Especialistas integrantes de la red de asesores de ECOs de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y del Consejo Asesor de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) coincidieron en que la calidad del aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es una responsabilidad colectiva, toda vez que es un reflejo de todas las actividades que realiza toda la sociedad.
Durante la sesión de trabajo del grupo asesor de calidad del aire de la ZMVM, en las oficinas de la SEMARNAT, la doctora Amparo Martínez García del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAYCC) de la UNAM afirmó que “la calidad del aire es un reflejo de todas nuestras actividades y lo que tenemos que revisar es cómo están estas actividades y las condiciones que hay en la superficie. Tenemos zonas muy diferentes, tenemos una zona industrial, tenemos una zona que es prácticamente agrícola, tenemos zonas que son corredores biológicos (…) Creo que en estos casos tenemos que considerar la meteorología para establecer acciones que permitan reducir las concentraciones de contaminantes”.
De acuerdo con el Inventario de Emisiones 2018, las principales fuentes de emisión de partículas PM10 son las vialidades pavimentadas y los autos particulares; de las partículas PM2.5 son los automotores a diésel y las quemas a cielo abierto; de los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) son las fugas de gas LP y los autos ligeros.
Las y los expertos del ICAyCC, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), de las Secretarías del Medio Ambiente (SEDEMA) y de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México, de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo y de la CAMe destacaron la necesidad de unir fuerzas con la sociedad, la Iniciativa Privada y la academia para seguir mejorando la calidad del aire de la región.
Patricia Camacho Rodríguez, directora de Proyectos de Calidad del Aire de la SEDEMA capitalina, recordó que en la Zona Metropolitana del Valle de México se implementan 14 líneas de acción para reducir las emisiones contaminantes, así como una para el corredor Tula-Vito-Apasco y cuatro complementarias relacionadas con salud y comunicación, vinculación institucional, monitoreo ambiental e investigación.
Entre las acciones que se acordó reforzar a corto plazo destacan: la reducción de emisiones en el transporte, a través del impulso de una mejor tecnología de control de emisiones en unidades a diésel, una movilidad alternativa que permita un mayor uso de la bicicleta, la priorización de la electromovilidad y la renovación gradual de las unidades actuales del transporte público; la regulación de COVs en productos domésticos y cosméticos; gasolinas menos volátiles en la Megalópolis; fomentar el uso de gas natural; además de reducir las emisiones a causa de las fugas de gas LP en viviendas, comercios y servicios.
También se cuenta con medidas de regulación, salud, investigación aplicada a políticas públicas; así como en medidas de continuidad como el barrido húmedo de vialidades de mayor tránsito, buenas prácticas en la labranza y cosecha agrícola, el fortalecimiento de las capacidades para el manejo del fuego, el incremento en las áreas verdes, un mayor uso de agua tratada y una reducción del uso de agua potable.
Como parte de la agenda regulatoria, sobresale la actualización de las normas de plantas de distribución, estaciones de carburación y vehículos que transportan gas LP; la creación de la NOM-COV nacional y la homologación de las regulaciones locales para COV industriales (NADF-011 regulación de COV), además de una norma para emisiones de maquinaria nueva y criterios para su registro e importación. Otra de las regulaciones que se busca implementar a corto plazo es la de COV en pintura automotriz y recubrimientos industriales, así como el desarrollo de una norma para emisiones de motocicletas y una actualización de normas de verificación.
Durante la reunión, las y los expertos recordaron que la calidad del aire de la Ciudad de México mejoró en los últimos 30 años, ya que se han registrado avances y acciones para mejorarla y aunque “aún no tenemos la calidad del aire a la que aspiramos, no tiene nada que ver con lo que era antes la ciudad, incluso está mejor que otras ciudades del país”.
Insistieron que se debe tener en cuenta el cambio climático, ya que las altas temperaturas y el sistema de alta presión que se estancó en la zona centro del país propiciaron las recientes contingencias atmosféricas.
Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente capitalina, destacó la relevancia de fortalecer el trabajo que hace el Consejo Asesor de la CAMe con la recién creada red de asesores en calidad del aire dentro de ECOs de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, la cual también aportará propuestas, soluciones y estrategias para prevenir contingencias atmosféricas.
“Conviene que conozcamos a profundidad lo que está haciendo la comunidad estudiosa de este tema en los distintos sitios, en las distintas instituciones. Creo que la formación de la Red con una serie de reuniones periódicas permitirán la identificación de líneas prioritarias de investigación y sumar esfuerzos y recursos para apoyar su desarrollo”, agregó.