Organizará en 2024 las elecciones más grandes de la historia, con más de 21 mil cargos en disputa: Presidencia, nueve gubernaturas, Congreso de la Unión, 30 Congresos locales, mil 900 presidencias municipales
Este mes comienza una nueva etapa del Instituto Nacional Electoral (INE) con la llegada de cuatro nuevos integrantes al Consejo General, entre ellos la presidenta del organismo, Guadalupe Taddei Zavala.
Los nuevos consejeros se sumarán a las tareas de los otros siete integrantes del consejo y juntos encabezarán en 2024 la organización de los comicios más grandes en la historia del país, con más de 21 mil cargos en disputa.
Se trata de elecciones federales en las que se votará por presidente de la República, 128 integrantes del Senado y 500 miembros de la Cámara de Diputados; además de tres decenas de comicios locales concurrentes en los que se elegirán más de tres mil diputados de 30 Congresos estatales y más de mil 900 presidencias municipales.
Una serie de retos de carácter logístico y sociodemográfico esperan a los nuevos consejeros, así como también una habitual conducta delictiva por parte de los partidos políticos y candidatos que en cada elección violan la ley y, al mismo tiempo, denuncian a sus adversarios de hacer lo mismo que ellos.
Respeto y diálogo
Ante el Consejo General del instituto, el 3 de abril Taddei rindió protesta como nueva consejera presidenta y posteriormente tomó protesta a Rita Bell López Vences, Arturo Castillo Loza y Jorge Montaño Ventura como consejeros para el periodo 2023-2032.
Con dichas incorporaciones se conforma, por primera vez en la historia del país, un órgano electoral colegiado integrado mayoritariamente por mujeres.
Al asumir su cargo la presidenta del INE planteó que entre los retos inmediatos del instituto “está la revisión del costo de la democracia, sin perder la excelencia en la aplicación de la técnica electoral”.
En este sentido, dijo que “uno de los primeros pasos será reflexionar y analizar en torno del clamor de la sociedad sobre el costo de las elecciones y establecer cómo incorporar la modernización tecnológica para determinar qué se puede abaratar, sin perder la calidad de los procesos electorales”.
También indicó que se debe respetar la “colegialidad” de las decisiones del Consejo General.
Al respecto, agregó que “se respetará el derecho de cada fuerza política a pertenecer al Consejo General y a poner sobre la mesa sus visiones de futuro”, pero los partidos, subrayó, “también habrán de respetar los acuerdos técnicos de la Herradura de la Democracia”.
En tal sentido informó que en breve se organizarán mesas de trabajo, en particular con cada una de las fuerzas políticas.
Finalmente, al manifestarse convencida de que el desempeño del nuevo consejo habrá de contribuir al incremento de la vida democrática del país, se comprometió a “tener siempre la disponibilidad de la escucha atenta y a establecer una política de trabajo de puertas abiertas”.
Cancelar confrontaciones
En su intervención, Bell destacó que “es la primera integración del consejo compuesta de forma mayoritaria por mujeres, por lo que también debemos construir una agenda desde una visión de género”.
La consejera expresó que procede de los grupos activos de la sociedad civil y de las redes de mujeres, a quienes invitó a que la sigan acompañando. Asimismo, empeñó su palabra para “reducir la brecha que separa a esta noble institución de los ciudadanos” y continuar su lucha “en favor de las mujeres, muy especialmente de las indígenas”.
En su oportunidad, Montaño expresó: “Comprometo mi indeclinable voluntad para contribuir a la democrática renovación de los poderes públicos, aportando la modesta experiencia y enseñanza en materia electoral que he acumulado a lo largo de los últimos tres lustros de mi vida”.
Invitó el consejero a los actores políticos, los partidos y la sociedad a “construir y transitar en un ambiente que dimensione cabalmente los principios y las reglas de la democracia, para que sea el debate de las propuestas políticas su mejor expresión, toda vez que la sociedad desde hace tiempo nos reclama la cancelación de confrontaciones que solo dividen y aplazan las soluciones”.
Dejó en claro que “no es con golpes de suerte, ni desgarrándonos las vestiduras, ni con discursos incendiarios o buenos deseos como avanzaremos en la consolidación de un México plural y participativo, sino con nuestras acciones en pro de la democracia”.
A su vez, Castillo prometió “trabajar siempre dentro del marco de la Constitución y de la ley, sin filias ni fobias, con la confianza que da la transparencia en el desempeño del encargo”.
Manifestó su compromiso con la defensa de los derechos ciudadanos y del voto, a partir de un nuevo pacto, “apostando por la imparcialidad de este árbitro, con miras a tener una democracia más sólida, eficiente y duradera”.
Al personal del instituto, el consejero Castillo les indicó que cuentan con su “confianza, apoyo y reconocimiento por su profesionalismo y entrega, porque gracias a ellos es posible la organización de elecciones libres, auténticas y periódicas”.
Bienvenida
Al dar la bienvenida a los nuevos integrantes del INE, la consejera Dania Ravel Cuevas aseguró que durante los próximos años “trabajaremos arduamente para seguir fortaleciendo nuestra democracia y garantizando elecciones libres, transparentes y justas en nuestro país”.
Destacó que “uno de los mayores retos será continuar defendiendo la autonomía e independencia del INE, para garantizar que las elecciones sean completamente imparciales, sin interferencias externas de ningún tipo”.
En tanto, el consejero Martín Faz Mora recalcó que uno de los grandes retos de la nueva conformación del consejo, lo constituye la implementación del principio de colegialidad, “que debe caracterizar a los órganos de dirección del instituto, conforme al actual diseño institucional” y que “consiste en el hecho de que las decisiones deben atravesar un proceso deliberativo, en el que participemos todos sus miembros; por lo que, en principio, el sentido final de las decisiones debe ser el de compartirlas por sus integrantes, más allá de los naturales disensos”.
Advertencias
El consejero Jaime Rivera sostuvo que el INE enfrenta tres grandes retos rumbo al año próximo: “La hostilidad y descalificaciones al árbitro electoral, la polarización y una reforma electoral que borre los avances democráticos, son los principales retos que enfrenta el instituto de cara a los comicios de 2024”.
Afirmó que “a pesar del apoyo ciudadano con el que hoy cuenta la institución, existe un riesgo latente de que esta continua hostilidad socave la confianza, un pilar fundamental en la organización de procesos electorales”.
No se trata, puntualizó, “de silenciar ninguna opinión de otros actores, sino de emitir información de calidad que resulte convincente y restaure la credibilidad de la propia autoridad, pero sobre todo del proceso electoral en su conjunto. Es de temer que la hostilidad permanezca, porque socava la confianza y no auguro nada bueno para el futuro electoral del país”.
También señaló que persisten voces que piden una reforma electoral que “parece ir en una dirección que resulta preocupante y que constituiría un retroceso de las reformas que han creado un sistema electoral que ya probó su fortaleza y autonomía”.
Expuso: “Cuando se habla de desaparecer el INE o convertirlo en un organismo que en la práctica estuviera subordinado a un partido o al gobierno, significaría un retroceso de más de 30 años en la vida electoral de México y eso debería considerarse inadmisible”.
La consejera Ravel Cuevas llamó por su lado a fortalecer la institucionalidad y la cultura democrática para dar protección y certidumbre a los derechos de la ciudadanía.
Aseveró que “la defensa de la democracia es una tarea colectiva permanente y el involucramiento de la ciudadanía no se debe limitar al ejercicio del voto, ya que la democracia es un estilo de vida que reconoce y respeta los derechos humanos de todas las personas”.
“Los partidos habrán de respetar los acuerdos técnicos”.
También dijo que “uno de los retos, no solo para las autoridades administrativas y jurisdiccionales sino para todos los actores políticos que intervienen en el sistema democrático, es revitalizar la cultura política para tener una sociedad más informada y participativa”.
Aseguró que “en un entorno democrático es difícil concebir a las instituciones electorales sin el blindaje de su autonomía de gestión e independencia para la toma de decisiones, en especial en contextos como el mexicano, en el que partidos políticos y gobiernos tienen mucho margen de poder de decisión”.
Marco Aguilar Coronado, representante del PAN ante el consejo del INE, dijo a los nuevos integrantes que “asumen una enorme responsabilidad que tendrá consecuencias fundamentales para nuestra patria”.
Al respecto abundó: “Los retos de los organismos electorales en México han transitado sensiblemente. De los tiempos en que la ciudadanía luchaba para arrebatar al poder el control de los procesos electorales, ahora vivimos tiempos en que el poder intenta arrebatar el control de la organización electoral a la ciudadanía”.
En este sentido, dijo a los nuevos consejeros: “Por eso el reto que ustedes asumen es enorme. A partir de ahora van a ser objeto de un escrutinio público intenso. Asumen su responsabilidad en un momento en que el instituto está siendo acosado desde el poder, pero en el que, por otra parte, se ha logrado una impresionante movilización ciudadana cuyo objetivo fundamental es que los ataques no logren el desmantelamiento que proponen. Las primeras decisiones que se tomen con la nueva integración serán fundamentales. Estaremos atentos a ellas”.
Organizar elecciones
La nueva presidenta del instituto y los tres nuevos consejeros se sumarán a los otros siete integrantes del Consejo General para encabezar en 2024 la organización de los que serán los comicios más grandes en la historia del país.
El proceso federal prevé la elección de presidente de la República, así como de los 128 integrantes del Senado y 500 miembros de la Cámara de Diputados, 300 de mayoría y 200 plurinominales.
Además, el INE participa con los 32 institutos electorales locales en la organización de sus respectivos procesos. Las 30 entidades que renovarán sus Congresos son: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
En estas se votará, en conjunto, por tres mil cuatro diputados locales.
Asimismo, en 30 estados (Durango e Hidalgo quedan excluidos del total) se elegirán a los integrantes de mil 926 presidencias municipales (alcaldías en el caso de la Ciudad de México), que prevé la elección del presidente municipal, las sindicaturas (poco más de dos mil) y las regidurías (alrededor de 17 mil 800).
Otras autoridades que se eligen en determinadas entidades son juntas municipales, concejales y presidencias de comunidad.
En total se trata de más de 21 mil 400 cargos de representación popular a nivel federal, estatal y municipal.
Además del Ejecutivo federal y el Congreso de la Unión los otros cargos de mayor relevancia que se elegirán en 2024 son las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Como bien sabemos, el Consejo General del INE es responsable de instrumentar los conteos rápidos de las elecciones federales (Presidencia y Congreso) así como de las elecciones de gobernador, con el fin de que la misma noche de los comicios se conozcan las tendencias de los resultados.
“Hostilidad, descalificaciones y polarización: principales desafíos”.
Ahora bien, al hablar de más de 21 mil cargos se podría estimar que la cifra de candidatos llegue a 60 mil u 80 mil.
Lo anterior significa que el INE tendrá que revisar los gastos de egresos e ingresos de dicho universo de candidatos, pues cada uno —individualmente o en coalición— debe presentar su respectivo reporte al órgano electoral, que es el responsable de la fiscalización.
En cuanto al día de la jornada electoral, sabemos que corresponde al INE definir el lugar en que se instalarán las más de 160 mil casillas para recibir los votos de las elecciones federales y locales concurrentes.
También debe organizar la visita de aproximadamente 12.5 millones de ciudadanos, de entre los cuales elegirá alrededor de millón y medio para capacitarlos con el fin de que sean los funcionarios de casilla (propietarios y suplentes) encargados de recibir y contar los votos.
Para la tarea de localizar ciudadanos y posteriormente capacitarlos como funcionarios de casilla se requieren aproximadamente 50 mil supervisores y capacitadores electorales, es decir, personal del instituto encargado de dicha tarea.
El año próximo el número de inscritos en la Lista Nominal de Electores podría rebasar los 95 millones, por lo que tan solo para la elección federal se requeriría imprimir más de 280 millones de boletas electorales.
Se debe tomar en cuenta que durante el desarrollo de las campañas las autoridades del organismo reciben cientos de quejas de los partidos y candidatos, quienes denuncian conductas irregulares de sus adversarios.
Durante un proceso, el instituto llega a iniciar más de 500 procedimientos administrativos sancionadores, es decir, investigaciones que derivan en sanciones o recomendaciones.
El INE de todos los días
Día a día el INE se encarga de recibir a miles de ciudadanos en sus casi 900 módulos de atención en los que expide las credenciales de elector, ya sea por solicitud de alta en el Padrón Electoral, cambio de domicilio, extravío o renovación.
En un año el instituto llega a expedir hasta diez millones de credenciales, por alguno de los anteriores conceptos.
Actualizar el Padrón y la Lista Nominal es una gran tarea a la que se suma la responsabilidad de resguardar los datos personales de millones de mexicanos.
Y sin duda el gran valor del instituto es organizar procesos equitativos, vigilados para que se respete la ley y con un acertado recuento de votos para que al final en la ciudadanía y los actores políticos exista certeza, credibilidad y confianza en los resultados.
De ese tamaño es el reto de los once consejeros electorales, cuatro de ellos que recién se suman a los trabajos del organismo.