La invasión de Rusia a Ucrania cumple dos años y medio y no se ven indicios claros de sentar a ambas partes en una mesa de negociación.
El verano en la Unión Europea (UE) ya no es lo que era antes de la pandemia: la invasión de Rusia a Ucrania, el conflicto en Oriente Medio, que cada vez se enreda más, aunado a problemas locales como los disturbios en Reino Unido o las amenazas que buscan desestabilizar Alemania, ocupan algo más que la atención de los medios de comunicación y generan intranquilidad.
La invasión de Rusia a Ucrania cumple dos años y medio y no se ven indicios claros de sentar a ambas partes en una mesa de negociación. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que la única negociación para una paz debe incluir que el gobierno de Kiev acepte perder parte del territorio ucraniano invadido; esto es, 25% que incluye las provincias de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, y el reconocimiento de Crimea y Sebastopol como parte de la Federación de Rusia.
El Kremlin quiere crear un corredor terrestre y marítimo que uniría a Rusia con Crimea y significaría controlar el Mar de Azov y parte del Mar Negro con importantes refinerías, astilleros y una potente central nuclear como es la de Zaporiyia.
Putin exige también, a cambio de la retirada de sus tropas, que Kiev firme un documento de neutralidad permanente que incluye el nulo ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); y además pide que Occidente levante todos los vetos y las sanciones impuestas contra la economía rusa.
En la Cumbre para la Paz en Ucrania, organizada el 15 y 16 de junio en Bürgenstock, Suiza, el presidente Volodímir Zelenski insistió a su vez en señalar que no está dispuesto a ceder ni un ápice de territorio a Putin. “Nos mantendremos unidos y fuertes”.
Este primer gran paso para la paz convocado por Kiev no logró unanimidad entre los países asistentes al foro: de los 92 que participaron, algunos como Brasil, Sudáfrica, México o Arabia Saudita no apoyaron una declaración final. México, por ejemplo, reiteró que era necesario contar con la presencia de Rusia en un nuevo encuentro.
Precisamente, a mediados de julio el presidente ucraniano aseveró que en la segunda fase de la cumbre para la paz que prevé llevar a cabo en noviembre (nuevamente en Suiza) sí será necesario contar con una delegación rusa para negociar un alto el fuego.
Presiones
Hay apremios internos entre la población ucraniana por que el conflicto termine. De acuerdo con una encuesta del medio ZN 44% de los ucranianos cree que las negociaciones para la paz deben comenzar ya, mientras 35% se opone y 21% afirma no tener una opinión clara al respecto.
La cercanía en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo en Estados Unidos ha metido presión a Zelenski, sabedor de que el expresidente Donald Trump tiene muchas posibilidades de retornar al poder en la Casa Blanca a partir de enero de 2025.
En sus mítines de campaña, cuando Trump habla de la situación internacional, en especial de Ucrania, asegura contar con un plan para terminar con la guerra. De hecho, en una entrevista con Reuters señaló que Ucrania debería estar preparada para “ceder” territorio.
Sobre estas declaraciones Zelenski ha reiterado que tanto el Partido Demócrata como el Republicano entienden la relevancia de apoyar a Ucrania. “Con respecto a la visión de Trump, uno de los candidatos a la Presidencia, es algo que entiendo en general. Quiero decir que si él obtiene la victoria estaremos dispuestos a trabajar juntos… no le tengo miedo a eso”, declaró el dignatario ucraniano a la prensa de su país.
Esa quinta parte del territorio ucraniano que Rusia pretende quedarse es un impedimento para la paz y varios países miembros de la OTAN temen que darle la razón a Putin sea un nuevo error histórico.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reitera que en su momento se cometió un desacierto muy grave al concederle a Hitler 30 mil kilómetros cuadrados de la región de los Sudetes, que pertenecían a Checoslovaquia.
En septiembre de 1938, en la Conferencia de Múnich, se decidió la suerte de Checoslovaquia, que perdió dicho territorio: los gobernantes de Francia, Reino Unido e Italia creyeron que Hitler no invadiría a más países si se le daba este territorio reclamado porque había una amplia población alemana; sin embargo, se equivocaron: en agosto de 1939 ya estaba preparada la invasión a Polonia.
Un grupo de países como Francia, Ucrania, Moldavia, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Reino Unido, Polonia y Alemania creen que Putin no se conformará con la quinta parte del territorio ucraniano. Algunos análisis de inteligencia advierten del enorme riesgo de una confrontación entre Europa del este y Rusia en un lapso de cinco años.
“Habla de regiones de nuestro país y dice que no se detendrá. Es lo mismo que hizo Hitler cuando exigió una parte de Checoslovaquia; solo es cuestión de saber de historia; no se puede confiar en él, ha demostrado que es impredecible”, declaró Zelenski a la cadena Tg24, afiliada de CNN.
No obstante, un par de semanas después el mandatario ucraniano llegó a mencionar la posibilidad de realizar un plebiscito en una entrevista con medios franceses entre los que se encontraban Le Monde, AFP y L’Equipe: “Las decisiones sobre la integridad territorial de Ucrania no las puede tomar el presidente, sino el pueblo ucraniano”.
Zelenski no descartó, llegado el momento, proponer un referendo a la población y preguntar si estarían de acuerdo en hacer concesiones territoriales para poner fin a la guerra.
Una encuesta realizada en mayo por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) encontró que un tercio (32%) de los ucranianos aceptaría ceder territorio por la paz y la independencia, en comparación con 26% en febrero de este año y 9% en febrero de 2023.
Más de la mitad (55%) todavía se opone a ceder territorio a Rusia si eso pone fin a la guerra, pero esta cifra es inferior a 74% de diciembre de 2023. Mientras tanto, el medio de comunicación ucraniano ZN informó en julio que 44% de la gente en el país coincidió en que había llegado el momento de iniciar negociaciones con Rusia.
Viraje de estrategia
Las maniobras de Ucrania estos días cambiando por completo su posición defensiva hacia una más ofensiva, son vistas en la UE no solo como un factor sorpresa sino también como una estrategia inteligente que le permitiría a Kiev contar con algo para negociar con el Kremlin sin tener que ceder a todas las pretensiones que tanto Trump (en caso de lograr la victoria electoral) como Putin quieren imponer como condición para un alto el fuego.
Desde el 6 de agosto el ejército de Ucrania inició una incursión militar en la Federación de Rusia, adentrándose en su territorio con tropas desplegándose en la región de Kursk.
Oleksander Sirski, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, asevera que sus tropas controlan unos mil kilómetros cuadrados de territorio ruso.
Por su parte, las autoridades rusas reconocen que Ucrania ya ha tomado 28 localidades de la provincia de Kursk. El gobernador de la región, Alexei Smirnov, señaló durante una reunión con Putin que las fuerzas ucranianas lograron profundizar su operación y extenderse hasta doce kilómetros de la frontera, mientras que el frente de combate tiene un radio de 40 kilómetros de ancho.
Smirnov, quien ha tildado la situación militar de difícil, aclaró que los ataques de los últimos días dejaron un total de 121 heridos y 120 mil evacuados.
A su vez, Sirski explicó que las operaciones ofensivas en el territorio de la región de Kursk siguen en marcha. “El combate continúa prácticamente en todo el frente y la situación está bajo control”, aseveró el coordinador de la invasión a Rusia.
Zelenski destaca que estos territorios ahora controlados por Ucrania eran las zonas desde las que el ejército ruso lanzaba ataques sobre la región de Sumi, unos dos mil 100 lanzamientos desde el 1 de junio.
“Es justo destruir a los terroristas rusos estén donde estén. Este es el desastre de la guerra y siempre le pasa a quienes desprecian a la gente y a las normas. Rusia ha llevado la guerra a otros y ahora vuelve a casa. Ucrania siempre ha deseado solo la paz y definitivamente vamos a garantizar la paz”, subrayó el líder ucraniano.
En un extenso editorial de la BBC se habla de esta estrategia como un significativo cambio de rumbo en la invasión iniciada por Rusia y que no debería pasar desapercibida. Primero que nada, la Federación de Rusia, la segunda potencia nuclear del mundo, está siendo invadida por un ejército menor, armado con la artillería de diversos países occidentales, principalmente estadunidenses.
La última vez que Rusia fue invadida era la URSS y Hitler ordenó a su ejército iniciar la incursión bélica el 22 de junio de 1941 bajo la Operación Barbarroja.
¿Qué busca Ucrania con esta arriesgada jugada y cómo cambia el rumbo de la guerra? De acuerdo con la BBC hay varios aspectos a considerar: 1) Un cambio de narrativa donde el débil muestra fuerza y valentía; 2) una nueva posición para negociar; 3) posible redistribución de soldados obligando a los rusos a replegarse; y, 4) la exhibición de un Putin débil con un ejército desorganizado.
El periódico británico The Independent advierte que Ucrania tiene un problema con la cantidad de soldados que puede poner en el campo de batalla, a pesar de sus esfuerzos de reclutamiento.
Se ve poco probable que la operación en Kursk cree una oportunidad estratégica a largo plazo para Kiev, dado que las tropas no podrán mantener el terreno ganado por mucho tiempo; hay muchas razones más simbólicas para atravesar la frontera. Las dos principales son levantar la moral y mostrar, tanto a Moscú como a los aliados occidentales, la determinación ucraniana por defender a su país.
“El ejército ucraniano obligará al ruso a reabastecer sus líneas, probablemente retirando tropas de una ofensiva en la región de Járkiv, justo al otro lado de la frontera, que es donde había estado logrando avances contra los soldados de Kiev”, de acuerdo con The Independent.
Temor en UE a la respuesta rusa
Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, señaló que hay preocupación en la Casa Blanca sobre el posible uso de centenares de misiles balísticos iraníes por parte de las fuerzas armadas rusas.
“Hemos estado advirtiendo sobre la profundización de la asociación de los acuerdos de seguridad entre Irán y Rusia. Esta asociación amenaza la seguridad europea porque no solo son drones, ahora serán misiles balísticos”, de acuerdo con Patel.
El vocero de Antony Blinken dijo que Estados Unidos y sus aliados están preparados para dar una respuesta “rápida y severa” si Irán sigue adelante con la transferencia de misiles balísticos, sin llegar a profundizar en qué consistiría esta respuesta.
Mientras, se cumplen más de diez días desde la incursión de las tropas ucranianas en la región rusa de Kursk y el gobierno ruso ha ordenado la apertura de 400 refugios temporales en todo el país para alojar a 30 mil evacuados, aunque se estima que son más de 121 mil personas las que han abandonado sus hogares.
¿Qué pretende Zelenski? El mandatario sabe que no tiene el ejército ni el armamento para sostener su osadía por mucho tiempo. De hecho, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania se afirma que el gobierno de Kiev no pretende anexionarse ninguna parte de Rusia, su única pretensión es lograr un alto el fuego y que las tropas invasoras salgan de Ucrania.
Putin, desde el Kremlin, anunció que Ucrania pagará muy caro esta acción, para lo que ya prepara una respuesta contundente.
Revueltas de la ultraderecha
El nuevo primer ministro de Reino Unido, el laborista Keir Starmer, no está teniendo un panorama pacífico en las calles de diversas ciudades británicas. Apenas tomó posesión el 4 de julio y ya enfrenta una ola de vandalismo y caos que él denuncia como actos orquestados por grupos de ultraderecha.
Las manifestaciones surgen a raíz del asesinato de tres niñas en la ciudad de Southport, tras asistir a un festival de baile en honor a Taylor Swfit, a manos de un joven de 17 años originario de Cardiff, Gales, quien irrumpió en dicho evento y apuñaló a varios menores y a sus padres.
Sin embargo, las redes sociales se llenaron rápidamente de imágenes que mostraron a un joven negro musulmán atacando con un cuchillo a la población y al que ligaban, además, como solicitante de asilo.
Otra cuenta llamada Europe invasion compartió imágenes generadas por IA en X que mostraban a un hombre con un traje tradicional musulmán agitando un cuchillo afuera de Westminster.
Las protestas no se han hecho esperar, casi todas convocadas por grupos de extrema derecha con pancartas contra la inmigración.
Pero lo que comenzó como manifestaciones antiinmigración se convirtió rápidamente en un desorden sin rumbo con varias semanas ya de destrozos y Starmer enfrenta una prueba de fuego, que es pacificar las calles con protestas que ya se han extendido hasta Irlanda del Norte.
“Las decisiones no las toma el presidente sino el pueblo ucraniano”.
Amenaza iraní
Irán ha prometido tomar represalias contra Israel por la muerte de Ismail Haniyeh, uno de los líderes de Hamás, asesinado a finales de julio durante su visita a Teherán.
El periódico The New York Times refiere que la crisis en Oriente Medio entró en una nueva fase en las últimas semanas, elevando la preocupación internacional por que el conflicto en Gaza se convierta en una guerra regional.
Irán afirma que cualquier ataque de represalia también involucrará a sus fuerzas subsidiarias, que incluyen a Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen y sus milicias en Irak.
En contraparte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que su nación está preparada para defenderse de cualquier ataque y advirtió que podría pasar a la ofensiva. De hecho, en los últimos días, las autoridades han instado a los israelíes a tomar precauciones, como abastecerse de alimentos y localizar los refugios antibombas.
Mientras los civiles de Israel, Irán y Líbano expresan temor por un conflicto más amplio, Estados Unidos y varios países de Europa instan a sus ciudadanos a abandonar Líbano de inmediato.
Por lo pronto, el Pentágono ha reforzado sus posiciones en Oriente Medio con buques de guerra y un submarino nuclear.