Cualquier cantidad de movimiento es mejor que la inactividad

Integrar movimiento, descanso y sueño es fundamental para el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes.

Redacción
Nacional
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Deport-es para compartir tiene enfoques que se necesitan en las comunidades frente a problemas como violencia, apatía, corrupción o discriminación
Foto: Facebook

En el marco del conversatorio virtual “Escuela activa, infancia saludable: estrategias prácticas para promover hábitos saludables en el entorno escolar” expertas en el tema dialogaron sobre la relevancia del movimiento en el desarrollo integral de niñas y niños en el entorno escolar.

En México, menos de un tercio de los escolares de 10 a 14 años realizan 60 minutos diarios de actividad física de moderada a vigorosa; además 8 de cada 10 pasa más de 2 horas al día frente a pantallas y menos del 40% duermen entre 9 y 11 horas diarias.

La Dra. Alejandra Jáuregui, Directora del Departamento de Actividad Física y Estilos de Vida Saludable del Instituto Nacional de Salud Pública, que abordó el tema “Integrando el Movimiento, el Descanso y el Sueño en la Vida Escolar” enfatizó la importancia de fomentar hábitos saludables desde edades tempranas para garantizar un desarrollo integral en niños, niñas y adolescentes, ya que la etapa escolar es un período crítico donde se consolidan habilidades fundamentales que influirán en su salud física, mental y emocional a lo largo de sus vidas.

Mencionó que estudios recientes han demostrado que los mayores beneficios se obtienen cuando los niños y las niñas alcanzan un sano balance en los 3 comportamientos del movimiento. Es decir, cuando:

  • Se realiza suficiente actividad física.
  • Se limita el tiempo frente a pantallas u otras actividades sedentarias.
  • Se prioriza un sueño de buena calidad con horarios consistentes.

Los comportamientos del movimiento saludable contribuyen en conjunto a mantener un cuerpo saludable, mejorando la condición física, la salud ósea y funcional, y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cáncer.

Además, sus beneficios también se extienden al bienestar mental, ya que ayuda a manejar el estrés, mejorar el estado de ánimo y prevenir trastornos como la ansiedad y la depresión. Al aumentar la actividad física, se reducen los comportamientos sedentarios y se mejora el sueño.

La actividad física, específicamente a través del deporte, fomenta el trabajo en equipo, el compañerismo y el empoderamiento, ayudando a prevenir conductas de riesgo como las adicciones y los trastornos alimentarios. Estrategias para Fomentar un Balance Saludable en los Comportamientos del Movimiento En la escuela:

  • Respetar las clases de educación física que son parte del currículo obligatorio
  • Incorporar pausas activas durante el horario escolar.
  • Fomentar recreos activos y actividades deportivas extracurriculares.
  • Diseñar programas que promuevan el desplazamiento activo, como caminar o andar en bicicleta al colegio.
  • Educar a los estudiantes sobre la importancia de equilibrar actividad física, descanso y sueño.

En la comunidad:

  • Crear espacios públicos seguros para actividades al aire libre.
  • Desarrollar programas comunitarios que incentiven el movimiento.
  • Promover caminatas hacia destinos cercanos.

En casa:

  • Establecer límites para el uso de pantallas, como evitar su uso en dormitorios y durante las comidas.
  • Implementar rutinas saludables de sueño, como mantener horarios consistentes para dormir y despertar, y evitar pantallas una o dos horas antes de acostarse.

La Dra. Gabriela Argumedo, Investigadora del Departamento de Actividad Física y Estilos de Vida Saludable del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), que participó con el tema “El Poder Transformador de la Educación Física en la Formación Integral del Escolar” profundizó en los beneficios que se alcanzan con una Educación Física de Calidad, entre los que se incluyen:

  • Autoconfianza.
  • Expresar sentimientos.
  • Enriquecer la comprensión.
  • Juego limpio y trabajo en equipo.
  • Lidiar tanto con el éxito como con el fracaso.
  • Comportamiento pro social a través de la participación y el rendimiento.

También mostró el panorama de la Educación Física en nuestro país, donde el 63.9% de las escuelas públicas de educación básica cuentan con áreas deportivas y recreativas; y el 76.8% con patios o plazas. Además, solo el 51.7% de las escuelas primarias públicas cuentan con docente de Educación Física. Finalmente, destacó las barreras de acceso para la realización de actividad física en niñas, niños y adolescentes mexicanos:

  • Niños y niñas en edad escolar trabajan fuera del horario escolar o en vacaciones.
  • 61% de padres ya no dejan salir a sus hijos a jugar a la calle debido a la inseguridad que perciben en su barrio.
  • Adolescentes se sienten “encerrados en la escuela o casa”.