Sin duda es un destino excepcional por su riqueza cultural, histórica y natural: si lo que busca es alejarse de las aglomeraciones, es el territorio perfecto.
Desde la rica mezcla de su capital hasta las maravillas naturales de su Sierra Gorda, pasando por su vasta región de vinos y quesos, Querétaro lo tiene todo.
Querétaro proviene de la palabra tarasca Queréndaro, que significa “lugar de peñas”. Su capital es una de las más antiguas de la Nueva España; conserva gran valor histórico porque fue sitio clave del inicio de la Independencia de México; además, durante la invasión estadunidense (1847) se sostuvo como capital del país.
Pero más allá de su legado esta tranquila ciudad colonial cuyo centro fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 también es un gran destino turístico.
En la entidad se puede disfrutar de la vida: ya sea degustando su amplia oferta gastronómica o bien conociendo sus antiguas casonas, admirando el maravilloso acueducto y paseando entre sus calles llenas de historia.
Por ejemplo, el acueducto es hoy símbolo y orgullo de la capital queretana. Se ubica sobre el Boulevard Bernardo Quintana. Esta majestuosa construcción se debe a don Juan Antonio de Urrutia y Arana, marqués de la Villa del Villar del Águila, quien lo mandó edificar entre 1726 y 1738 para satisfacer una petición de las monjas capuchinas.
La ciudad también cuenta con gran variedad de museos donde se puede descubrir el arte, no solo en sus exposiciones sino en el propio lugar que los aloja. Ejemplo de ello es el Museo de Arte de Querétaro donde, como su nombre lo indica, se puede disfrutar de diversas piezas de arte, además de admirar su bellísimo patio central y su arquitectura.
Entre los templos e iglesias destacan el Templo de Santa Clara y la Iglesia de Santa Rosa de Viterbo.
Por su peculiar arquitectura también es indispensable visitar el Templo de Teresitas. Y no debe olvidarse el Templo de San Francisco, ubicado justo frente al hermoso Jardín Zenea.
A estos sitios se suman el famoso Teatro de la República, lugar donde se firmó la Constitución del 1917, y el Cerro de las Campanas, famoso por ser el sitio donde fue fusilado el emperador Maximiliano de Habsburgo, así como el Museo de la Restauración de la República, parte del exconvento de Capuchinas.
Pueblos Mágicos
Pero si lo que se busca es alejarse de las aglomeraciones y descubrir paisajes desconocidos los Pueblos Mágicos queretanos ofrecen, además de una gran variedad de riqueza cultural y gastronómica, una auténtica reconexión con la naturaleza.
El primero de ellos es Tequisquiapan, lugar favorito de muchos por su agradable clima; hermosas plazas y calles para recorrer a pie; balnearios; mercados de artesanías; museos y, por si fuera poco, a la lista se añade la tradición en la gastronomía del queso y el vino.
Festivales, vuelos en globo, catas con enólogos y conciertos de música en cavas prometen también al viajero un sinnúmero de experiencias memorables.
Tequisquiapan se fundó en 1551 y su nombre, de origen náhuatl, significa “lugar sobre el río del tequesquite”, esto por los árboles que crecen junto al río Tequisquiapan, mismo que alimenta la presa Zimapán.
El siguiente Pueblo Mágico es Bernal. De orígenes chichimecas, es un rincón queretano quieto y lleno de paz. La vida de sus habitantes pasa sin prisa y con mucha calma, pues el tiempo parece detenerse. Por cualquier lugar donde se camine siempre está presente su monolito, ese que impone e irradia armonía, tranquilidad y misterio, mientras que las calles del pueblo se colorean de textiles de lana y de otras muchas artesanías.
La Peña es de hecho el tercer monolito más grande del mundo, después del Peñón de Gibraltar y Pan de Azúcar. Tiene aproximadamente diez millones de años y se le calcula un peso de 20 millones de toneladas; se dice que provee de “vitalidad” a los pobladores cercanos a ella.
Cadereyta de Montes es un Pueblo Mágico que constituye una de las entradas a la Sierra Gorda de Querétaro, pero es mucho más que eso: se trata un lugar donde se junta el semidesierto con el agua. Se trata de un antiguo asentamiento de chichimecas fundado en 1640 como Villa de Cadereyta y nombrado en 1902 como Cadereyta de Montes en honor a Ezequiel Montes (político y diplomático liberal).
Esta zona tiene el privilegio de contar con una enorme variedad de ecosistemas enmarcados por las rojizas paredes de la sierra queretana. Se puede hacer senderismo, pescar, escalar o admirar sus construcciones religiosas, además de visitar dos de los más diversos invernaderos de cactáceas en América.
Jalpan de Serra se caracteriza por su historia y bellezas naturales. Situado justo en el corazón de la Sierra Gorda, este Pueblo Mágico regala recuerdos de la cultura pame (etnia indígena del centro norte del país) y sabores de una cocina huasteca que se niega a morir.
Jalpan aloja también maravillas naturales que florecen en sus alrededores: cuevas, ríos, cascadas y lagos que harán regresar al viajero una y otra vez, ya sea para vivir aventuras con las diversas opciones que ofrece su ecoturismo o simplemente para sumirse en la contemplación.
San Joaquín es uno de los lugares más bellos de la Sierra Gorda de Querétaro. Pueblo Mágico desde 2015, lleno de tradición e historia, ofrece gran variedad turística, riqueza cultural y gastronómica, además de impresionantes paisajes naturales y mucha aventura.
El lugar aloja un visible pasado minero, prueba de lo cual son las ruinas de Ranas y Toluquilla. Pero estar dentro de la Sierra Gorda y la región de la Huasteca lo ha vuelto escenario natural y cultural por excelencia, especialmente en abril, cuando se convierte en el escenario principal del Concurso Nacional de Huapango.
Amealco se distingue en tanto por sus valles áridos del semidesierto, que ceden el paso a un paisaje de leves cerros, bosques y pastizales donde se asienta; este pueblo lleno de color y tradición invita a conocerse sin apuro.
En Amealco nació uno de los símbolos artesanales de Querétaro: sus coloridas muñecas de tela, conocidas como Marías. También es la tierra del pulque y el lugar donde se venera a Santa María Concepción.
Pinal de Amoles, finalmente, se incorporó a la lista de Pueblos Mágicos en 2023. Es un tesoro escondido en el corazón de Querétaro, que cautiva con su belleza natural y su encanto tradicional.
Situado en la Sierra Gorda, este pintoresco municipio ofrece toda una experiencia para aquellos que buscan escapar de la rutina y disfrutar de la calma y relajación que ofrece la naturaleza. Lo primero que impresiona al llegar al lugar es su entorno montañoso, rodeado de majestuosos cerros y valles. Este rincón de Querétaro es un paraíso para los amantes del ecoturismo.
Asimismo, su cultura, gastronomía y arquitectura también invitan a recorrer los caminos empedrados de su Centro Histórico y profundizar en su historia y tradiciones.