Durante la Convención Nacional Demócrata prevaleció el entusiasmo para retener la Casa Blanca, mantener el control en el Senado y buscar la mayoría en la Cámara de representantes, aunque sus líderes reconocieron que será una contienda cerrada por la presidencia.
El Partido Demócrata celebró su Convención Nacional con la mira puesta en un objetivo: ir unidos para derrotar al candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, y terminar con la amenaza que afirman representa para las libertades civiles y la democracia, así como detener su agenda ultraderechista.
Durante los cuatro días del gran evento demócrata realizado en la ciudad de Chicago, Illinois, prevaleció el entusiasmo por el avance que en unas cuantas semanas ha tenido en la preferencia Kamala Harris, quien fue declarada candidata presidencial demócrata de manera oficial.
En un ambiente festivo luego de varias semanas de incertidumbre tras la desastrosa actuación del presidente Joe Biden en el primer debate con Trump, lo que presagiaba una derrota contundente frente al republicano, en la cumbre demócrata prevaleció un ánimo renovado.
Dirigentes, legisladores, gobernadores, alcaldes y militantes demócratas mostraron entusiasmo y confianza para retener la Casa Blanca cuatro años más, mantener el control en el Senado y buscar la mayoría en la Cámara de Representantes, aunque reconocieron que será una contienda cerrada por la presidencia.
Al aceptar la candidatura presidencial demócrata, Harris hizo un llamado a la unidad, se comprometió a ser una mandataria para todos los estadunidenses y advirtió de los riesgos que implicaría que Trump recuperara el poder.
En medio de un entusiasmo desbordado, afirmó que en “esta elección, nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado. Una oportunidad de trazar un nuevo camino hacia adelante. No como miembros de un partido o facción, sino como estadunidenses”.
Harris se comprometió a “asegurar” la frontera con México y acusó a Trump de boicotear la ley que la hubiera reforzado frente a la inmigración ilegal, que planea recuperar.
“Sé que podemos estar a la altura de nuestra orgullosa herencia como nación de inmigrantes y reformar nuestro maltrecho sistema de inmigración. Podemos crear una vía ganada a la ciudadanía y asegurar nuestra frontera”, subrayó.
Unidad
El cónclave demócrata congregó a las grandes personalidades del partido, como los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, la excandidata presidencial Hillary Clinton, líderes partidistas, alcaldes, gobernadores y celebridades artísticas y deportivas, además de permitir a Joe Biden despedirse de sus correligionarios.
Durante el primer día de la convención, el lunes 19, y a lo largo de los cuatro días prevalecieron los llamados a la unidad de participantes provenientes de toda la Unión Americana, con el objetivo puesto en ganar la elección presidencial el 5 de noviembre.
La primera gran intervención de esa noche fue del presidente Biden, quien fue ovacionado por miles de demócratas que corearon durante varios minutos “Gracias, Joe”, una muestra de agradecimiento a su larga carrera de más de 50 años como político.
La todavía vicepresidenta Harris se presentó de manera sorpresiva en el evento para agradecer al mandatario por su liderazgo y “todo lo que ha hecho por el bien de Estados Unidos”.
Biden dijo que tenía cinco meses más en su periodo en la Casa Blanca y todavía le falta mucho por lograr. Y al aludir a su decisión de abandonar su intento de reelección resaltó que ama su trabajo, pero ama más a Estados Unidos.
En su mensaje de despedida hizo un llamado a la unidad para elegir a Harris y al candidato vicepresidencial, Tim Walz, de quienes, subrayó, será su mejor apoyador en la campaña.
Al referirse a su mandato presidencial, Biden destacó que la democracia ha prevalecido y tiene que ser preservada, al referir la amenaza que representó y sigue representando Trump con su apoyo a supremacistas y fuerzas ultraderechistas.
Recordó que el cruce de migrantes hacia ese país es 50% menor que con Trump, se pronunció por no demonizar a los migrantes y aseveró que el candidato presidencial republicano envenena la sangre de esa nación.
Previamente, la excandidata presidencial Hillary Clinton, quien fue derrotada por Trump en la elección de 2016, aseguró que no se trata solo de elegir a una presidenta sino de enaltecer al país y abrirse a la promesa de una nación donde quepan todos.
Al hacer una comparación entre ambos candidatos, destacó la brecha que los separa: “A Kamala le preocupan los niños, las familias y Estados Unidos; Donald solo está interesado en sí mismo”.
Recordó que como fiscal en California, Harris mandó a prisión a asesinos y traficantes de drogas, por lo que “nunca descansará en la defensa de nuestra libertad y nuestra seguridad. Trump se durmió en su propio juicio. Cuando despertó, hizo historia como la primera persona acusada de 34 delitos graves que es candidata a la presidencia”.
Elección cerrada
Durante el segundo día de actividades de la reunión demócrata el expresidente Obama fue el orador principal y criticó los fracasos del gobierno de Trump, así como su conducta desde que dejó la Casa Blanca.
“No necesitamos cuatro años más de caos. Ya hemos visto esa película antes y sabemos que la secuela usualmente es peor. Estados Unidos está listo para otro capítulo, para otra historia, estamos listos para la presidenta Kamala Harris y ella está lista para el trabajo. Ella es una persona que ha pasado su vida luchando por quien más lo necesita”, resaltó Obama.
Advirtió que EU se enfrentará a una elección cerrada entre la vicepresidenta Harris y Trump, y pidió a los demócratas movilizarse para inclinar la balanza.
“Ahora la antorcha ha sido pasada. Ahora depende de nosotros, de luchar por el país en el que creemos. Por toda la increíble energía que hemos podido generar en las últimas semanas, esta seguirá siendo una contienda reñida en un país profundamente dividido, un país donde demasiados estadunidenses aún luchan y no creen que el gobierno pueda ayudar”, aseveró el exmandatario.
Indicó que Harris es la persona que se necesita en la nueva economía, pues EU requiere un presidente al que realmente le importen los millones de personas que hacen el trabajo esencial para el país.
“Elegiremos a Harris para que sea la próxima presidenta de Estados Unidos. También construiremos un país más justo e igualitario”, concluyó.
Por su lado, Michelle Obama coincidió con su esposo al señalar que la contienda será reñida y pidió a su partido seguir trabajando. “No podemos dar rienda suelta a nuestras ansiedades sobre si este país elegirá a alguien como Kamala, en lugar de pasar a la acción y hacer todo lo posible para que alguien como ella resulte electo”, aseveró.
Tras cristales antibalas
En su primer acto de campaña al aire libre desde el intento de asesinato en su contra hace poco más de un mes, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, se presentó a un evento de campaña en Carolina del Norte el miércoles 21 de agosto detrás de un cristal antibalas. El expresidente habló desde un estrado rodeado por paneles de cristal blindado que formaron un muro de protección en todo el escenario, como parte de un reforzamiento en las medidas de seguridad después del ataque perpetrado por un hombre armado en Pensilvania el pasado 13 de julio. Contenedores de almacenaje se apilaron alrededor del perímetro para crear barreras adicionales y bloquear la visibilidad y francotiradores se apostaron en los tejados del lugar.
Ascenso meteórico
A casi un mes de que se perfiló como candidata a la presidencia después de que Joe Biden anunció que no buscaría la reelección, Kamala Harris no solo dio un nuevo impulso a la campaña demócrata que mostraba signos de apatía, sino que también ha tenido un fuerte impacto en las filas republicanas por enfrentar una candidata carismática que puede derrotar a Donald Trump. Las encuestas registran este nuevo ánimo entre los estadunidenses, pues de acuerdo con RealClearPolitics, un sitio de análisis político y agregador de datos de encuestas, al 21 de agosto el promedio de las encuestas pone a Harris con una leve ventaja de 1.5 puntos porcentuales por encima de Trump.