AMENAZAS A LA DEMOCRACIA

Antonio Caporal
Nacional
Armando Chaguaceda

El politólogo e historiador Armando Chaguaceda ofreció en la Universidad de la Libertad (UL) la conferencia La amenaza iliberal: ideas y poder en el siglo XXI, en la que llamó a la “solidaridad democrática transideológica” a fin de defender desde cualquier punto del mundo las libertades y los derechos civiles.

Durante su exposición, el escritor alertó sobre la expansión de “regímenes iliberales” que devienen en autoritarismos, algunos de ellos “disfrazados de democracias liberales” y otros abiertamente “populistas de izquierda”.

Derechos inalienables

El académico del Colegio de Veracruz es un conferencista recurrente en diversos foros, en particular aquellos donde se debaten y difunden ideas de corte liberal y democrático, como la UL, institución académica auspiciada por Grupo Salinas, que encabeza el empresario Ricardo Salinas Pliego.

Chaguaceda inició su conferencia destacando que el liberalismo busca la expansión de la ciencia, la razón, el progreso y el humanismo: “El liberalismo es ese proyecto que concibe a la sociedad como compuesta por individuos portadores de derechos inalienables, que concibe a la economía alrededor de la idea de un mercado en el que hay concurrencia de productores, vendedores, comerciantes”.

Agregó: “Al liberalismo se le relaciona, desde el punto de vista del andamiaje institucional, con la idea de un Estado de Derecho, de una tripartición de poderes (división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a fin de tener un sistema de contrapesos) y de un Estado con poderes limitados”.

Igualmente, resaltó que un Estado liberal celebra elecciones periódicas de los poderes Ejecutivo y Legislativo a través del voto libre, universal y secreto, creando mecanismos de representatividad, es decir, que garanticen pluralidad democrática y las minorías estén representadas.

Populismo

Al dirigirse a los estudiantes, facilitadores (académicos) y autoridades de la UL, el politólogo explicó que una vez asimilado el concepto de liberalismo, “podemos entender el iliberalismo como una reacción al liberalismo”.

Al respecto, abundó: “El iliberalismo se concibe como una concepción de la política, de la economía y de la sociedad que rechaza la idea de multilateralismo y la apuesta a cierto orden internacional a favor de la idea de un Estado-nación. Dentro de esa institucionalidad define un modelo de líder fuerte (populista-autoritario) y de pueblo unificado (fanatizado) como sujetos políticos principales. Un líder que se comunica directamente con un pueblo, en una relación jerárquica, pero de mutua alianza, sin instituciones intermediarias. Y, por supuesto, sin reconocer la existencia de oposiciones más o menos estables y respetadas”.

En el plano económico, añadió, “el iliberalismo promueve la idea del proteccionismo: una economía estatizada, con capitalismo nacional, con oligarquías ensambladas con el poder del Estado, patrimonial; aunque también acepta, por supuesto, modalidades neoliberales. Es decir, no promueve siempre una idea de estatizar la economía, porque a menudo hay privatizaciones, pero son privatizaciones para los amigos, los oligarcas, que crecen al amparo del Estado iliberal”.

Señaló que si bien dentro del iliberalismo el Estado se conforma de tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el primero de ellos subordina a los otros dos. Asimismo, dijo, se celebran elecciones periódicas, pero las fuerzas opositoras se ven constantemente acosadas desde el poder, en tanto que los derechos como la libertad de expresión o de movilización son igualmente limitados e incluso reprimidos.

UL

Llamado

Armando Chaguaceda alertó sobre el crecimiento del iliberalismo en el mundo, en particular en el denominado “mundo occidental”, Europa y América, y básicamente en América Latina, donde se consolidan regímenes autoritarios y populistas como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Su crecimiento es multifactorial, explicó: crisis económicas, desigualdades, corrupción, fanatismo, desinformación (producto de las falsas noticias o fake news), fracasos de gobiernos liberales, etcétera.

Las consecuencias, aseguró, son la caída de las economías, desempleo, falta de inversión, desabasto de insumos básicos (alimentos, medicinas, agua potable), deterioro del medio ambiente y violencia.

En este sentido, lanzó un llamado a defender la democracia, las libertades y en general los derechos fundamentales: “Hay que llamar a la solidaridad democrática transideológica. Esperemos que no tengamos que perder estos valores y nuestros espacios de libertad para después añorarlos”.

Concluyó: “Debemos sumar a todos los que creemos (sean de derecha o de izquierda) que las sociedades tienen el derecho a tener derechos, a elegir libremente a sus gobernantes y poder vigilarlos, y a participar activamente en la política”.

Perfil

Armando Chaguaceda es licenciado en Historia, maestro en Ciencias Políticas (Universidad de La Habana) y doctor en Historia y Estudios Regionales (Universidad Veracruzana).

Investigador en Gobierno y Análisis Político.

Profesor de El Colegio de Veracruz.

Ha sido profesor visitante en la Universidad Politécnica de Nicaragua; la Universidad Central de Venezuela; la Universidad de Girona, España; la Universidad Sergio Arboleda, Colombia; y la Universidad de la Sorbona la Nueva, Francia.

Especializado en el estudio de los procesos de democratización y autocratización en Latinoamérica y Rusia.

Experto del proyecto V-Dem (Universidad de Gothemburgo).

Compilador y coautor de siete libros y autor de 30 artículos académicos.