CAYETANA ÁLVAREZ DE TOLEDO: LA JUVENTUD Y LA DEMOCRACIA LIBERAL

“No hay mayor acto de patriotismo que promover la libertad”.

Esaú Sánchez
Nacional
Universidad De La Libertad Ricardo Salinas Pliego Cayetana Álvarez

Dirigiéndose a los alumnos de la Universidad de la Libertad la diputada

española exhortó a defender la democracia de los populismos y autoritarismos

a través del voto y la información.

Con el objetivo de consagrarse como un espacio de diálogo y reflexión, la Universidad de la Libertad (UL) organizó el ciclo de conferencias Primavera X la Libertad, mismo que el 17 de mayo contó con la participación de la diputada española Cayetana Álvarez de Toledo.

En marzo de este año Álvarez también participó en el Festival de las Ideas (FDI) con un discurso único que cimbró a las redes sociales y puso sobre la mesa la importancia de las democracias liberales en un contexto actual.

Así, en la medida en que la UL busca transmitir a los jóvenes el valor de la libertad y la verdad, la participación de Álvarez de Toledo era evidente.

De hecho, en un breve conversatorio que mantuvo con el presidente y fundador de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, la diputada resaltó la necesidad de hablarle a los jóvenes con capacidad de expresión, de síntesis y con una claridad de ideas, sin tener que vulgarizar o deteriorar la información.

“Por eso necesitamos instituciones como la UL, que rearmen intelectualmente a los jóvenes en las ideas de libertad”, declaró.

Por su lado, Salinas Pliego destacó que la conferencia de la diputada constituía toda una lección para estudiar y desarrollar. Y cuestionó el porqué parece que el panorama político está encasillado en una dupla izquierda-derecha: “¿No hay acaso otra geografía?”

Álvarez señaló que el debate actual, en efecto, no se trata de izquierdas o derechas, sino que “está en juego el suelo común y transversal que pisamos todos los ciudadanos para vivir en libertad: el Estado de Derecho, separación de poderes, contrapoderes, justicia independiente, libertad del individuo, la libertad de la ley… Eso no es un corpusque pertenezca a unos u otros, sino lo común”.

Juventud y valor

Considerando el contexto universitario y el espíritu disruptor y creativo de la UL, la diputada española partió de la juventud para explicar la importancia de la democracia liberal y el voto, señalando que aun cuando se entiende que haya jóvenes desencantados de la política se vive una crisis que requiere de su participación.

En este sentido, puntualizó que hay “una ruptura del vínculo afectivo entre representantes y representados, lo que constituye no una crisis política, sino de la política que está socavando las bases de la democracia. Los jóvenes, apáticos, enganchados en las redes, pero desenganchados de la política, se preguntan para qué votar, si aparentemente al final da igual. Pero no: no da igual”.

A partir de su vida personal, de la figura de su padre y de su labor como parlamentaria, declaró que “nada influye más en el devenir de una comunidad que el carácter de quien la lidera” y, sin embargo, cada vez hay un mayor desprestigio del trabajo político.

“Los parlamentos se han convertido en una mezcla de patios de colegio, circos y reality shows: hay diputados que lanzan mensajes ramplones, vulgares y con alto voltaje emocional que no buscan convencer a nadie, sino solo enardecer a una tropa cada día más compacta”, agregó.

Más aún, destacó que estos perfiles inadecuados también se extienden a otros poderes y puestos públicos: “¿Cuántos ministros hoy en día pasarían los filtros para trabajar en una empresa importante? En todo sentido, parece que la tónica es la mediocridad, cuando no el esperpento: hay personas con poca educación y sin ningún escrúpulo que suplen su falta de argumentos con ataques personales y atajos sentimentales; que anteponen la propaganda a los grandes proyectos a largo plazo; y que están más pendientes de Instagram que del interés general”.

A pesar de este panorama decadente, Álvarez de Toledo subrayó que no hay ningún oficio que tenga más importancia, pues los políticos cargan consigo la mayor de las responsabilidades, misma que afecta todos los aspectos de la vida cotidiana: “Desde lo nimio y elemental, como asegurar el suministro de electricidad, hasta lo más drástico, como la lucha contra la pobreza, la gestión de una pandemia y la participación en una guerra”.

Por ello, insistió, hay una necesidad de que a la política se dediquen “los más inteligentes, los más competentes, los más honrados: los mejores”.

Además, destacó que esto solo puede conseguirse de una manera: con la participación. “Jóvenes, de ustedes depende que la política no sea un barrizal donde chapoteen pícaros, egoístas, ególatras y mediocres; y que, en cambio, se acerque a su ideal, a una gobernanza íntegra, integradora e inteligente”.

De igual manera, instó a los jóvenes y al público en general a que se interesen, opinen y practiquen la política, ya sea de forma activa o a través de la movilización y el sufragio. “El voto iguala a todos los mexicanos: a una joven campesina de Chiapas con un industrial de Monterrey; el voto es la fuerza más poderosa de la que dispone un ciudadano. ¿De verdad van a renunciar a ese derecho, a ese poder? La apatía no es opción, porque en su páramo solo crece un fruto amargo: el populismo”.

Cuentos, mentiras y la verdad

Para Cayetana Álvarez de Toledo el principal enemigo de la democracia liberal es el populismo, una seudopolítica que se disfraza de democracia para corromper y destruir: “De forma enrevesada, quizá pedante: el populismo es el impúdico culto al pueblo con espurios fines antidemocráticos”.

En primera instancia, atenta contra los ciudadanos al tratarlos de forma condescendiente, “como si fueran menores de edad a los que no se les puede decir la verdad, porque pueden entenderla o, peor, pueden entenderla y no votar por los populistas”.

De esta forma, insistió, el populismo se ha energizado en los discursos dirigidos a los jóvenes, pues son a quienes más fácilmente pueden convencer, “convirtiéndose en el hada madrina de un cuento infantil: mimos, halagos, promesas imposibles de cumplir, una vida becada; todo gratis”.

Cayetana Álvarez

Segundo, el populismo ataca la cohesión social a través de la mentalidad de divide y vencerás: “Como no pueden gobernar por suma, lo hacen a través del miedo; rompen la sociedad en grupos y no gobiernan para todos, sino contra una mitad; su fin es el poder absoluto y su medio preferido la polarización”.

Más aún, recalcó que los populistas pueden recurrir a ejercicios de revisionismo histórico para construir discursos nacionales sustentados en el victimismo: “Pueden culpar a terceros, a veces muertos hace 500 años, de los problemas que ellos no tienen la capacidad o la voluntad de resolver”.

En este sentido, y considerando el superaño electoral por el que atraviesa el mundo entero, subrayó que la encrucijada en la que se encuentran nuestros países es precisamente la unión o la división: “Convivencia o polarización; progreso o retroceso; dicho sin eufemismos, democracia o autoritarismo”.

La diputada española puntualizó que la única forma de que el populismo retroceda es a partir de la elección de líderes que, en lugar de dividir, busquen sumar: “Con alguien que no busca enfrentar, sino integrar; que no busca el poder por el poder, sino el poder para hacer realidad un gran proyecto de nación, es la única forma en la que la política recupera su dignidad”.

No obstante, aunque las elecciones son un elemento sine qua non de la democracia, matizó que hay dictaduras y autoritarismos donde se vota casi de forma religiosa: “El populista puede convocar a elecciones, pero hace trampas: manipula el censo o las encuestas, compra votos y se convierte en una suerte de Papá Noel con el dinero público. En una democracia populista hay contrapoderes, sí, pero son de cartón; hay jueces, pero sirven al gobierno; hay institutos electorales, pero los controla el propio gobierno”.

Por lo anterior, puntualizó, la labor del periodismo es imprescindible. “Cuando un político hostiga a un periodista es porque tiene miedo a que los ciudadanos sepan la verdad, a que se conozcan sus secretos: la incompetencia, el fraude, el nepotismo, la corrupción. Tienen miedo a perder el poder”.

En este sentido, calificó de lamentable que México sea uno de los países más peligrosos de todo el mundo para ser periodista. “A unos los compran, a otros los censuran, pero a los terceros los aplastan”.

Así, la diputada española exhortó a los jóvenes y demás presentes a no olvidar a los periodistas y activistas: “Hónrenlos, defiendan a aquellos que día a día se juegan la vida para saber qué hacen los gobernantes con el dinero que se les otorga y el poder que se les da”.

Finalmente, insistió en que la verdad es un bien de primera necesidad, como el agua o la luz: “Sin verdad no hay progreso, ni democracia, ni libertad, ni seguridad. ¿Quieren un México seguro? Cuiden, protejan y defiendan a quienes buscan la verdad”.

Perfil

Cayetana Álvarez de Toledo nació en Madrid, en 1974. Es historiadora, periodista, diputada y portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de España. Estudió Historia en el New College de la Universidad de Oxford y se graduó en 1996. Al año siguiente recibió la Lady Allen Scholarship de la misma institución y se trasladó un año a España para abordar la investigación de su tesis. Tras doctorarse en 2000 regresó a España para iniciar una carrera primero en el periodismo y luego en la política. Fue editorialista, columnista y jefa de la sección de opinión del diario El Mundo. En 2006 se incorporó al Partido Popular como directora del gabinete del entonces secretario general. En marzo de 2008 se presentó a las elecciones generales por Madrid y obtuvo su escaño. Fue diputada por Madrid en dos legislaturas. Hoy es portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y portavoz de la Comisión Constitucional. Ha sido reconocida como Young Global Leader por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y en 2017 recibió el Premio Sociedad Civil del think tank Civismo.