Maumere, Indonesia, 7 de noviembre. El volcán Lewotobi Laki Laki expulsó imponentes columnas de ceniza en el aire este jueves, en una erupción aún más grande que la que mató a nueve personas e hirió a decenas más hace tres días.
No se reportaron víctimas inmediatas de la erupción más reciente.
El volcán de mil 584 metros (cinco mil 197 pies) de altura, ubicado en la remota isla de Flores, expulsó columnas de ceniza once veces el jueves, siendo la última y más grande de ocho mil metros (26 mil 240 pies), dijo Hadi Wijaya, jefe del Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos.
El volcán había mostrado menos actividad desde la erupción mortal del lunes, que mató a nueve personas y lesionó a otras 64. La erupción del lunes afectó a más de diez mil habitantes de diez poblados.
Unos cuatro mil 400 residentes acudieron a albergues de emergencia después de la erupción, que destruyó siete escuelas, alrededor de una veintena de residencias y un convento en la isla de mayoría católica.
El volcán lanzó materiales volcánicos como rocas humeantes, lava y grava caliente del tamaño de un pulgar y ceniza, que llegaron hasta a 7 kilómetros (4,3 millas) del cráter el lunes.
Durante una visita a las áreas devastadas, los funcionarios encontraron varios cráteres de hasta 13 metros (43 pies) de ancho y cinco metros (16 pies) de profundidad en lugares donde cayeron rocas, en uno de los casos en una escuela destruida.
“Muestra una diferencia en las características respecto a la erupción anterior en enero”, indicó Wijaya, jefe del centro de vulcanología. La erupción anterior, explicó, expulsó principalmente material volcánico alrededor del pico, seguido por coladas de lava.
“Todavía estamos analizando el cambio en el carácter de la erupción del Lewotobi, que será utilizado por el gobierno para determinar un sitio seguro de reubicación para los residentes”, agregó Wijaya.
Las autoridades advirtieron a las miles de personas que huyeron que no regresaran a casa, ya que el gobierno planeaba trasladar a unos 16 mil residentes fuera de la zona de peligro, dijo el jefe de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Suharyanto, quien como muchos indonesios utiliza un solo nombre.