ESTADO DE MÉXICO, UNA ENTIDAD MUY MÁGICA

“El Edomex ofrece zonas arqueológicas emblemáticas”.

Martha Mejía
Nacional
EDOMEX

Su territorio y población excepcional ofrecen a viajeros y visitantes diversas experiencias para los gustos más exigentes.

Es tanta la variedad de sitios y actividades que pueden disfrutarse en el Estado de México, que incluso resulta difícil elegir qué lugar visitar en esta hermosa entidad.

Aculco, por ejemplo, fue declarado Pueblo Mágico el 25 de septiembre de 2015 por sus inigualables recursos naturales, hermosos peñascos, cascadas y un gran legado colonial.

Entre sus tesoros cuenta con parte del Camino Real Tierra Adentro, la ruta comercial y de transporte más importante de México en el siglo XVI, con casi dos mil 600 kilómetros y considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad.

Recorrer sus calles a bordo del pintoresco tren Adelita es una experiencia única, ya que permite adentrarse en la arquitectura tradicional de su Plaza de la Constitución, conocer sus rincones y disfrutar la esencia de su gente.

Un sitio imperdible son los Lavaderos Públicos, llenos de leyendas y misterios, construidos en 1882.

A su vez, El Oro es un lugar de encanto minero y con un patrimonio arquitectónico invaluable, que fue declarado Pueblo Mágico en 2011. Es el sitio perfecto para admirar obras arquitectónicas como el Palacio Municipal y el Teatro Juárez; o adentrarse en el tiempo y visitar los socavones San Juan y el Tiro Norte, vestigios del esplendor colonial, que ofrecen una experiencia única.

Otra opción que ofrece El Oro es practicar deportes acuáticos en la presa Brockman, la cual está rodeada de maravillosos paisajes para pasar un rato agradable con familia y amigos o simplemente para estar en contacto la naturaleza, recorrer sus apacibles senderos, disfrutar de la vida silvestre y espectaculares panorámicas.

Ixtapan de la Sal es por su parte sinónimo de bienestar y salud gracias a sus aguas termales y su clima cálido.

Aquí se puede disfrutar de los mejores spas y del Parque Acuático Ixtapan, considerado el balneario más grande de América Latina.

También es posible recorrer en bicicleta la ruta Nevado-Ixtapan, para finalmente conocer la deliciosa gastronomía que ofrece: un placer es degustar una nieve artesanal mientras se recorre la Plaza Maclovia o el Centro Histórico de la cabecera municipal.

En 2015 Ixtapan de la Sal obtuvo asimismo el nombramiento de Pueblo Mágico gracias a sus variados atractivos, como el balneario municipal El Bañito, la parroquia de la Asunción de María y la capilla del Señor del Perdón.

Jilotepec, que en náhuatl significa “en el cerro de los jilotes”, es otro municipio a visitar. Se ubica en la zona norte del estado y es un lugar con mucha historia.

Ahí se hallan las peñas de Dexcani, donde se pueden practicar senderismo y camping o bien disfrutar del panorama y la vista en la cima de los enormes peñascos, admirar el bello paisaje y conocer sus leyendas.

En el Centro Histórico de la cabecera municipal se encuentra la iglesia de San Pedro y San Pablo; además, el viajero puede desplazarse a la comunidad de Canalejas y conocer la Iglesia de la Piedrita, ubicada sobre el cerrito.

Desde esa zona resulta admirable la imagen de la virgen, así como su arquitectura inigualable y la naturaleza que rodea el lugar.

Jilotepec ofrece parques para visitar, como Danxho, las Sequoias, el Sabino, el Llano y Doxhicho, además de que puede degustarse en el municipio la exquisita gastronomía propia del pueblo.

¡Y más!

Malinalco es otro Pueblo Mágico que ofrece una bellísima zona arqueológica monolítica, además de contar con una vasta arquitectura religiosa de la época colonial.

Ofrece también la Ruta del Mezcal, durante la que se puede no solo degustar de la bebida sino aprender sobre el tema.

Para los gustos más excéntricos y exigentes está la práctica del glamping (fusión de las palabras glamour y camping, un fenómeno global que combina acampar y lujos de hotelería); o bien solamente caminar por sus calles empedradas para vivir la experiencia de sus fiestas patronales.

En el lugar existen diversos museos, como el Museo Universitario Dr. Luis Mario Schneider, y el Museo de los Bichos, el cual presenta la biodiversidad del municipio y sus alrededores.

Visita obligada son las galerías de arte y tiendas artesanales.

Para comer hay truchas, nieve artesanal y comida fusión, sin olvidar por supuesto el disfrute de un buen mezcal.

Metepec, es un sitio donde convergen la modernidad y la tradición. Este municipio aloja una de las piezas artesanales más representativas: el Árbol de la Vida.

Además, debido a su gran riqueza cultural y artesanal, se instauró el Museo del Barro, donde se exhibe la cazuela más grande del mundo, entre otras maravillas.

Por todo ello, en 2012 se le otorgó también la denominación de Pueblo Mágico.

Ahí se pueden visitar el Cerro de los Magueyes, la capilla del Tepeyac y la iglesia de San Juan Bautista, así como recorrer su Centro Histórico, donde podrá disfrutar del buen ambiente de sus múltiples bares y restaurantes típicos, que conforman un espléndido corredor comercial.

Otumba es conocido como escenario de grandes sucesos, como la Batalla de Otumba de 1520, que se libró entre los mexicas y Hernán Cortés.

También ofrece la posibilidad de deleitarse con diferentes obras arquitectónicas, como el aljibe terminal del Acueducto del Padre Tembleque, la Casa de Virreyes, el Museo Gonzalo Carrasco, el ExConvento de San Nicolás de Bari y el Museo del Ferrocarril, o parques temáticos como son Reino Animal y Burrolandia.

Su legado gastronómico ha dejado platillos tan exquisitos como la barbacoa de borrego y cerdo, los mixiotes de caracol, escamoles, conejo y carnes de aves.

Algunos platillos son acompañados con salsas de molcajete y porciones de chinicuiles, gusano blanco y chapulines.

No menos importante es la “bebida de los dioses”: el pulque.

San Martín de las Pirámides es a su vez un magnífico valle que ofrece un sinfín de actividades y lugares. Se puede iniciar el recorrido experimentando un vuelo en globo sobre la milenaria zona arqueológica de Teotihuacán, una de las más visitadas de México y del mundo.

Esta magna urbe prehispánica maravilla al visitante con su trazo, sus barrios residenciales, sus palacios, sus obras civiles, sus edificios religiosos, entre los que se encuentran la Calzada de los Muertos, el Palacio de los Jaguares, el Templo de Quetzalcóatl y, sin duda, las estructuras más impresionantes de este sitio: las pirámides del Sol y de la Luna.

En los alrededores se pueden encontrar un gran número de talleres artesanales donde se elaboran objetos de obsidiana, licores, conservas de tuna y xoconostle, así como restaurantes donde se cocinan variados platillos prehispánicos dignos del paladar más exigente; también saborear los exquisitos escamoles, gusanos de maguey o bebidas a base de xoconostle.

Ya para finalizar se puede optar por una cena romántica al interior de una gruta.