Kaohsiung, Taiwán, 9 de enero. Taiwán dio muestra de sus defensas marítimas ante un posible ataque chino, en medio de tensiones crecientes con Beijing, como parte de una estrategia multinivel para disuadir una invasión desde el continente.
La armada de la isla destacó sus lanchas misileras rápidas Kuang Hua VI y las corbetas de clase Tuo Chiang en aguas cercanas al mayor puerto de Taiwán, Kaohsiung, un importante centro para el comercio internacional considerado clave para reabastecer a las fuerzas chinas en caso de que establezcan un frente de playa en la isla.
Las lanchas Kuang Hua VI, que cargan una tripulación de 19 elementos y misiles anti-buque Hsiung Feng II desarrollados localmente, mostraron su capacidad para salir al mar en una emergencia e interceptar barcos enemigos a punto de cruzar el límite de 44 kilómetros (24 millas náuticas) de la zona contigua de Taiwán, dentro de la cual se permite a los gobiernos tomar acciones defensivas.
China envía habitualmente barcos y aviones para desafiar la voluntad y la capacidad de Taiwán de contrarrestar a los intrusos, lo que le lleva a lanzar aviones, activar sistemas de misiles y enviar buques de guerra. El miércoles, Taiwán exigió a China que pusiera fin a su actividad militar en aguas cercanas, que, en su opinión, está socavando la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y perturbando la navegación y el comercio internacionales.
La estrategia del montañoso Taiwán consiste en contrarrestar el mucho mayor ejército chino con una defensa relativamente flexible que pueda impedir que las tropas chinas crucen el estrecho. Los puntos de desembarco son escasos en la costa occidental de Taiwán frente a China, lo que obliga a Beijing a centrarse en la costa oriental.