Kiev, Ucrania, 24 de febrero. Una docena de líderes de Europa y Canadá viajaron a la capital de Ucrania para conmemorar el tercer aniversario de la invasión rusa, en una muestra de apoyo continuo de algunos de los aliados más importantes de Kiev a la nación en guerra.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, estaban entre los visitantes recibidos en la estación de tren por el ministro ucraniano de Exteriores, Andrii Sybiha, y el jefe de gabinete del presidente, Andrii Yermak.
En una publicación en X, Von der Leyen escribió que Europa estaba en Kiev “porque Ucrania está en Europa”.
“En esta lucha por la supervivencia, no solo está en juego el destino de Ucrania. Está en juego el destino de Europa”, escribió.
Los funcionarios ucranianos y europeos han visto con inquietud la actitud cordial del presidente estadunidense Donald Trump hacia el presidente ruso, Vladímir Putin, y sus duras palabras hacia el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
En una sucesión de acontecimientos no deseados para Kiev, en los últimos días Trump ha llamado dictador a Zelenskyy, ha sugerido que Ucrania es culpable de la guerra y ha puesto fin a los tres años de aislamiento diplomático de Putin por parte de Estados Unidos.
Las autoridades estadunidenses también han indicado a Ucrania que sus esperanzas de unirse a la OTAN son poco probables y que probablemente no recuperará las tierras que ha ocupado el ejército ruso, que representan casi el 20% del país. Mientras tanto, las tropas de Putin avanzan de forma constante en el campo de batalla, mientras Ucrania sufre escasez de tropas y armas.
Suenan las alarmas en Europa por el cambio de rumbo de Washington
Los invitados, que también incluían al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, así como a primeros ministros de países del norte de Europa y el presidente de España, tenían previsto asistir a eventos dedicados al aniversario y hablar con Zelenskyy sobre un apoyo mayor a Ucrania.
El cambio en la política de Washington ha encendido alarmas en Europa, donde los gobiernos temen ser marginados por Estados Unidos en los esfuerzos por asegurar un acuerdo de paz y están considerando cómo podrían compensar cualquier recorte en la ayuda estadunidense a Ucrania. Los cambios también han puesto presión sobre las relaciones transatlánticas.
Costa anunció el domingo que convocaría una cumbre de emergencia de los 27 líderes de la UE en Bruselas el 6 de marzo, con Ucrania en la parte superior del orden del día.