McALLEN, Texas, noviembre 20.-Texas ha puesto a disposición del gobierno federal un terreno rural a lo largo de la frontera con México para utilizarlo como área de maniobras para las posibles deportaciones masivas que se tienen previstas durante el gobierno del virtual presidente electo Donald Trump.
La propiedad, que Texas compró el mes pasado, está ubicada en una zona rural del condado de Starr en Rio Grande Valley. Dawn Buckingham, la comisionada de Tierras de Texas, le envió una carta a Trump el 14 de noviembre en la que presentó la oferta.
“Sabemos por canales no oficiales que lo están analizando y tomando en cuenta. Pero sólo queremos que sepan que somos un buen socio. Estamos aquí. Queremos ayudar”, dijo Buckingham a The Associated Press en una entrevista el miércoles.
La propiedad no tiene caminos pavimentados y se encuentra en un condado en el que sólo hay un hospital público y recursos locales limitados. Sin embargo, Buckingham enfatizó su ubicación.
“Creemos que está muy bien ubicado. El terreno es muy plano allí. Está cerca de importantes aeropuertos. También junto a un puente que cruza el río”, dijo Buckingham. “Entonces, si es útil, me encantaría asociarme con el gobierno federal. Y si no lo es, continuaremos buscando la manera de ayudarlos”.
La oferta del terreno es el más reciente ejemplo de una marcada división entre los estados y los gobiernos locales sobre si apoyar o combatir los planes de Trump de llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes que viven sin autorización en Estados Unidos. El martes, el concejo municipal de Los Ángeles aprobó mediante una votación convertirse en una jurisdicción “santuario”, decisión con la que se limita la cooperación con las autoridades federales de inmigración para llevar a cabo deportaciones.