Región de Chernihiv, Ucrania, 19 de marzo. Rusia y Ucrania informaron que intercambiaron 175 prisioneros cada uno, en uno de los mayores canjes desde que comenzó la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú hace tres años.
“Estamos trayendo de vuelta a soldados, sargentos y oficiales —guerreros que lucharon por nuestra libertad en las filas de las Fuerzas Armadas, la Armada, la Guardia Nacional, las Fuerzas de Defensa Territorial y el Servicio de Guardacostas”, afirmó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.
El líder ucraniano dijo el martes que liberar a todos los prisioneros de guerra, así como a los civiles capturados, sería un paso importante hacia la paz y podría ayudar a crear confianza entre los dos países. Zelenskyy ha llamado repetidamente a un intercambio de todos los prisioneros de ambos bandos.
Esto ocurre mientras continúan las discusiones sobre un alto el fuego temporal que podría poner la guerra en pausa.
Emotivos reencuentros
Poco después de que se llevara a cabo el intercambio, cerca de la frontera norte de los dos países en guerra, docenas de familias ansiosas se dirigieron a un hospital de la región de Cherníhiv, Ucrania, donde se esperaba la llegada de los prisioneros liberados.
Entre ellos estaba Aliona Skuibida, de 28 años, quien ha promovido durante casi tres años el regreso de su prometido, Andrii Orel, capturado en abril de 2022 durante la brutal batalla por Mariúpol, que finalmente cayó ante las fuerzas rusas.
Skuibida, miembro de la Asociación de Fuerzas del Cuerpo de Infantes de Marina, dijo que se casarían tan pronto como volviera del campo de batalla, pero en su lugar cayó en manos rusas.
“La cautividad no es una forma de sobrevivir”, indicó, y añadió que muchos soldados regresan del cautiverio en Rusia mostrando signos de tortura.
Pero este miércoles, Skuibida estaba lista para celebrar el regreso de Orel con globos azules y amarillos y un pastel. “Su cumpleaños fue el día anterior”, comentó.
Varios autobuses llegaron al terreno del hospital. Mientras los soldados, frágiles y visiblemente exhaustos, salían de los vehículos, sus rostros se iluminaban. Algunos sonrieron, mostrando huecos en la dentadura.
Mientras las familias se reunían, había otros que aún estaban desaparecidos. Algunas personas se movían entre la multitud, llevando fotos de sus familiares desaparecidos y preguntando desesperadamente a los prisioneros de guerra liberados si los habían visto.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que había liberado a 22 prisioneros ucranianos gravemente heridos “como un gesto de buena voluntad”. Zelenskyy afirmó que fueron devueltos a través de un proceso de negociación separado. Originalmente, el presidente ruso Vladímir Putin prometió liberar a 23 prisioneros cuando habló con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un posible alto el fuego parcial. Hasta el momento, no se han hecho comentarios sobre la razón del cambio en el número.
Entre los liberados hubo soldados y combatientes gravemente heridos a quienes Rusia había procesado con cargos falsos, dijo Zelenskyy, y prometió que: “Ucrania recuerda a cada uno de sus héroes, y traeremos a todos a casa.”
Los intercambios de prisioneros requieren trabajo
Se han producido intercambios de prisioneros a lo largo de la guerra, y este canje se había planeado antes de la llamada con el presidente de Estados Unidos.
Petro Yatsenko, jefe de la oficina de prensa del Cuartel General de Coordinación de Ucrania para el Tratamiento de Prisioneros de Guerra, enfatizó que los intercambios de prisioneros requieren una extensa preparación.
“Estos intercambios no son eventos espontáneos. Requieren meses de planificación cuidadosa, no solo días o semanas”, dijo Yatsenko, y añadió que el intercambio más reciente ocurrió el 5 de febrero. “Y hemos trabajado continuamente desde entonces para preparar este.”
Desde el inicio de la invasión rusa, han sido liberados más de cuatro mil cautivos ucranianos, incluidos civiles y extranjeros, según el cuartel general de tratamiento de prisioneros de guerra.
Según las Naciones Unidas, la mayoría de los prisioneros de guerra ucranianos sufren negligencia médica, maltrato severo y sistemático, e incluso tortura mientras están detenidos. También ha habido informes aislados de abusos por parte de soldados rusos, principalmente durante la captura o el tránsito a los sitios de internamiento.