CHIHUAHUA Y SU GRANDEZA

“Cada uno de sus Pueblos Mágicos tiene un encanto particular”.

Martha Mejía
Nacional
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Chihuahua

Además de su tamaño, el estado es grande en atractivos naturales, hermosos e imponentes paisajes montañosos, un desierto impecable y barrancas llenas de praderas y vegetación boscosa de altura.

Chihuahua es un destino fronterizo vibrante. La grandeza de su historia se entrelaza con sus bellezas naturales, ofreciendo a viajeros y visitantes experiencias inolvidables.

Se trata de la entidad más grande de México. El vocablo significa en náhuatl “Tierra seca y arenosa”. Fue habitado por varios grupos de indígenas, pero hoy es conocido por los rarámuris que viven en la Sierra Tarahumara.

El estado se caracteriza por sus bellas cadenas montañosas, como los Médanos de Samalayuca; las cascadas de Basaseachi y las famosas Barrancas del Cobre. Estas últimas se consideran el sistema de barrancas más grande del mundo, cuatro veces más grandes que el Gran Cañón del Colorado.

Cuenta además con cinco Pueblos Mágicos: Batopilas, Casas Grandes, Creel, Guachochi e Hidalgo del Parral. Los dos últimos fueron reconocidos con dicho nombramiento durante 2023.

La capital

Chihuahua capital es una ciudad que ofrece tradición y modernidad a sus visitantes. Se fundó el 12 de octubre de 1709 bajo el nombre de San Francisco de Cuéllar; posteriormente se convirtió en San Felipe el Real de Cuéllar; y más tarde se denominó San Felipe el Real de Chihuahua.

Un dato significativo es que en 1864 la ciudad de Chihuahua alojó al presidente Benito Juárez y a su gabinete, convirtiéndose en sede de los poderes de la República. Juárez permaneció en territorio chihuahuense durante la invasión francesa.

Actualmente, un lugar imperdible para visitar es la Catedral Metropolitana. Este magnífico edificio, que tardó más de un siglo en construirse (1725-1826), es considerado el más hermoso de la capital. Su estilo barroco tardío y sus hermosas torres gemelas de tres cuerpos son impresionantes.

El Palacio de Gobierno aloja el Altar a la Patria. Se trata del sitio exacto donde fue fusilado el Padre de la patria, don Miguel Hidalgo y Costilla. Las paredes de su patio central están decoradas con frescos que nos cuentan de manera gráfica la historia de Chihuahua desde la época de la Colonia hasta la Revolución.

Todavía aloja algunas oficinas de gobierno y tiene dos pequeños museos en memoria de la Independencia.

Frontera

Mención aparte merecen las manifestaciones culturales en esta área fronteriza, que incorporan lo mejor de ambos lados de la frontera: Ciudad Juárez y El Paso, Texas, son ciudades copartícipes en todos los ámbitos del quehacer humano.

La gastronomía local está presente en ambos lados de la frontera, así como los gustos musicales y las exhibiciones de arte son igualmente compartidos, mostrándose en los Museos de la Revolución y del Chamizal, en la Casa de Juan Gabriel y en La Rodadora.

En la zona que separa a México de Estados Unidos está el río Bravo o Río Grande. Ahí la biodiversidad natural se puede apreciar en la flora y la fauna, mientras que a 50 kilómetros de la frontera se pueden disfrutar las Dunas de Samalayuca, Área Natural Protegida.

El ejido Villa Luz delimitó una zona que se puede utilizar turísticamente haciendo deportes de sandboarding (deporte que consiste en el descenso de dunas o cerros de arena, con tablas especiales parecidas a las del snowboarding), o del llamado “misticismo del desierto”, que incluye meditación, cena y cata de sotoles.

Pueblos Mágicos

La entidad es también sede de cinco Pueblos Mágicos, cada uno de ellos con un encanto particular y numerosos atractivos turísticos que vale la pena descubrir.

Creel, por ejemplo, se ubica en el corazón de la Sierra Tarahumara. Se trata de un poblado lleno de paisajes naturales. Cuenta con escenarios que parecen sacados de una postal, pues está rodeado de lagos, cascadas, ríos, peñas, bosques y cuevas.

Batopilas, que en la lengua rarámuri quiere decir “Río encajonado”, es un Pueblo Mágico sumergido en el corazón de las Barrancas de Cobre. Este poblado atrae por su pasado minero, siendo La Bufa y Batopilas las principales minas por su gran riqueza de minerales.

Ahora bien, si lo que se busca es una aventura en la naturaleza se recomienda explorar los ríos y arroyos del lugar. La visita a la mina de la Bufa es una actividad obligatoria, ya que es la más importante del pueblo; en la Barranca de Batopilas se puede realizar senderismo y observar la flora y fauna de la región.

El tercer Pueblo Mágico es Casas Grandes. Situado en las faldas de la Sierra Madre Occidental, este poblado es conocido por su rica historia, que hace posible viajar en el tiempo. Su arquitectura de diferentes épocas deja enamorado a cualquier visitante; en el lugar se pueden admirar casas de estilo victoriano y edificios del siglo XVII, como el Templo de San Antonio de Padua, y su impresionante zona arqueológica de Paquimé, la cual está inscrita como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Guachochi es un escenario majestuoso de la Sierra Tarahumara, que permite disfrutar de la vegetación en verano, cuando los campos se llenan de flores, y de las montañas cubiertas de nieve durante el invierno.

Una de las maravillas que se pueden visitar en este Pueblo Mágico es el lago de las Garzas, un bello manantial de agua dulce que se forma con las aguas del río Guachochi.

En su centro se puede observar la escultura en bronce de las aves que aquí habitan, pues no es una casualidad que el nombre de Guachochi derive de la expresión rarámuri “Lugar de garzas”.

Hidalgo del Parral es una verdadera joya colonial. Se fundó en 1631 con el descubrimiento de las minas de La Negrita en el cerro de la Cruz.

Este Pueblo Mágico es conocido como “La capital del mundo” debido a su importancia económica por el descubrimiento y explotación de minerales en el siglo XVIII.

Hoy sus museos y sitios históricos de pasado minero son atractivos imperdibles. Sus 497 monumentos le hicieron acreedor al reconocimiento del INAH como Ciudad de Monumentos Históricos.

Ahora sí, ¡buen viaje!