Claudia Sheinbaum asume como presidenta de México

Inicia su sexenio bajo el gran reto de frenar la violencia

Redacción
Nacional
Claudia Sheinbaum asume como presidenta de México.
Foto: AP

Ciudad de México, México, 1 de octubre. Claudia Sheinbaum hizo historia al asumir como la primera presidenta de México tras recibir la banda presidencial de manos de la histórica luchadora izquierdista Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados.

En una ceremonia en el hemiciclo del Palacio de San Lázaro, el exgobernante Andrés Manuel López Obrador transfirió la presidencia a su hija política, Sheinbaum, una científica y exalcaldesa capitalina de 62 años.

La mandataria mexicana inicia su sexenio bajo el gran reto de hacer frente al problema de la violencia y bajo el legado de López Obrador, quien culmina su mandato como el gobernante más popular de la historia reciente de México.

Sheinbaum se ha comprometido a dar continuidad al modelo de su predecesor, que amplió los programas sociales y profundizó la militarización del país. Tiene por delante seis años en los que queda por ver qué cambios introduce y si le imprimirá la marca personal a su administración. Entre los reclamos más acuciantes, están los de los familiares 115.000 desaparecidos que se han quejado de la falta de atención del Estado mexicano.

En su primer discurso como la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum elogió a su antecesor Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como “el dirigente político y luchador social más importante de la historia modera” y el más querido.

También, dijo, para millones es “el mejor presidente de México”.

Desde el podio de la Cámara de Diputados, la nueva mandataria dijo que si bien López Obrador no quiere monumentos, ni que se ponga su nombre a alguna calle, eso no será necesario porque “usted estará para siempre en el corazón del pueblo de México”.

López Obrador la escuchaba a unos metros en la tribuna legislativa.

“Hasta siempre hermano, amigo, compañero Andrés Manuel López Obrador”, añadió.

En un discurso en el Congreso tras asumir la presidencia de México, Claudia Sheinbaum abordó la problemática de la violencia que golpea al país y afirmó que “no regresará la irresponsable guerra contra el narco de (el expresidente Felipe) Calderón (2006-2012)”.

Al delinear su estrategia de seguridad dijo que se enfocará en cuatro ejes: la atención de las causas de la violencia, las labores de inteligencia, la investigación y el fortalecimiento de la Guardia Nacional, que recientemente pasó a estar bajo el control del ejército.

A su vez, la mandataria sostuvo que “es tiempo de transformación, es tiempo de mujeres”. Sheinbaum, una científica y exalcaldesa de la capital mexicana de 62 años, recibió los vivas de la Cámara de Diputados tras asumir el cargo. “Por primera vez llegamos las mujeres a dirigir los destinos de nuestra hermosa nación”, sostuvo.

Agregó que “durante mucho tiempo las mujeres fueron anuladas” y subrayó que por eso ahora hay que nombrarlas a todas, las que alzaron su voz y las que no, las que triunfaron y las que no. “Sólo lo que se nombra existe”, dijo.

“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, enfatizó.

Agregó que llegan al poder ”las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”.

Claudia Sheinbaum con la banda presidencial.
Foto: AP
Claudia Sheinbaum con la banda presidencial.

“Durante mucho tiempo las mujeres fueron anuladas”, proclamó Claudia Sheinbaum tras convertirse en la primera presidenta de México en 200 años de independencia del país.

Llegan al poder, apuntó, “las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”, recalcó tras el traspaso de poderes de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Sus primeras palabras como mandataria acentuaron el rol de las mujeres como líderes.

“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, afirmó al recibir la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez, una histórica luchadora de la izquierda mexicana de 94 años, y ofrecer su primer discurso a la nación marcado por el continuismo.

Apostó por la honestidad, la austeridad republicana, por poner a los pobres primero y por dejar atrás “el fracasado modelo neoliberal”.

“Quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa es militarización, está totalmente equivocado”, señaló.

Subrayó que garantizará “todas las libertades” y los derechos humanos. Enfatizó que las inversiones públicas y privadas “estarán seguras en nuestro país” en un intento de apaciguar las intranquilidades en los mercados y garantizó que “habrá Estado de derecho”.

También defendió la controvertida reforma judicial alegando que “significa más autonomía e independencia” de la justicia.

Congreso de México durante toma de posesión de Claudia Sheinbaum.
Foto: AP
Congreso de México durante toma de posesión de Claudia Sheinbaum.

Estados Unidos y otros muchos actores nacionales e internacionales ha hecho públicas sus preocupaciones ante reformas constitucionales que, a su juicio, van a politizar la justicia y pondrán en riesgo principios básicos del Estado de derecho a la vez que han aumentado las tensiones en temas de seguridad y lucha contra los cárteles.

También en este terreno, ofrece soluciones similares a las de López Obrador. “No regresará la irresponsable guerra contra el narco de (ex presidente Felipe) Calderón”, dijo tras apostar por la atención a las causas, la inteligencia, la investigación y el fortalecimiento de la Guardia Nacional como estrategia contra la violencia.

Con sus primeras palabras, dio muestra de las similitudes que podrán verse en los próximos seis años respecto del mandato del presidente saliente.

Sheinbaum ha adelantado que quiere gobernar para todos aunque no está claro cómo de abierta al diálogo estará en los temas más delicados.

A los temas de seguridad y las críticas internas a los cambios constitucionales que continuarán en los próximos meses se une la incertidumbre sobre cómo se mantendrá la financiación de todos los programas sociales y de los proyectos de infraestructura inacabados y nuevos.

Su primer viaje como presidenta será a Acapulco, un puerto del Pacífico sur mexicano que solo un año después de ser devastado por el huracán Otis, quedó inundado por la torrencial lluvia de John, una tormenta muy errática que tocó tierra dos veces y ha dejado, al menos, 17 muertos en los estados de la costa del Pacífico.