Roma, Italia, 26 de abril. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue uno de los más de 50 jefes de Estado y otros dignatarios que asistieron este sábado al funeral del papa Francisco, donde presentó sus respetos al líder católico con el que discrepó abiertamente sobre varias cuestiones. Trump también se reunió brevemente con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.
La Casa Blanca y la oficina de Zelenskyy confirmaron la reunión, que es la primera conversación cara a cara entre Trump y el líder ucraniano desde que ambos, junto con el vicepresidente estadunidense JD Vance, discutieron durante una acalorada reunión en la Oficina Oval a finales de febrero.
El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, dijo que “se reunieron en privado hoy y mantuvieron una discusión muy productiva”, añadiendo que se ofrecerían más detalles más tarde en el día.
Trump llegó al Vaticano acompañado por su esposa, la primera dama Melania Trump, y fue colocado en la primera fila, no muy lejos del presidente de Francia, Emmanuel Macron, para la liturgia al aire libre.
Trump manifestó a reporteros el viernes, durante el vuelo a Roma, que iba al funeral “por respeto” al pontífice, quien falleció el lunes tras sufrir un derrame cerebral a la edad de 88 años.
Francisco discrepaba rotundamente con el enfoque del líder republicano en cuestiones como la inmigración, el trato a los migrantes y el cambio climático. El primer desencuentro entre pontífice argentino y el presidente estadounidense fue por la inmigración. En 2016, Francisco, aludiendo al entonces candidato a la Casa Blanca y a su promesa de construir un muro fronterizo, dijo que cualquiera que construya un muro para impedir el paso de los migrantes “no es cristiano”. Trump calificó el comentario de “vergonzoso”.
Pero tras la muerte del jesuita argentino, Trump lo describió como un “buen hombre” que “trabajó duro” y “amó al mundo”. Además, ordenó que las banderas estadunidenses ondearan a media asta en su honor.
Trump había dicho en un par de ocasiones antes de salir de Washington que mantendría “muchas” reuniones con sus homólogos al margen del funeral. Pero pareció retractarse mientras volaba a Roma.
“Francamente, es un poco irrespetuoso tener reuniones cuando estás en el funeral de un papa”, declaró a los reporteros que lo acompañaban a bordo del Air Force One. “Hablaré con gente. Veré a mucha gente”.
Una persona con la que Trump no esperaba interactuar es con el expresidente Joe Biden, un católico practicante que acudió al funeral con su esposa, Jill. Biden, con sus características gafas de sol de aviador, estaba sentado varias filas por detrás de Trump, quien había dicho que no sabía que su predecesor demócrata estaría en el Vaticano. Preguntado por si se reunirían, Trump afirmó que “No está en lo alto de mi lista. Realmente no lo está".
Trump llamó la atención durante el funeral por vestir un traje azul oscuro con una corbata en los mismos tonos, en un mar de atuendos de riguroso luto negro.