Londres, Inglaterra, 11 de marzo. Las autoridades británicas estaban preocupadas por posibles daños ambientales, al día siguiente de que un barco de carga que transportaba un químico tóxico chocara contra un petrolero que transportaba combustible de aviones para el Ejército de Estados Unidos frente a la costa este de Inglaterra, incendiando ambos buques.
El combustible para aviones de un tanque roto se derramó en el mar del Norte después de que el mercante Solong, registrado en Portugal, embistiera al petrolero de bandera estadunidense MV Stena Immaculate ayer lunes. La colisión provocó explosiones e incendios que ardieron durante 24 horas. Imágenes grabadas desde un helicóptero el martes por la mañana mostraron que el incendio parecía haberse extinguido en el petrolero, que tenía una gran abertura en su lado de babor.
El ministro del gobierno británico, Matthew Pennycook, afirmó que se trataba de una “situación dinámica y en rápida evolución”.
Indicó que las lecturas de calidad del aire eran normales y que los guardacostas “están bien equipados para contener y dispersar cualquier derrame de petróleo”, con equipos que incluyen barreras desplegadas desde embarcaciones para detener la propagación del petróleo, y aeronaves que pueden rociar dispersantes sobre un derrame.
La colisión desencadenó una importante operación de rescate por parte de botes salvavidas, aeronaves de la guardia costera y embarcaciones comerciales en el neblinoso mar del Norte.
Todos menos uno de los 37 miembros de la tripulación de los dos buques fueron llevados a tierra en el puerto de Grimsby, a unas 150 millas (240 kilómetros) al norte de Londres, y uno fue hospitalizado. Un miembro de la tripulación estaba desaparecido, y las guardacostas suspendieron la búsqueda la noche del lunes.