Si aún no has elegido qué experiencia vivir ahora que se acercan las vacaciones de verano, te presentamos lo más destacado de esta hermosa entidad.
El Estado de México está lleno de riquezas turísticas que incluyen destinos, experiencias, gastronomía y mucho más.
Si no has elegido aún qué lugar visitar o qué experiencia vivir en las ya cercanas vacaciones de verano, te presentamos lo más destacado de esta hermosa entidad.
Valle de Bravo
Este Pueblo Mágico se caracteriza por su tranquilidad y la hospitalidad de su gente. Al recorrer la Plaza Independencia ya es tradición probar las nieves o los esquites. Hacia el norte de la plaza se encuentra el Mercado de Artesanías, donde se pueden adquirir diversos productos, como prendas bordadas, adornos y objetos de madera, cerámica, barro vidriado, hierro forjado e incluso joyería de la más alta calidad.
Pareciera que la misión de este Pueblo Mágico también fuera poner al visitante en contacto con la naturaleza: la presa de Valle de Bravo es el atractivo más apreciado por muchos de los visitantes y en su embarcadero se puede rentar lanchas para pasear o pescar.
En el lugar se puede practicar esquí acuático, para lo cual no es necesario tener experiencia, ya que ahí mismo se puede tomar un breve curso antes de entrar al agua.
Para los amantes del velerismo el Club de Vela Santa María ofrece la opción de rentar el equipo para realizar esta actividad.
En Valle de Bravo también se puede volar… en parapente, ala delta o ultraligero, pues el mirador del Parque Monte Alto cuenta con una rampa desde donde buena parte de los intrépidos viajeros y visitantes se lanzan a la aventura.
Este parque ofrece cabañas, área de acampado y una superficie de 677 hectáreas con bosque y veredas para poder recorrerlas caminando o en bicicleta.
De noche la fiesta continúa en el agua, ya sea en los restaurantes flotantes o a bordo de embarcaciones que hacen lunadas.
Lo que fueran llanos hoy se han transformado en sitios para el descanso; no obstante, los alrededores siguen siendo resguardo de bellezas naturales como la Cascada Velo de Novia, una vistosa caída de agua que encuentra camino entre las rocas.
Malinalco
Cuenta la leyenda que el dios Huitzilopochtli venía en peregrinación desde Aztlán con el pueblo Azteca, pero su hermana Malinalxóchitl complicaba el trayecto, por lo que él decidió abandonarla mientras ella dormía.
Al verse ella en tal situación reunió a la gente que la acompañaba y vino a fundar Malinalco. Este es el lugar que los aztecas aprovecharon para erigir uno de los más importantes centros ceremoniales y militares: el Cuauhtinchán, lugar donde entrenaban a los guerreros Águila y Jaguar.
Hoy en día este Pueblo Mágico cargado de místicas historias ofrece a viajeros y visitantes su exuberante vegetación, su olor a flores, su exconvento agustino y su adoratorio mexica en lo alto del cerro.
Desde luego que al Malinalco actual no le faltan restaurantes, Spas, hoteles boutique, un campo de golf, varios museos y centros ceremoniales como Cuauhtinchán, el cual está labrado en la roca del Cerro de los Ídolos y es único en su tipo en Mesoamérica.
La Casa de las Águilas es su estructura principal y ahí se llevaban a cabo las ceremonias de iniciación. Hay que subir más de 400 escalones para llegar al adoratorio en un agradable paseo con vistas espectaculares.
El exconvento agustino y Parroquia del Divino Salvador es otro sitio imperdible para visitar. Se localiza en el primer cuadro del centro de Malinalco. Se trata de una majestuosa edificación del siglo XVI donde se pueden admirar diversos murales que muestran la riqueza natural de la región y son legado de los artistas tlacuilos, quienes plasmaron en ellos sus conocimientos de herbolaria.
Malinalco ofrece también otros lugares de interés, como el Museo Universitario, el Museo de los Bichos o su mercado tradicional, donde se puede degustar un riquísimo pan elaborado en hornos de leña.
Tepotzotlán
Es un destino lleno de magia y tradición que ofrece increíbles sitios para disfrutar: desde su arquitectura virreinal hasta una caminata nocturna para gozar de las noches de luciérnagas en medio de la naturaleza.
Entre sus innumerables atractivos están el Colegio de San Francisco Javier, hoy Museo Nacional del Virreinato, así como el templo de este mismo nombre. Cuenta con claustros y patios, una huerta con fuente original del Salto del Agua, antigua biblioteca, capilla doméstica, relicario, sacristía y un museo.
Fuera del antiguo colegio se puede pasear por la Plaza de la Cruz, que ofrece un hermoso quiosco con su techo recubierto de tejas y una serie de portales donde se ubican diversos restaurantes. Muy cerca de los portales se encuentra un tianguis de artesanías.
Además, cuenta con el Parque Ecológico Xochitla y Arcos del Sitio, un antiguo acueducto del siglo XVIII que cruza con varios arcos una profunda barranca, ubicado a 23 kilómetros de Tepotzotlán, sitio donde se pueden rentar motos, caballos y hay una pequeña presa para pescar. Toda una experiencia.
Magia
Este verano el Estado de México también ofrece vivir una experiencia mágica: el avistamiento de luciérnagas. Este espectáculo natural, que inicia en junio y concluye a finales de agosto, es una oportunidad para conectar con la naturaleza y maravillarse con estos pequeños pero fascinantes insectos.
La entidad cuenta con una gran variedad de ecoparques distribuidos en diferentes municipios como Valle de Chalco, Ecatzingo, Ixtapaluca, Amecameca, Ayapango, Tepetlaoxtoc, Texcoco, Tepotzotlán y Tlalmanalco para disfrutar de este espectáculo natural.
Recuerde que para poder disfrutar al máximo de esta experiencia debe considerar: llegar con tiempo; vestir ropa adecuada para clima frío y húmedo; realizar el avistamiento en silencio, sin utilizar dispositivos electrónicos que puedan perturbar a las luciérnagas; evitar llevar mascotas y no usar repelente de insectos o perfume, pues las luciérnagas son muy sensibles y todo esto puede interrumpir su ciclo de apareamiento.
Ahora sí, ¡a disfrutar del espectáculo!