EXITOSO REGRESO A LA ESCUELA

Aún con retos, autoridades, niños y familia cumplen con sus responsabilidades

Lorena Ríos
Nacional
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La pandemia por Covid-19 en México mantuvo en confinamiento durante un año y cinco meses a 25.5 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, quienes dejaron de asistir a clases en las 119 mil 497 escuelas de educación básica y recibieron la atención de 970 mil 617 docentes de manera virtual con el apoyo del programa Aprende en casa emitido por televisión y radio, pero sobre todo con el esfuerzo y dedicación de padres, madres y tutores.

Por fortuna el encierro que inició el 20 de marzo de 2020 ya terminó el 30 de agosto, cuando más de once millones de alumnos retornaron a las clases presenciales de manera voluntaria, ordenada, gradual y escalonada.

Los otros 14 millones de alumnos lo harán de manera híbrida, es decir, unos días de manera presencial y otros desde sus dispositivos electrónicos.

Niños y adolescentes cumplieron emocionados con las medidas sanitarias; llevaron sus uniformes nuevos; usaron correctamente el cubrebocas y caretas de plástico; se aplicaron gel antibacterial antes de ingresar al centro escolar; saludaron a sus maestros y compañeros respetando la sana distancia y ocuparon su lugar para dar inicio de manera formal el ciclo escolar 2021-2022.

En el colegio Serapio Rendón, por ejemplo, para darles la bienvenida a los alumnos se realizó una actividad-juego sobre las emociones a fin de que los menores pudieran comprender, expresar y superar lo que vivieron en el tiempo que duró el confinamiento.

“Me sentía un poquito triste y enojada porque no podía salir y todos mis compañeros se sintieron un poquito solos, pero estoy muy feliz porque puedo volver a convivir con ellos. Pero no los puedo abrazar, solo puedo hablar con ellos”, dijo en tono alegre la pequeña Valentina, alumna de tercer año de primaria.

Mientras, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que “es un día muy importante porque regresan niñas, niños a escuelas públicas del país y también a escuelas particulares. Se inicia el nuevo ciclo escolar. Se ha hecho todo un esfuerzo. Participan maestras, maestros, padres, madres de familia, autoridades municipales, gobernadores, la Secretaría de Educación Pública, el sindicato de maestros, integrantes de escuelas particulares… con mucho entusiasmo”.

El mandatario agradeció a toda la comunidad educativa por contribuir para volver a las aulas de manera segura. Sostuvo que esta acción voluntaria estará acompañada de la vacunación y de protocolos sanitarios.

“Nada por la fuerza, todo por la razón y el convencimiento. No es con la fuerza, no es obligatorio. Es necesario, justo, son las mamás, los papás, los jóvenes, los que tienen que tomar la decisión. Desde luego la mayoría va a participar porque la escuela es insustituible, es el segundo hogar. En la escuela no solo se reciben los conocimientos: es un centro de convivencia, la educación es compartida. La escuela es insustituible, es lo mejor que hay”, remarcó.

El jefe del Ejecutivo federal recordó que si bien es posible que los niños puedan contagiarse de Covid-19 el riesgo es mínimo y las autoridades educativas y de salud de los tres niveles de gobierno estarán atentas para resolver cualquier situación relacionada con la epidemia. “Es importante la salud, pero también es importante la educación. Qué bien que se abren las escuelas. Que todos los médicos estén atentos, que las escuelas tengan información de los centros de salud, de los hospitales cercanos, que haya una comunicación, que nos organicemos bien sector salud, sector educativo, todo para cuidar a los niños; que no tengamos ningún problema mayor”.

Por su parte, la responsable de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez, pidió al personal docente y padres de familia fortalecer la seguridad y la parte afectiva de los alumnos. “Tenemos que orientarlos en el manejo de emociones, pero también en los protocolos sanitarios. Esto es un proceso, pero queda muy claro que si cada uno hacemos lo que nos toca lo vamos a hacer de la mejor manera”, agregó.

Comentó que los alumnos de educación básica cumplieron con los distintos protocolos sanitarios, al igual que las autoridades escolares y docentes a través del Comité Participativo de Salud Escolar, por lo que el ingreso a los planteles se realizó de forma ordenada y sin contratiempos.

La titular de la SEP reconoció la participación de los gobiernos locales, madres, padres de familia y tutores, autoridades educativas, maestras y maestros, así como de las distintas dependencias del gobierno federal en el retorno a las aulas.

“El regreso a las escuelas es producto del trabajo de equipo y no se hizo de un día para otro”, dijo. Reiteró además que el sector educativo fue el tercer grupo prioritario en la estrategia de vacunación implementada por el gobierno federal, lo que permitió el regreso a las actividades escolares presenciales.

Por lo pronto, adelantó que ya se realiza un censo para conocer las condiciones de la matrícula con el objetivo de identificar casos de abandono o deserción escolar, realizar la búsqueda y detección de alumnos en riesgo y orientarlos para continuar sus estudios.

Reapertura segura de escuelas

Para mitigar los contagios de coronavirus en México desde hace más de un año se decidió el cierre de las escuelas, lo que impactó a la niñez y adolescencia del país no solo en el proceso de aprendizaje sino en su salud mental, el acceso a alimentos nutritivos y el aumento del ciberacoso.

Resulta por ello primordial la reapertura escolar de forma gradual y bajo las más estrictas medidas de prevención y mitigación de riesgos, además de que se deben buscar soluciones que remedien el rezago sufrido, señaló el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El representante del UNICEF en México, Luis Fernando Carrera Castro, dijo que el regreso a clases presenciales significa, por supuesto, riesgo de focos infecciosos, pero “los niños están esperando ansiosamente volver” a sus escuelas.

En ese mismo punto, Astrid Hollander, jefa de Educación de UNICEF México, expuso que el regreso a clases es un paso clave para la continuidad de la educación y la recuperación de aprendizajes, que contribuirá a mitigar problemas vinculados a la malnutrición, la violencia y el embarazo adolescente, entre otros.

La experiencia a nivel internacional demuestra que un cierre prolongado de escuelas puede afectar negativamente a toda una generación en el corto, mediano y largo plazos, provocando pérdida de conocimientos y habilidades que en el caso de México se suma a una crisis de aprendizajes ya existente antes de la pandemia.

Según la evaluación PLANEA 2018 casi 80% de los alumnos de primaria no alcanzaban los aprendizajes esperados en comprensión lectora y matemáticas, rezagos que se habrán visto agudizados durante el cierre prolongado de escuelas.

El cierre de las escuelas llevó además a un aumento del abandono escolar. Según la Encuesta para la medición del impacto del Covid-19 en la educación, del INEGI, alrededor de 1.5 millones de niños y adolescentes de tres a 18 años no se reinscribieron en el ciclo escolar 2020-2021 por causas relacionadas con la pandemia.

También se estima un rezago en el país a nivel de desarrollo infantil temprano debido al cierre de los espacios físicos para programas y actividades de educación inicial y preescolar.

Astrid Hollander insistió en señalar que el éxito del regreso a clases en todo el país dependerá en gran medida de la confianza y colaboración de la comunidad escolar (estudiantes, docentes, personal de apoyo, madres, padres y cuidadores) y de las medidas de mitigación de riesgo de contagios, incluyendo la provisión de información sobre protocolos y prácticas de higiene en el entorno escolar, por lo que desde el inicio de la pandemia el UNICEF colaboró con la SEP y la Conagua en el desarrollo del programa Salud en tus manos.

El objetivo es que “a través de Salud en tus manos, desde UNICEF busquemos junto a nuestros aliados gubernamentales que los estudiantes de educación básica desarrollen sólidos hábitos de higiene, apoyados por un acceso continuo a insumos básicos de higiene, incluso en aquellas escuelas cuya infraestructura y servicios dificultan, por ejemplo, el lavado de manos frecuente, a través de alternativas eficaces como uso de alcohol en gel”, resaltó Hollander.

El programa se implementa ya en seis entidades (Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán y Oaxaca) y busca alcanzar a más de 450 escuelas de educación básica y a 106 mil estudiantes.

La especialista en temas de la infancia destacó que el cierre de escuelas afectó los logros de aprendizaje alcanzados en el país después de varios años y el acceso de la población más vulnerable a un aprendizaje adecuado.

Ir a la escuela se convierte en una prioridad, sobre todo para quienes tienen menos posibilidades de estudio y aprendizaje fuera de los planteles educativos. Por ello, si no regresan los menores a las aulas, podría verse un retroceso en los avances alcanzados, la desigualdad aumentará y las comunidades y la economía sufrirán más durante las generaciones venideras, pérdidas que tomará años recuperar, advirtió.

“Muchos niños y adolescentes, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad, no han podido beneficiarse del importante esfuerzo realizado en cuanto a educación a distancia, por lo que un sólido reinicio de la educación presencial es crucial en estos momentos y, desde el UNICEF, seguiremos trabajando para que todo niño, niña y adolescente del país pueda regresar a la escuela lo antes posible en condiciones que permitan la aplicación de las medidas de prevención necesarias y garanticen una educación de calidad”, recalcó.

Deseos de volver

Derivado del confinamiento prolongado algunos niños pueden presentar retraso en el lenguaje, en sus habilidades sicomotrices o agorafobia (temor a los lugares públicos), así como atraso en sus estudios, ansiedad, depresión y falta de interacción debido a la disminución de las relaciones de amistad, incluso por haber perdido a alguien cercano o experimentar violencia intrafamiliar.

En este sentido, Dunia Pintado, presidenta de Voz Pro Salud Mental, sugirió a los maestros y a los padres ser comprensivos y pacientes con los menores, brindarles seguridad a los niños para que puedan adaptarse a las nuevas condiciones del regreso a las aulas, escuchándolos activamente, entendiendo cuáles son sus temores y preocupaciones, así como mantener una comunicación constante con los profesores para que brinden retroalimentación en cuanto al comportamiento de los hijos.

La especialista en salud mental agregó que es fundamental darles tiempo a los hijos para ajustarse y adaptarse a la reanudación de actividades; no obstante, hay que inculcarles que las conductas en cuanto a las medidas de higiene y cuidados son acordes al bien común.

En fecha reciente la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dio a conocer los resultados de una encuesta realizada a nivel nacional a niños de cinco a 17 años, que mostró que siete de cada diez menores quieren regresar a las clases presenciales. Ello refleja que tras un año y medio de confinamiento los menores tienen la necesidad de socializar, de reencontrarse con sus amigos y maestros; sin embargo, por otro lado, pueden experimentar sentimientos de angustia y miedo ante la posibilidad de contagiarse de Covid-19.

Dunia Pintado dijo que es importante contener a los hijos de la angustia que provoca la pandemia, haciéndolos sentir a salvo, siempre anteponiendo los cuidados necesarios en materia de salud, así como de enseñarles nuevas reglas para su integración. “Es necesario darles mensajes positivos a los hijos cuando acudan a la escuela, garantizarles puntualidad a la hora de recogerlos, tras finalizar las clases. El objetivo es motivarlos y reafirmar su autoestima, además de procurar mantener una rutina apropiada para su edad”, añadió.

En estos tiempos el apoyo y la comunicación de padres y madres con sus hijas e hijos son fundamentales, independientemente de si deciden que tomen clases presenciales o que sigan tomándolas en línea, ya que para los menores esta pandemia también ha sido muy difícil, mencionó.

Escuela y valores

La educación, especialmente la formación en valores, es una de las vías de solución efectiva, profunda, de largo plazo y generacional a problemas complejos, como la falta de justicia social, la desigualdad, la pobreza, la corrupción, el deterioro ambiental y la violencia de género, dijo Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana (UIA).

En su conferencia Educación para la paz y derechos humanos mencionó que “en materia de formación en valores no se puede ser neutral”, puesto que hay valores universales que la humanidad definió para tratar de buscar un futuro común de bienestar para todos y que son los que subyacen a los derechos humanos.

Schmelkes del Valle mencionó que la escuela “puede usar la convivencia como el vehículo fundamental de formación en valores”. Esta formación solo la escuela puede brindarla de manera sistemática, lo cual es necesario porque el desarrollo moral, es decir, la capacidad de ser formado en valores, es evolutivo y entonces requiere de sistematicidad. Y además puede hacerlo de manera respetuosa de la autonomía de la persona.

Para poder hacer lo anterior se requieren respeto, seguridad, afecto, crear comunidad, cuidar la convivencia y la autoestima, reconocer y valorar la diversidad —para que el diálogo sea posible— y manejar el conflicto de manera no violenta. En la escuela, “un espacio de construcción posible de paz”, se deben vivir y respetar los derechos humanos, se debe dar a los estudiantes la seguridad de expresarse libremente y tener una convivencia cálida.

Schmelkes dijo estar “absolutamente convencida de que hay mucho que hacer desde lo educativo”. Aseguró que la educación transforma personas y considera que todos “tenemos la experiencia de haber sido transformados por un hecho educativo, por un profesor”.

La educación transformadora cambia realidades. Y “la verdadera educación en paz y derechos humanos no tiene marcha atrás. Quienes hemos trabajado en esto sabemos que cuando la gente con la que trabajamos descubre los derechos humanos y cómo conducen a la paz, cambia paradigmáticamente su visión del mundo: ya no puede ver el mundo de la manera como lo veía antes, ya no hay marcha atrás. Y tenemos que aprovechar ese poder que tiene la educación”, concluyó.