La entidad tiene la mejor oferta: Pueblos Mágicos, Pueblos con Encanto, zonas arqueológicas, áreas naturales, sitios coloniales…
El Estado de México es un destino que destaca por sus atractivos turísticos, como sus cuatro sitios Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad, 90 Áreas Naturales Protegidas, 19 zonas arqueológicas y doce Pueblos Mágicos, todos a la espera de los visitantes con los brazos abiertos.
Se pueden desarrollar en la entidad actividades de ecoturismo y estar en contacto con la naturaleza.
También recorrer sitios con un gran valor histórico para aprender de las culturas antiguas, por ejemplo.
O bien perderse en sus pintorescos pueblos para adquirir artesanías y disfrutar la gastronomía.
Conexión con la naturaleza
Un formidable lugar para visitar es Acolman, que ofrece la posibilidad de disfrutar de una vista de ensueño y convivir en armonía con la naturaleza.
Además, es reconocido a nivel nacional e internacional por la elaboración de las tradicionales piñatas.
También está Amanalco, que se distingue por ser uno de los sitios de conexión con la naturaleza.
Por ejemplo, aquí se puede visitar, entre otros atractivos, el Parque Ecoturístico Corral de Piedra.
Y para los amantes de los paisajes está Amecameca, que por su cercanía con el Paso de Cortés se considera la puerta de acceso a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Por otro lado tenemos a Ayapango, uno de los denominados Pueblos con Encanto, que conserva una hermosa arquitectura, con casas de techos de dos aguas y patios centrales adornados con flores.
En este singular sitio se puede caminar por sus calles e identificar la Casa Afrancesada, la Casa Grande y el Exconvento de Santiago Apóstol.
Artesanías
En Coatepec Harinas sobresale la creatividad y talento de los maestros artesanos que elaboran prendas de lana con diseños coloridos.
Al visitar este poblado es preciso pasar por el Templo del Señor del Calvario, que data del siglo XVII.
Cercano a la Sierra de las Mil Cumbres se ubica Donato Guerra, lugar en el que las manos de sus artesanos que tejen ocoxal crean magníficas piezas y donde se puede disfrutar de una gastronomía local que incluye panes de nata, dulces de pita y licores de fruta.
Naturaleza
En Jilotepec es tradición que los visitantes admiren el Templo de San Pedro y San Pablo, que formó parte de un conjunto conventual fundado por los franciscanos en el siglo XVI.
Además, este destino cuenta con bosques y formaciones rocosas como las de Dexcaní Alto, donde hay veredas para caminar al pie de Las Peñas o alcanzar cimas como La Cruz o Iglesia Vieja.
En cuanto a Jocotitlán, este sitio posee gran encanto natural y cultural. En el Cerro de Xocotépetl se disfruta de la aventura con la tirolesa y se puede degustar una deliciosa trucha en el Parque Ecoturístico Tiacaque.
Arquitectura y tradiciones
En Lerma se puede recorrer y admirar la arquitectura del Templo de San Nicolás Tolentino, así como el de Santa Clara de Asís.
Y si visita Nopaltepec puede recorrer y admirar el Templo de Santa María de la Asunción, con un gran atrio arbolado frente a la plaza principal, donde destacan la arquería del Palacio Municipal y un árbol pirul que tiene más de 300 años de antigüedad.
Otro buen lugar para visitar edificaciones antiguas es Otumba, donde están la Casa de Cultura Museo Regional Gonzalo Carrasco y el Museo del Ferrocarril.
Además, desde 1965 se lleva a cabo en este municipio la Feria del Burro, una celebración popular que se efectúa cada 1 de mayo.
San Felipe del Progreso espera a los turistas con su Centro Ceremonial Mazahua, para que después recorran el Centro Histórico y adquieran un tradicional quexquémetl bordado por artesanos mazahuas.
Y en Sultepec el principal atractivo turístico y cultural es el Convento de San Antonio de Padua, construido en 1599 y compuesto por tres partes: el templo, el convento y el jardín o huerta.
El agua es vida
En el Pueblo con Encanto de Temascalcingo, el Parque El Borbollón espera con sus aguas termales. Es imperdible conocer en este destino la danza de los Viejos en corpus y comprar artesanías como los bordados mazahuas o la cerámica en alta temperatura.
Por otro lado, la riqueza natural se puede disfrutar en destinos como Temascaltepec, con sus grandes caídas de agua como el Campanario, Cola de Caballo, El Salto o Telpintla.
En cuanto a Tenango del Valle, se deben recorrer la zona arqueológica de Teotenango, el Museo de Sitio Dr. Román Piña Chan, así como los templos de la Asunción, de Santa María en Jajalpa y el del Calvario, construidos entre los siglos XVIII y XIX.
Zacualpan invita a la aventura en su Parque Ecológico Picacho de Oro y Plata, que cuenta con senderos para bicicleta y caminata y se puede disfrutar de una de sus cuatro tirolesas.
Y en Zinacantepec los visitantes pueden recorrer el Museo de Arte Virreinal, ubicado en un exconvento franciscano del siglo XV, que cuenta con una pila bautismal construida en 1581; se trata de la escultura monolítica más grande en su tipo.
Para todos
Un sitio muy especial es Villa del Carbón, que cumple con los muy variados gustos del turista.
Para los amantes de la naturaleza es importante recordar que los alrededores de Villa del Carbón abarcan parte de la Sierra de Monte Alto, con parajes boscosos de encino, pino y oyamel.
Un sitio especial para visitar es el Parque Presa del Llano, donde existe un pequeño embalse con una isla accesible por puente y veredas, ideal para caminatas, campismo, días de campo, hospedaje en cabañas, canotaje, remo y pesca de trucha.
En tanto, los que gustan del alpinismo pueden disfrutar de la Peña de la Bufa, con tres mil 600 metros de altitud, un mirador excepcional, arroyos y cascadas.
También es recomendable visitar la Presa del Llano, ubicada a doce kilómetros hacia el suroeste de Villa del Carbón. Este sitio está rodeado de una abundante vegetación y bosques de pinos. Es un lugar idóneo para disfrutar del ecoturismo, puesto que se puede pernoctar en sus cabañas, acampar o realizar actividades entre sus bosques; también se pueden practicar la pesca deportiva, el canotaje, el remo, el ciclismo de montaña o el rappel.
Ciudad de dioses
Dos sitios enigmáticos del Estado de México son Teotihuacán y San Martín de las Pirámides.
En el primero de ellos se puede desarrollar el espíritu aventurero. Aquí es posible realizar alguno de los viajes en globo que ofrecen una manera inmejorable de observar las pirámides y la unión de dos culturas que formaron México.
Otros atractivos en San Juan Teotihuacán son el Balneario Cuauhtémoc y la Fuente; la Catedral del Divino Redentor; el Exconvento de San Juan Bautista; el Jardín Botánico de Cactáceas; la Mansión del Alemán; el Mercado de San Juan; y el Templo de la Señora de la Purificación.
Y, por supuesto, hay que visitar la zona arqueológica de las Pirámides de Teotihuacán, donde destacan las del Sol y de la Luna.
En San Martín hay que visitar la Parroquia de San Martín Obispo de Tours, construida en 1638 y ubicada en la Plaza 24 de Mayo con un enorme jardín frontal que hace las veces de atrio. El camino hacia el portón principal se encuentra alumbrado por bellos faroles, lo que en las noches le brinda una vista mágica. Aquí mismo se puede ver la Capilla de Santiago Tepetitlán, de estilo barroco.
Otro sitio para visitar es la Iglesia de Ecce Homo, levantada en 1979 para incrementar el interés turístico del pueblo.
También están el Museo Manuel Gamio y el Museo Comunitario Quetzalpapalotl, recintos que contribuyen a la misión de ahondar en el estudio de la riqueza cultural y arqueológica de la zona.
Si se quiere un poco de esparcimiento, está el Club Campestre Teotihuacán, que ofrece instalaciones deportivas y recreativas, jardines para eventos, zonas para campamentos, habitaciones y restaurante, además de albercas al aire libre, techadas y un bello y calmado lago.
En cada rincón de ambos pueblos encontrará artesanos que trabajan a base de piedras preciosas y semipreciosas: alpaca, cuarzo, ónix, plata, barro y obsidiana; también destacan sus piezas talladas en madera.