ES HORA DE REGRESAR A LA ESCUELA: EL ACTUAL ESQUEMA PERJUDICA A NIÑOS, PADRES Y MAESTROS

Ángel Hernández
Nacional
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JOSEP LAGO/AFP

El cierre de las escuelas en el país desde hace más de seis meses para evitar los contagios del nuevo coronavirus provoca graves problemas en el aprendizaje de millones de niños y jóvenes que pasan gran parte del día confinados, situación que les genera además serios daños físicos y emocionales.

Los estudiantes mexicanos tratan de aprender en espacios reducidos e inadecuados y con limitantes tecnológicas, condiciones contraproducentes para una adecuada enseñanza y que son detonantes de estrés, depresión, enojo, falta de concentración, frustración, apatía y otras manifestaciones emocionales que complican aún más la crisis que ya sufren por el encierro que ocasiona la pandemia de Covid-19.

Esta situación de angustia en los hogares se extiende a los padres de familia, quienes se ven obligados a desempeñar el papel de maestros de sus hijos más pequeños sin estar preparados para ello, lo que genera un doble conflicto: por un lado, un gran número de madres pasan varias horas en apoyo de sus hijos en tareas que desconocen y, por otro, los ingresos de los hogares se deterioran más porque realizar una labor de enseñanza obligada impide que alguno de los padres genere ingresos y con ello aumenta la incertidumbre económica en que viven.

Las escuelas por su parte también se han visto perjudicadas por un cierre que genera la pérdida de alumnos porque abandonan sus estudios. Hay desempleo entre los maestros. Y se interrumpió el papel fundamental que tienen los planteles en la vida social de los alumnos como centros de formación académica y de convivencia.

Mientras en el mundo cada vez más países de Europa, Asia y Latinoamérica reabren las escuelas con los cuidados recomendados por las autoridades, incluyendo el uso de mascarillas, higiene constante de manos y espacios amplios entre los pupitres escolares, en nuestro país decisiones burocráticas de las autoridades de salud y educación mantienen cerradas los colegios aun cuando ello profundiza la crisis que viven las familias, que se ven colapsadas por este esquema de enseñanza en los hogares.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, así como el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, afirman que los planteles escolares permanecerán cerrados hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde para evitar contagios en la población escolar.

Sin embargo eso no se cumple: el estado de Campeche lleva varias semanas en ese color y los estudiantes siguen confinados.

Esquema agotado

Tras varios meses en práctica el esquema de clases a distancia, a decir de expertos y padres de familia, se agotó debido a que los alumnos no pueden aprovechar los aprendizajes por las condiciones de encierro en que viven.

A los maestros, en tanto, si bien recibieron capacitación para el uso de herramientas de educación a distancia, la realidad los rebasa ya que a lo largo del país se constatan las dificultades técnicas y pedagógicas que enfrentan para orientar de manera adecuada a los alumnos a distancia.

Para Margarita Acuña Soto, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), este tipo de enseñanza provocará muchos “descalabros” y la actual es una situación de “sálvese quien pueda y edúquese quien pueda”.

La demanda es cada vez más generalizada hacia un esquema de enseñanza que no garantiza el avance educativo de los niños y jóvenes, resultando perjudicial para las nuevas generaciones, que sufrirán rezagos en su formación, y que además provoca el caos al interior de las familias porque pierden actividad social y sufren perjuicios económicos.

El burocratismo y la falta de acción de las autoridades de salud y educación para permitir que los alumnos regresen a las aulas, con medidas que otras naciones han puesto en práctica para evitar contagios en las escuelas, agravan los daños ya ocasionados por el confinamiento y reflejan insensibilidad de los graves perjuicios que se causan a los componentes esenciales de la educación: alumnos, padres de familia, maestros y escuelas.

Para los especialistas consultados todo lo anterior es resultado de decisiones políticas y refleja una falta de visión que pone en riesgo no solo el aprendizaje sino también la estabilidad emocional de los niños y jóvenes, por lo cual consideran que ya es momento de permitir el regreso a clases presenciales para evitar que tantas personas continúen en reclusión con los perjuicios que conlleva esta situación al interior de las familias.

Impedir más deterioro

El cierre de la mayoría de las escuelas en el mundo por la pandemia provocó que más de mil 500 millones de estudiantes de todos los niveles suspendieran su enseñanza en las aulas y tuvieron que confinarse en sus casas.

Así, en muchos países el ciclo escolar en curso tuvo que suspenderse en su parte final (como en el caso de México) y con ello ampliar el periodo de vacaciones para evitar los contagios de Covid-19.

La reanudación de las actividades escolares con el nuevo ciclo educativo se complicó por los altos niveles de contagios que persistían en algunas regiones, por lo que los gobiernos idearon diversos esquemas para reactivar la enseñanza, entre los que destacan las clases a distancia por medio de los sistemas de televisión abierta y cerrada, así como la radio en los casos de las áreas más alejadas de los centros urbanos.

Pero ante la realidad de que los contagios del virus SAR-CoV-2 no se controlarán mediante el mero confinamiento sino hasta que se descubra una vacuna o se encuentre un tratamiento efectivo un número cada vez mayor de gobiernos reabre las escuelas para evitar que el aprendizaje de los alumnos siga deteriorándose.

La reapertura de las clases presenciales busca de este modo aliviar a las familias de la carga que significa que sus hijos menores y adolescentes aprendan en casa, en la mayoría de los casos en condiciones inadecuadas.

Latinoamérica

En Latinoamérica son también cada vez más los países que se alistan para regresar a clases.

Uruguay fue el primero en Sudamérica en autorizar las clases presenciales bajo un estricto protocolo sanitario, luego de tres meses en los que sus estudiantes tomaron clases virtuales.

Limpieza del calzado en una alfombra sanitaria, uso de mascarilla, desinfección de manos y responder un cuestionario son pasos que los estudiantes uruguayos realizan antes de ingresar al aula, donde deben mantener distancia con sus compañeros.

El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, afirma que decisiones “pensadas, coordinadas y planificadas” permitieron complementar esta medida, que se realizó en conjunto con el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Salud Pública y el Sistema Nacional de Emergencias.

Colombia es otra de las naciones que pusieron en práctica programas piloto de reapertura de colegios, los cuales iniciaron en regiones con baja o nula afectación de contagios y donde los estudiantes cumplen de manera obligatoria las medidas de seguridad, como uso de mascarillas y geles para desinfectar, así como observar la distancia recomendada de dos metros dentro y fuera de los salones.

En Brasil, una de las naciones más afectadas por el coronavirus, el estado de Amazonas se convirtió en el primer territorio en reabrir los colegios públicos luego de cinco meses de clases a distancia: a mediados del mes de agosto 110 mil alumnos regresaron a los planteles con medidas sanitarias y distanciamiento dentro de las aulas.

Asimismo la provincia de San Juan, en Argentina, reanudó clases con los cuidados necesarios.

De acuerdo con especialistas de la región la reapertura de las escuelas públicas continuará sin descuidar los niveles en que se encuentran los contagios de Covid-19 y con protocolos de sanidad que se han recomendado a la población a lo largo de la pandemia, a lo que se suman esquemas mixtos de asistencia a los salones con clases virtuales en los hogares.

Europa

En el Viejo Continente también se ha dado una reapertura gradual y cada vez más extensa de las escuelas.

Reino Unido abrió los planteles de primaria a principios de junio con restricciones ya que los salones no deben sobrepasar el límite de 15 niños en clases, con medidas de higiene y distanciamiento social.

“No podemos quedarnos confinados para siempre: debemos hacer una transición”, afirmó el ministro de Exteriores, Dominic Raab, quien recalcó que la retirada de medidas de aislamiento para combatir al coronavirus se hará de forma gradual y cuidadosa.

En Italia, desde mediados de septiembre, unos seis millones de estudiantes regresaron a las clases presenciales con medidas especiales: uso de mascarillas, distancia en clase, gel desinfectante y pupitres individuales.

Las actividades físicas que no pueden realizarse con la mascarilla se hacen al aire libre, manteniendo al menos dos metros de distancia. Las mascarillas son obligatorias a partir de los seis años cuando se está en movimiento dentro de la escuela, pero el alumno se la puede quitar al sentarse en su pupitre y se come por turnos en los comedores escolares para evitar aglomeraciones.

Luego de que el gobierno italiano afirmó que el confinamiento es insostenible el primer ministro Giuseppe Conte aseguró que la curva de contagios en las escuelas “es muy baja”. Agregó que han estado trabajando de manera muy eficiente y logran un alto nivel de seguridad para sus estudiantes.

Francia, España, Portugal, Grecia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Islandia, Austria y Suecia también reabrieron sus centros escolares con medidas de higiene y seguridad.

Las palabras del ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, resumen la actitud que han asumido la mayoría de los gobiernos europeos: la reapertura de los centros educativos “es una urgencia social y más en periodo de crisis”.

Niños, los más afectados

Expertos en Pedagogía afirman que el efecto más evidente que ha traído el cierre de escuelas es la interrupción del aprendizaje, y si bien es un problema en todos los niveles educacionales quienes más lo sufren son los pequeños que inician el ciclo escolar y aquellos a punto de egresar.

Los pequeños son los más perjudicados, explican, porque si no adquieren las destrezas básicas como leer y escribir o sumar y restar “se enfrentan a un déficit esencial para avanzar hacia los cursos superiores”.

Por lo que respecta a los mayores estos enfrentan dificultades porque se hacen más difíciles sus perspectivas de ingreso a la educación superior o al mundo laboral.

La falta de alimentación es otra consecuencia negativa del cierre de los planteles educativos ya que en regiones menos desarrolladas las escuelas públicas reparten alimentación gratuita a los niños que no tienen los recursos económicos para financiar el desayuno y el almuerzo, como en Latinoamérica o África.

Otro de los problemas surgidos por el cierre de los planteles educativos y el hecho de que los alumnos estudien en casa es que las familias no están preparadas para enseñar: ya sea que los niños se conecten virtualmente o que reciban guías de trabajo en papel, muchos padres no están preparados para responder preguntas y asistir todo el proceso de enseñanza.

En cuanto al acceso a las clases virtuales se produce una desigualdad, porque en muchas zonas —y sobre todo en las rurales— no hay señal de internet y hay casas donde si bien tienen acceso a ese servicio muchas veces es limitado por las condiciones económicas de las familias.

Los expertos resaltan que si bien la brecha digital siempre ha existido la pandemia puso en evidencia las huellas que deja la desigualdad en el acceso tecnológico.

Otra consecuencia negativa del cierre de las escuelas es el aumento del abandono escolar, que ya es un problema en varios países, incluyendo a México.Por lo que hace a la aplicación de modelos híbridos de enseñanza en televisión y radio durante la pandemia, diseñados para familias sin acceso a internet como en México o Brasil, expertos de la UNESCO hacen ver que varios estudios demuestran que las clases por televisión son una buena opción solo si se acompañan de material impreso, tutorías por teléfono o algún tipo de seguimiento a los alumnos.

Pero aseguran que cuando se dan clases por televisión sin ningún otro complemento no generan buenos resultados.

SSA y SEP: obstáculos

La experiencia en Latinoamérica y sobre todo en la gran mayoría de las naciones europeas muestra que la apertura de las escuelas es posible con protocolos puntuales que han demostrado su efectividad para contener los contagios, como es el uso de mascarillas, observar distanciamiento social y utilizar gel desinfectante, a los que se agregan tomar la temperatura al ingresar a los planteles, que los pupitres se mantengan a una distancia amplia o establecer un máximo de estudiantes por salón.

Expertos en Pedagogía y Sicología, así como padres de familia, destacan que en México millones de estudiantes se han convertido en rehenes de las autoridades de salud y educativas, como el subsecretario Hugo López-Gatell o el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, quienes con actitudes burocráticas no se dan cuenta de los graves daños que provocan al propiciar que los niños y jóvenes sigan confinados y no puedan ir a la escuela.

Pero este no es el único problema que propician las omisiones de los funcionarios encargados de la salud y la educación del país: los padres de familia son otras víctimas, porque deben dedicar varias horas al día para ayudar a sus hijos en las tareas escolares sin tener la preparación y muchas veces ni el tiempo para ello.

Esta carga adicional se refleja en la incertidumbre económica que padecen muchos hogares ante la imposibilidad de que uno de los jefes de la casa no pueda salir a trabajar para generar ingresos.

Cuando la apertura de actividades se hace indispensable y como única vía para enfrentar la grave crisis económica que se avecina para México, y en general para el resto del mundo, las autoridades de las secretarías de Salud y Educación se han convertido en un obstáculo para evitar un mayor daño emocional, físico y pedagógico a millones de estudiantes mexicanos.

RECUADROS

¿Cómo afecta el confinamiento a los niños?

El confinamiento a causa del nuevo coronavirus es una circunstancia anómala que altera el día a día de todas las personas, pero que en el caso de los menores tiene efectos negativos superiores.

Los niños están en proceso de desarrollo y dependen en mayor grado del entorno para regular sus emociones y sus conductas. Cuando este entorno cambia, como es en el caso del encierro, tendrán mayor probabilidad de presentar dificultades en la regulación emocional y conductual.

Rutinas y hábitos ayudan a los niños a regularse y son especialmente sensibles a los cambios en los mismos: por implicar un cambio significativo en las rutinas y los hábitos el confinamiento tendrá un impacto superior en ellos.

Los niños tienen la necesidad de actividad motriz al aire libre ya que el movimiento es imprescindible para su desarrollo, porque les ayuda a regular sus emociones. La situación de confinamiento, sobre todo en entornos urbanos, limitará de forma significativa su posibilidad de moverse en espacios abiertos.

Asimismo los menores tienen la necesidad de interactuar con iguales: la relación con otros niños es un elemento central y este aspecto puede quedar claramente limitado durante el confinamiento.

La necesidad de situaciones de estabilidad y certeza es otra necesidad de los niños para su desarrollo, por lo que es importante limitar las situaciones de inestabilidad y de incertidumbre ya que les genera intranquilidad y desconfianza. La situación de confinamiento tiene estos componentes de incertidumbre que pueden provocar malestar en los niños.

Posturas de la SEP

20 de marzo Por primera vez en la historia de la educación en México se cierran las escuelas públicas y privadas en todos los niveles: 40 millones de alumnos, maestros y personal administrativo paran actividades.

21 de mayo El titular de la SEP, Esteban Moctezuma, anuncia que conforme las medidas sanitarias indicadas por el Consejo de Salubridad General lo permitan, el regreso a clases en cada entidad se realizará cuando el semáforo esté en verde.

9 de julio Moctezuma afirma que para garantizar la salud de los estudiantes y docentes el inicio del ciclo escolar 2020-2021 se realizará con base en el semáforo epidemiológico de cada entidad y cuando todas las actividades estén libres de restricciones sanitarias.

7 de agosto El titular de la SEP dice que ninguna escuela pública o privada debe regresar a clases presenciales hasta que el país se encuentre en semáforo verde. Añae que la Secretaría de Salud deberá sancionar a quien infrinja la norma.

25 de septiembre Una escuela privada de Nuevo León es sancionada con 400 mil pesos por reabrir sus puertas.

2 de octubre Esteban Moctezuma asevera que no se regresará a las actividades presenciales intempestivamente ya que no se tomarán acciones que no estén bien pensadas, medidas y calculadas.

22 octubre El titular de la SEP dijo que la política de la Secretaría de Salud y del Consejo de Salubridad General establece que el regreso a clases presenciales se realizaría con semáforo verde a fin de resguardar la salud de las comunidades escolares. Dijo que si bien el Semáforo Verde levanta las restricciones sanitarias es responsabilidad de los gobiernos locales determinar en qué momento se retoman las clases presenciales en sus estados. Apuntó que la SEP es una dependencia normativa y quienes operan los sistemas educativos son la gobernadora y los gobernadores de los estados a través de sus áreas educativas. “Esto es una decisión local”, recalcó.