoy, el hogar de los osos y de miles de especies está invadido por miles de casas.
“Esta polémica que se ha desatado debe servir de algo, ojalá sirva para visibilizar el enorme problema que tenemos, estamos arrasando con los hábitats y con los ecosistemas completamos, y por eso estos encuentros serán cada vez más frecuentes. Y no se trata solamente de salvar al “oso de la selfie”, como lo han llamado supuestos héroes de la fauna silvestre. Se trata de salvar a la especie, pues ya son pocos los ejemplares que quedan en Canadá, Alaska, EUA y lamentablemente también en nuestro país”.
“¿Cómo? Pues frenando la mancha urbana y protegiendo realmente las Áreas Naturales Protegidas de nuestro país. De qué sirve que Calakmul sea una reserva natural protegida por la cantidad de jaguares que alberga, si de cualquier manera construirán un tren por ahí, y de qué sirve que el Parque Cumbres sea una ANP si permiten la construcción de casas en el bosque invadiendo el hogar de miles de especies”.
En este sentido, Zazueta Zazueta detalló que recurrió a la Comisión de Medio Ambiente en la Cámara baja para solicitarle a la Semarnat que ponga en marcha el Programa de Manejo del Parque Nacional Cumbres, que es el instrumento rector de planeación y regulación que establece las actividades, acciones y lineamientos básicos para el manejo del área natural y lograr así el objetivo final de decretar determinado una ANP que es la conservación de los ecosistemas y de su biodiversidad.
Finalmente, el Presidente de la Asociación de Zoológicos precisó que el Director de Operaciones de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, José Alfonso Rodríguez Rodríguez, recurrió a la AZCARM para buscarle un hogar al oso fotografiado en el Parque Chipinque, toda vez que temen por la seguridad y vida de la población que vive en la zona por los constantes acercamientos del ejemplar. Pero enfatizó que de ninguna manera la Asociación tuvo o tiene la intención de trasladarlo a un zoológico porque considere que es la mejor opción para él, no lo es.
“Nosotros lo dijimos y lo reiteramos las veces que sea necesario, lo ideal es que ese oso y todos los que ahí habitan puedan seguir en su hábitat natural y reproduciéndose, y es que efectivamente somos los humanos los que le arrebatamos al oso su hogar como a otras millones de especies. Nosotros llevamos 40 años trabajando por la conservación, reproducción, reintroducción y rescate de especies silvestres del tráfico y la posesión ilegal. Si las autoridades solicitan nuestra ayuda por el bienestar del animal y de la gente, lo haremos, pero si podemos ayudar a rescatar no solo al “oso de la selfie” sino a que la especie Ursus americanus no desapareza de nuestro país, tengan la seguridad de que haremos todo lo que esté en nuestras manos”, concluyó.