Jerusalén, Israel, 26 de agosto. La ronda de negociaciones de alto nivel celebrada en El Cairo para lograr un alto el fuego y un acuerdo sobre la liberación de rehenes que ponga fin, al menos temporalmente, a los diez meses de guerra entre Israel y Hamás en Gaza concluyó el domingo sin un acuerdo definitivo, informó un funcionario estadounidense. Sin embargo, las pláticas continuarán a niveles inferiores en los próximos días en un esfuerzo por resolver los puntos contenciosos que aún persisten.
El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato, dijo que “equipos de trabajo” de bajo nivel permanecerán en El Cairo para reunirse con mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto con la esperanza de abordar los desacuerdos restantes. El funcionario calificó las recientes negociaciones, que comenzaron el jueves en El Cairo y continuaron hasta el domingo, de “constructivas” y dijo que todas las partes estaban trabajando para “alcanzar un acuerdo definitivo y que pueda ser implementado”.
En las conversaciones participaron el director de la CIA, William Burns, y David Barnea, jefe de la agencia de inteligencia israelí Mossad. Una delegación de Hamás recibió información de los mediadores egipcios y qataríes, pero no participó directamente en las negociaciones.
Los acontecimientos se produjeron después de que Israel y el grupo militante libanés Hezbollah intercambiaran intensos disparos a primera hora del domingo, pero se abstuvieran de desencadenar una temida guerra a gran escala, luego que ambas partes señalaron que su enfrentamiento más intenso en meses había terminado.
Hezbollah afirmó que atacó un centro de inteligencia militar israelí cerca de Tel Aviv como parte de un bombardeo de cientos de cohetes y drones, e Israel indicó que sus docenas de ataques habían sido preventivos para evitar uno más grande. Ninguna de las dos partes presentó pruebas.
El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, afirmó que el ataque, una represalia contra Israel por el asesinato de un alto mando de la organización en Beirut el mes pasado, se había retrasado para dar una oportunidad a las negociaciones de cese el fuego en Gaza y para que los grupos afines respaldados por Irán pudieran discutir con dicho país la posibilidad de lanzar un ataque conjunto contra Israel. El despliegue conjunto de fuerzas militares israelíes y estadunidenses también influyó.
“Nos reservamos el derecho a responder más adelante” si no se cumplen los objetivos del ataque del domingo, dijo Nasrallah, añadiendo que los rebeldes hutíes en Yemen – y el propio Irán – aún no han respondido. Pero señaló al pueblo libanés: “En este momento, el país puede tomarse un respiro y relajarse”.
Israel y Hezbollah indicaron que sólo habían apuntado a objetivos militares. Israel dijo que Hezbollah no había alcanzado ningún objetivo militar, pero que un soldado de la marina israelí había muerto y que otros dos resultaron heridos ya sea por uno de los proyectiles o sus restos. Dos combatientes de Hezbollah y un militante de un grupo aliado murieron, informaron los grupos.