Como hace ocho años, el presidente republicano emite una serie de decretos y acciones de gobierno: va contra migrantes y cárteles; saca a EU de la OMS y mantiene la amenaza de aranceles.
Apenas horas después de asumir la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión, Donald Trump firmó sus primeros 41 decretos para iniciar su gobierno e inaugurar lo que llamó “una nueva era” para ese país, que para el resto del mundo abrió una etapa de incertidumbre e inestabilidad.
Las órdenes presidenciales emitidas incluyen algunas de sus principales promesas de campaña, como declarar terroristas a las organizaciones que elaboran y trafican drogas, criminalizar la migración y emitir una emergencia nacional en la frontera con México para detener el paso de indocumentados.
Como al inicio de su primer periodo en la Casa Blanca, el mandatario republicano recurrió a la firma de decenas de decretos para perfilar lo que será su administración en los próximos cuatro años, lo que en los hechos significará una profunda reorganización gubernamental y una nueva etapa de confrontación con sus aliados, organismos internacionales y enemigos comerciales e ideológicos de la Unión Americana.
En su primer día en el despacho oval Trump volvió a su postura de “poner en primer lugar” a EU, por lo que se retirará del Acuerdo de París en el tema del cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de otorgar un polémico indulto a más de mil 500 extremistas que fueron encontrados culpables por encabezar los ataques al Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando intentaron impedir la ratificación del triunfo de Joe Biden en la elección presidencial de 2020.
Como hace ocho años, su regreso a la Casa Blanca sacude al mundo con acciones que ponen en riesgo la endeble estabilidad internacional y un discurso expansionista, disruptivo y amenazador.
Medidas antiinmigrantes
En su primer discurso tras ser investido como el presidente 47 de Estados Unidos, Trump anunció que firmaría acciones ejecutivas, como declarar una emergencia nacional en la frontera con México para detener inmediatamente la entrada ilegal de inmigrantes, con lo que comenzará el proceso de devolver a millones de extranjeros a sus países de origen, además de que buscará restablecer la política de Quédate en México que aplicó en su primer mandato.
Por lo que hace a la declaración de emergencia en la frontera sur de Estados Unidos, esta disposición le permitirá desbloquear de manera unilateral financiación federal para la construcción de un muro fronterizo sin la aprobación del Congreso, así como aplicar medidas más estrictas en materia migratoria.
Respecto a su intención de reactivar el programa Quédate en México, el cual fue cancelado por Joe Biden al inicio de su administración, significaría aplicar una política que obligaría a que miles de personas de otros países que solicitan asilo a EU permanecerían en territorio mexicano mientras un juez de inmigración revisa sus peticiones.
Esta política provocó antes graves problemas de hacinamiento en México por la dificultad que representó dar alojamiento, alimentación y cuidados de salud a miles de migrantes, lo que representó una carga económica para los municipios y estados fronterizos mexicanos.
Ciudadanía por nacimiento
Trump firmó el decreto para poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, una garantía que otorga la décima cuarta enmienda de la Constitución estadunidense para los hijos de inmigrantes indocumentados.
Especialistas y defensores de los derechos humanos en ese país afirmaron que el presidente no puede cambiar la Carta Magna por su cuenta, por lo que todavía no está claro cómo negará la ciudadanía a las personas nacidas en suelo estadunidense de padres indocumentados, pues esa medida ya es impugnada en los tribunales y podría llegar hasta la Corte Suprema.
De hecho, apenas un día después de la firma del decreto una docena de fiscales generales de estados demócratas presentaron una demanda contra esta acción ejecutiva, al argumentar que el decreto viola la 14 enmienda de la Constitución que otorga el derecho de ciudadanía a todos los menores nacidos en EU.
“A pesar de los amplios poderes del presidente para establecer la política de inmigración, la Orden de Privación de la Ciudadanía está muy por encima de los límites legales de la autoridad del mandatario”, destaca la demanda.
Otras disposiciones en materia migratoria son prohibir el asilo a las personas recién llegadas a la frontera con México y suspender el Programa de Admisiones de Refugiados (CBP ONE, por sus siglas en inglés) hasta que la siguiente entrada a ese país de refugiados se ajuste a los intereses estadunidenses.
También ordenó poner fin a la práctica de captura y liberación (catch and release) de inmigrantes y desplegará mil 500 soldados que han recibido la orden de trasladarse a la frontera con México para reforzar la presencia militar en la zona, donde se sumarían a los poco más de dos mil elementos del ejército en servicio activo que ya se encuentran en la frontera, junto con cuatro mil elementos de la Guardia Nacional que realizan labores de vigilancia para evitar el ingreso de indocumentados.
Contra cárteles
Respecto de designar a los cárteles de drogas como organizaciones terroristas, esta orden ejecutiva le permite a Trump la posibilidad de desplegar al ejército fuera de ese país para perseguir a esos grupos.
Según la Ley Pública 104-132, o Ley Contra el Terrorismo, el mandatario puede hacer uso de la fuerza militar para interrumpir, desmantelar y destruir la infraestructura utilizada por una organización declarada formalmente como terrorista.
No obstante, para que entre en vigor esta disposición primero tendrá que ser aprobada por el Congreso, el Poder Judicial e incluso podría llegar su discusión a la Corte Suprema.
En tanto, Trump dio un periodo de dos semanas al Departamento de Estado para que tome las medidas para consultar con el secretario del Tesoro, el fiscal general y el secretario de Seguridad Nacional para hacer una recomendación respecto de la designación de cualquier cártel como organización terrorista extranjera.
Aranceles pendientes
En materia de aranceles y comercio Trump emitió decretos en los que ordena a las agencias federales que inicien una investigación sobre déficits comerciales y prácticas monetarias desleales, además de examinar flujos de inmigrantes y drogas desde Canadá, China y México hacia EU.
Antes de asumir la presidencia amenazó a México y Canadá con aplicar un impuesto de 25% en caso de no detener el flujo migratorio y el trasiego de drogas.
Y si bien en la primera oleada de órdenes ejecutivas que firmó en su primer día como mandatario no hubo ninguna para aplicar aranceles a sus socios de América del Norte, Trump advirtió que esa decisión la tomaría el 1 de febrero.
También pidió a las agencias estadunidenses en materia comercial evaluar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Esta instrucción estaría en concordancia con lo difundido por el diario estadunidense The Wall Street Journal en el sentido de que Trump prevé renegociar el tratado antes de 2026, fecha en que está programada una revisión y no una renegociación.
La estrategia de Trump, según el diario, recurriría a la amenaza de aplicar fuertes aranceles a las exportaciones para presionar a sus dos socios comerciales con la finalidad de renegociar ese acuerdo comercial lo antes posible.
El mandatario estadunidense usaría la amenaza de aranceles para cambiar las reglas automotrices acordadas en el TMEC a fin de obligar a las automotrices instaladas en Canadá y México a trasladarse a EU.
Firmó también una disposición para ordenar al gobierno que evalúe la viabilidad de crear un Servicio de Ingresos Externos para recaudar aranceles y derechos de aduana para “empezar a cobrar a los que lucran a costa nuestra con el comercio”.
Además, ordenó que el gobierno realice una revisión completa de la base industrial y manufacturera de EU para evaluar si se justifican más aranceles relacionados con la seguridad nacional de ese país.
Petróleo
En los temas de energía y medio ambiente firmó decretos para retirar a EU del Acuerdo de París, tratado internacional que busca limitar el calentamiento mundial para disminuir la temperatura en el planeta en 1.5 o 2 grados, para lo cual los países firmantes se comprometen a disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Ya en su primera gestión retiró a EU de ese acuerdo, pero Biden lo reincorporó y volvió a colocar a la nación estadunidense como una de las principales promotoras del uso de energías alternativas para combatir el cambio climático.
Trump también declaró una emergencia energética nacional, lo que ocurre por primera vez en ese país y le permitirá tener facultades para suspender normas ambientales o autorizar nuevos proyectos energéticos, como minas o mayor extracción de petróleo.
En su primer discurso afirmó que EU volvería a ser una nación manufacturera y regresaría a perforar y extraer mayor cantidad de petróleo y gas. Y aseveró que con sus acciones pondrá fin al Nuevo Acuerdo Verde (Green New Deal) y revocará el mandato de los vehículos eléctricos para salvar a la industria automovilística estadunidense.
Fuera de la OMS
Como lo hizo durante su primer periodo en la Casa Blanca, anunció que sacará a EU de la OMS por considerar que ese organismo no actuó de manera adecuada durante la pandemia de Covid-19, una medida que de acuerdo con los analistas en ese país es un enfoque aislacionista que busca poner a Estados Unidos en primer lugar.
Otra decisión polémica que tomó y que prometió durante su campaña fue indultar a unas mil 500 personas que fueron declaradas culpables por el ataque del 6 de enero de 2020 contra el Capitolio, sede del Poder Legislativo y símbolo de la democracia estadunidense.
Ese día, azuzados por Trump durante un mitin, cientos de sus simpatizantes intentaron evitar la declaratoria de la victoria electoral del candidato presidencial Joe Biden e ingresaron al recinto legislativo, donde causaron destrozos y se enfrentaron al personal de vigilancia y de seguridad, hechos que dejaron como saldo cinco muertos.
Así, Trump no lleva ni una semana en el poder y ya marcó el paso de toda la agenda mundial al poner sobre la mesa los temas a los que dará prioridad durante su segundo mandato, con lo que comenzará, según afirmó en su primer discurso, “la edad de oro de Estados Unidos”, pero que para el resto del mundo puede convertirse en una terrible pesadilla.
Puntos sobresalientes
- Declaración de emergencia nacional en la frontera sur y deportación de millones de inmigrantes ilegales.
- Restablecimiento de la política Quédate en México y despliegue militar en la frontera.
- Designación de los cárteles de drogas como organizaciones terroristas extranjeras.
- Uso del Acta de Enemigos Extranjeros de 1798 para combatir al crimen organizado.
- Declaración de emergencia energética nacional y promesa de aumentar la producción de petróleo y gas.
- Convertir a EU nuevamente en una nación manufacturera.
- Revocación del Green New Deal y fin del mandato de vehículos eléctricos.
- Reestructuración del sistema comercial para proteger a trabajadores y familias estadunidenses.
- Creación del Servicio de Ingresos Externos para recaudar aranceles e ingresos de fuentes extranjeras.
- Orden ejecutiva para detener la censura gubernamental y restaurar la libertad de expresión.
- Reconocimiento oficial de solo dos géneros: masculino y femenino.
- Promesa de construir las fuerzas armadas más fuertes del mundo.
- Cambio del nombre del Golfo de México a Golfo de América.
- Recuperación del Canal de Panamá.
“Va muy bien” la relación con México
Durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que la relación con México va “muy bien, situación contraria con Canadá, nación con la que aseguró que tiene “un tremendo déficit”.
El mandatario estadunidense subrayó que EU exige que los demás países lo traten con “respeto” y se refirió al caso de Canadá como ejemplo: “Canadá es un país con el que tenemos un tremendo déficit; un país con el que ha sido difícil negociar a lo largo de los años”, situación que dijo no puede seguir así, pues EU tiene un déficit de 250 mil millones de dólares en su balanza comercial.
Fue entonces que hizo la comparación con México. “Por otra parte, estamos tratando con México y creo que vamos muy bien”.
Por otro lado, amenazó con imponer aranceles si los países industrializados no trasladan sus fábricas a EU. A los representantes de la élite mundial de empresarios, presidentes, jefes de Gobierno y líderes globales de diversos sectores, los invitó a que fabriquen sus productos en la Unión Americana y a cambio les ofreció “algunos de los impuestos más bajos que cualquier nación en la tierra”. Sin embargo, aseguró que, si no lo hacen “entonces simplemente tendrán que pagar un arancel” que generará cientos de miles de millones e incluso billones de dólares a Estados Unidos para fortalecer su economía (con información de Claudia Luna Palencia).