PAPA FRANCISCO, UN HOMBRE DE PALABRA

Internacional
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Uno de los rasgos que definieron más y mejor al Papa Francisco fue su forma de pensar. De corazón y espíritu afín a Francisco de Asís promovió la austeridad y la justicia social. Sus adecuaciones a ciertos excesos de las autoridades católicas, como su lugar de residencia, los atributos del Banco del Vaticano o la mesura en los funerales de los pontífices sorprendieron a más de uno, cuando lo cierto es que fueron en concordancia a lo que siempre predicó de viva voz y en sus libros. Y es que conviene recordar que su santidad fue un hombre dado a la escritura antes de llegar a El Vaticano.

Meditaciones para religiosos es, por ejemplo, un libro clave para entender su forma de concebir el mundo. Aquí se recogen reflexiones propuestas en tandas de ejercicios, en retiros o en reuniones de temática espiritual dirigidas a jesuitas y religiosos, durante su tiempo como Provincial de la Compañía de Jesús.

A través de ellas descubrimos a un hombre enraizado profundamente en la espiritualidad ignaciana y volcado en la misión, y podemos acceder a su modo de entender el servicio de la autoridad. Firmado todavía como Jorge Mario Bergoglio, el volumen es el antecedente directo de lo que serían sus encíclicas y obras posteriores.

Ya que estamos en sus encíclicas, bien vale la pena reparar en al menos tres. La Lumen fidei (La luz de la fe), su primera y la cual fue escrita a cuatro meses de convertirse en Papa. El texto está elaborado sobre la base de las notas que personalmente le entregó su predecesor, Benedicto XVI, y que completó la trilogía de Encíclicas dedicadas a las tres virtudes teologales.

Durante los doce años de su pontificado publicó en total cuatro encíclicas. La segunda fue Laudato si (Alabado seas), misma que dedicó al medio ambiente y desarrollo sustentable. El texto es histórico, en tanto que representó la primera ocasión en que un líder de la Iglesia católica se manifestó de manera clara contra el deterioro ambiental.

La siguiente fue Fratelli Tutti (Hermanos todos), en la que se refiere a la fraternidad, la comprensión, la libertad y la justicia, todos temas que consideró importantes. Finalmente, Dilexit nos (Nos amó) recoge sus ideas sobre el amor que Jesucristo profesó hacia los hijos de Dios y el ejemplo que dejó entre su Iglesia.

Asomos biográficos

Si lo que busca, apreciado lector, es conocer la vida de Francisco, hay dos títulos que no podrá pasar por alto. Mi vida es una primera aproximación a los acontecimientos que marcaron su existencia, desde sus declaraciones contra la pobreza, pasando por su preocupación ante la destrucción del medio ambiente, hasta la exhortación directa a los líderes mundiales en temas como la lucha contra las desigualdades o la carrera armamentística; y la más reciente es La esperanza, autobiografía a la que dedicó parte de los últimos seis años de su vida. La narración comienza en los primeros años del siglo XX con las raíces italianas de la familia y la azarosa emigración de los abuelos a América Latina, y continúa con la infancia, el entusiasmo y las inquietudes de la juventud, la llamada de la vocación y la madurez, que abarca todo el pontificado y el presente. Desarrolla también las cuestiones más polémicas de su pontificado y toma postura ante temas como la guerra y paz (sin omitir los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo), migraciones, crisis medioambiental, política social, situación de la mujer, sexualidad, desarrollo tecnológico y futuro de la Iglesia y de las religiones.

Para tener una visión más amplia de las razones que hicieron de Francisco uno de los papas más importantes de la historia, no se pierda esta colección de títulos que en su conjunto trazan el perfil de un líder que predicó con el ejemplo.