Hace unos 20 millones de años los efectos secundarios del tectonismo que creó a toda la Sierra Madre Occidental dieron origen a esta maravilla natural.
Las Barrancas del Cobre son un sistema de mesetas, cañadas y desniveles con una variedad climática impresionante, pues mientras cae nieve en las partes altas de las barrancas, en sus profundidades, donde corren los ríos, el clima es cálido.
En este universo se encierra una de las más importantes biodiversidades del mundo: en su vegetación destacan los bosques de pino y encino, principalmente, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, en regiones donde cada invierno caen fuertes nevadas.
Al descender hacia lo profundo de las barrancas la vegetación cambia a los 400 metros sobre el nivel del mar, con plantas características de climas semitropicales y húmedos, como mangos, naranjas, zalates, zapotes y otras plantas.
Esta diversidad también se presenta en la fauna, ya que abundan las especies de mamíferos, aves, reptiles, peces de agua dulce y anfibios, entre una larga lista.
Barrancas del Cobre se le llama a una red de enormes cañones que conforman la parte más abrupta de la Sierra Tarahumara.
El origen de su nombre se debe a la Barranca del Cobre, un ramal de la Barranca de Urique que alcanza los mil 300 metros de profundidad y que se hizo notorio por sus minas de cobre. Entre las barrancas más importantes se encuentran las de Urique, Sinforosa, Batopilas, Candameña, del río Mayo, Huápoca, Chínipas, Septentrión y Oteros, solo por citar las más hondas, las que rebasan al famoso Cañón del Colorado en Estados Unidos.
Génesis
Las Barrancas del Cobre surgieron hace unos 20 millones de años. Esto sucedió debido a los efectos secundarios del tectonismo que creó a toda la Sierra Madre Occidental. De esta manera se originaron profundas grietas y las magníficas barrancas que ahora vemos.
Es en las Barrancas del Cobre donde nacen aquellos ríos que luego regarán fértiles valles del norte del país: los ríos Fuerte, Mayo y Yaqui.
A la llegada de los primeros europeos a la Sierra Tarahumara, hacia finales del siglo XVI, habitaban en ella varios grupos indígenas. Actualmente, de ellos solo sobreviven cuatro: tarahumaras, tepehuanes, pimas y guarojíos.
La colonización de la sierra la iniciaron los misioneros jesuitas a principios del siglo XVII.
Las misiones más importantes y de las cuales aún se conservan sus iglesias fueron las de Sisoguichi, Cerocahui, Norogachi, Cajurichi, Bocoyna, Guaguachique, Cuzárare y Satevó, entre otras.
Sin embargo, el impulso colonizador más fuerte lo dieron los mineros. Estos fueron descubriendo minerales importantes desde fines del siglo XVII. Por ejemplo, Urique, Batopilas, Guaynopa, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Dolores, etcétera.
El último arribo colonizador, al terminar el siglo pasado, fue el de los madereros, al iniciarse la explotación forestal del bosque.
Actualmente, con una red carretera creciente y la vía del ferrocarril Chihuahua al Pacífico, el mundo de las barrancas está cada vez más a la mano.
Además, gracias a la belleza del paisaje y a la rica biodiversidad de Barrancas del Cobre este destino se ha vuelto muy famoso. Por lo tanto, se ha dado un gran impulso a la industria turística.
El Chepe
Desde el tren se pueden disfrutar las barrancas de Urique y del Septentrión. Esto sobre todo desde la estación Divisadero, donde se encuentran los mejores hoteles de toda la sierra.
Al Divisadero ya se puede llegar por carretera pavimentada.
Desde poblados como Creel, Guachochi, Madera y Divisadero es posible llegar a apreciar y disfrutar de las maravillas naturales que ofrece esta sierra.
Algunos ejemplos son sus barrancas, cascadas (las dos más grandes de México están en la barranca de Candameña: Piedra Volada, con 453 metros, y Basaseachi, con 246), cavernas, lagos, aguas termales y formaciones de piedra.
Desde 1961 el Tren Chihuahua-Pacífico, mejor conocido como El Chepe, ha venido realizando ininterrumpidamente el viaje en ferrocarril más espectacular de nuestro país, es decir, su recorrido por la Sierra Tarahumara desde Los Mochis hasta la ciudad de Chihuahua.
Este viaje por los majestuosos paisajes de la Sierra Madre Occidental hasta el corazón de la cultura tarahumara, es decir, las Barrancas del Cobre, ha sido el sueño de los viajeros más empecinados y conspicuos del país y más allá de las fronteras. En esta travesía, que por supuesto no se compara a ninguna otra, se recorren alrededor de 700 kilómetros cruzando 86 túneles y 37 puentes en lo que es una de las obras de ingeniería ferroviaria más ambiciosas y prodigiosas del mundo, sobre todo considerando la gesta que significa cruzar una de las sierras cuya orografía es de las más accidentadas y agreste de nuestro territorio.
Durante el trayecto, en el cual se puede bajar del tren y pernoctar en muchos de los destinos de la sierra, se pasa por lugares extraordinarios, siendo el Divisadero el que ofrece los mejores miradores de las espectaculares Barrancas del Cobre.
Y más adelante está el Pueblo Mágico de Creel, conocido como “La Puerta de la Sierra Tarahumara” y desde donde se pueden visitar muchos de los lugares más bellos e icónicos de la sierra.
Se puede viajar con todo el lujo y confort posible también en el Chepe Express, que por ahora corre solamente de Creel a Los Mochis, en realidad el tramo más interesante y vistoso de todo el recorrido por la Sierra Tarahumara.
El tren cuenta con seis vagones para pasajeros de clase ejecutiva y turista, con ventanas panorámicas, con cuatro pantallas HD, baños de lujo y sistema de audio Premium.
Del mismo modo el Chepe Express ofrece un restaurante de lujo, el Urike, que es un vagón de dos niveles con ventanas panorámicas y tipo domo para no perderse ningún detalle del paisaje mientras se disfruta de una comida espléndida preparada por los chefs del Chepe.
Pero también hay un elegante vagón bar con, por supuesto, ventanas panorámicas, salas lounge, una barra de snacks y bebidas, pantallas HD y baño de lujo.
Y quizás el área más atractiva sea el último vagón del tren, es decir, la terraza, con ventanas panorámicas abatibles del piso hasta el techo, que ofrecen la posibilidad de tener las mejores vistas posibles, un lugar perfecto para realizar las mejores fotos del recorrido.
Por supuesto el área cuenta del mismo modo con dos barras de snacks y bebidas, área lounge y pantallas HD.
En este trayecto de aproximadamente 350 kilómetros se tiene la posibilidad de bajar en El Fuerte, Divisadero y Creel, con la opción de pernoctar en todos estos destinos, porque El Chepe pasa todos los días, con lo cual se puede organizar una agenda de viaje de la mejor manera simplemente teniendo en cuenta puntualmente los horarios del tren.
Si quiere realizar el trayecto completo, es decir, desde Los Mochis hasta la ciudad de Chihuahua, siempre existe la posibilidad de decidirse por El Chepe regional o el de primera clase, que también sale todos los días: solo tiene que consultar los horarios en su página.