Río de Janeiro, Brasil, 25 de marzo. Un panel de jueces del Supremo Tribunal de Brasil comenzó el proceso para determinar si el expresidente Jair Bolsonaro y sus aliados serán juzgados por cinco cargos, entre ellos, el intento de llevar a cabo un golpe de Estado.
El fiscal general Paulo Gonet acusó a Bolsonaro el mes pasado de planear un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 ante su oponente y actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Parte de ese plan supuestamente incluía envenenar a Lula y asesinar al juez del Supremo Tribunal Alexandre de Moraes, un adversario de Bolsonaro.
Cinco jueces del Supremo Tribunal, entre los que está de Moraes, el relator, iniciaron los procedimientos alrededor de las 9:45 de la mañana, hora local en Brasilia, para decidir sobre los cargos presentados por Gonet. Si la mayoría vota a favor, los acusados se convertirán en imputados en un caso penal.
Bolsonaro y sus presuntos cómplices también están acusados de participar en una organización criminal armada, intento de abolición violenta del estado de derecho democrático, daño calificado por violencia y una seria amenaza contra los bienes del Estado, y deterioro del patrimonio listado.
La organización criminal estuvo activa entre julio de 2021 y enero de 2023, señaló de Moraes, al inicio del proceso. Apuntó que las prácticas del grupo comprendían “una serie de actos maliciosos destinados a abolir el estado de derecho democrático y deponer al gobierno legítimamente elegido.”
Gonet, quien habló después de de Moraes y tuvo 30 minutos para presentar los cargos contra los acusados, señaló que el grupo buscó mantener a Bolsonaro en el poder “a toda costa.”
“La organización criminal documentó su proyecto y durante las investigaciones se encontraron manuscritos, archivos digitales, hojas de cálculo e intercambios de mensajes”, indicó Gonet.
Bolsonaro ha negado repetidamente haber cometido algún delito y afirma que está siendo perseguido políticamente.
La cadena de televisión local Globonews mostró la llegada de Bolsonaro al Supremo Tribunal. En declaraciones hechas a periodistas esta mañana en el aeropuerto de Brasilia, el exmandatario nuevamente negó las acusaciones.
“Estoy bien. Siempre espero justicia. Nada está fundamentado en las acusaciones, hechas de manera sesgada, por la Policía Federal”, expresó Bolsonaro, refiriéndose al informe de 884 páginas presentado a finales de noviembre.
Según la ley brasileña, una condena por golpe de Estado conlleva, por sí sola, una sentencia de hasta 12 años, pero cuando se combina con los otros cargos, podría resultar en una condena de décadas tras las rejas.
Los observadores dicen que es probable que los cargos sean aceptados.