Santo Domingo, 25 de marzo. La guerra en Ucrania, la migración irregular y el cambio climático preponderaron este sábado los debates en la vigésima octava Cumbre Iberoamericana, en la que los 22 socios del bloque apostaron a consolidar las alianzas y las inversiones para hacer frente a los conflictos de estos de la actualidad.
Durante el segundo y último día de sesiones los líderes iberoamericanos expresaron su preocupación por las diferentes crisis que golpean al mundo y exhortaron a sus socios a definir una posición conjunta.
Alberto Fernández, presidente de Argentina, planteó enfrentar con “coraje” las tensiones mundiales generadas por la invasión rusa a Ucrania, el colapso de dos bancos estadounidenses y los desequilibrios generados por el cambio climático.
“La globalización está en crisis”, señaló Fernández en su intervención, al destacar como urgente “un cambio drástico al sistema financiero y no seguir socorriéndolo”.
Argentina llegó el año pasado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar su deuda, la cual es de unos 45 mil millones de dólares y evitar un cese de pagos. Asimismo, se ordenó a las empresas estatales argentinas canjear bonos en dólares por nuevos instrumentos en pesos para contener la caída de las reservas internacionales en medio del complejo escenario inflacionario que afronta ese país.
El mandatario suramericano pidió a Iberoamérica restablecer la unidad y respetar la diversidad ideológica, y abogó por el cese de los bloqueos económicos.
Se sumó a las preocupaciones de Fernández, su homólogo chileno Gabriel Boric, quien consideró como “inaceptable” la invasión rusa a Ucrania y dijo que el mundo no se debe acostumbrar a esa guerra.
“Tenemos que seguir condenándola y seguir haciendo esfuerzos para la paz”, dijo Boric al recordar que en el caso de Ucrania hay, desde su percepción, “una violación de los principios fundamentales de la Carta de Naciones Unidas”.
El presidente chileno también rechazó las acciones de represión que ha realizado el gobernante nicaragüense Daniel Ortega contra la oposición en las últimas semanas y añadió que “no es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y (Rosario) Murillo”.
Además, Boric planteó que no se puede seguir tolerando la migración irregular, la cual consideró como el “gran desafío de la región”, y abogó por un trabajo coordinado de las autoridades policiales y migratorias regionales para contrarrestar las redes de crimen trasnacional organizado, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes que aseguró que se asocian al tráfico de armas y drogas.
Durante la segunda y última jornada del foro se prevé la firma de tres acuerdos en materia medioambiental, seguridad alimentaria y derechos digitales que fueron discutidos previamente por los cancilleres. Además, se entregará a Ecuador la presidencia y la organización de la próxima Cumbre Iberoamericana.
Se espera que los compromisos a los que se lleguen sean abordados en la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados de Latinoamérica y Caribe (Celac), prevista para el 17 al 18 de julio en Bruselas.
En este punto, el rey Felipe VI anunció que en la cumbre de julio se presentará una cartera de proyectos de inversión estratégicos para la región que contará con el apoyo de la Unión Europea, así como de instituciones financieras como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica.