Ginebra, Suiza, 12 de febrero. La oficina de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas /(ONU) estimó que hasta mil 400 personas podrían haber sido asesinadas en Bangladesh durante tres semanas el verano pasado en una represión de las protestas lideradas por estudiantes contra la ahora destituida ex primera ministra Sheikh Hasina entre el 15 de julio y el 5 de agosto de 2024.
En un nuevo reporte, la oficina con sede en Ginebra señala que los servicios de seguridad e inteligencia “se involucraron sistemáticamente” en violaciones de derechos que podrían constituir crímenes de lesa humanidad y que requieren una investigación adicional.
Miles más resultaron heridas, “la gran mayoría de las cuales fueron baleadas por las fuerzas de seguridad de Bangladesh”, indicó.
Más de once mil 700 personas fueron detenidas, según el informe, que citó información de los servicios de seguridad. El reporte indicaba que entre el 12% y el 13% de las personas consideradas como asesinadas —hasta 180 personas, aproximadamente— eran niños. En algunos casos, “las fuerzas de seguridad llevaron a cabo ejecuciones sumarias al disparar deliberadamente a manifestantes desarmados a quemarropa”, se indicó.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, mencionó signos de que “los asesinatos extrajudiciales, las detenciones y arrestos arbitrarios extensos, y la tortura” se llevaron a cabo con el conocimiento y la coordinación del liderazgo político y los altos funcionarios de seguridad como una forma de suprimir las protestas.
El equipo de investigación de la ONU fue desplegado en Bangladesh a invitación del líder interino del país, el nobel de la Paz Muhammad Yunus, para investigar el levantamiento y la violenta represión.
El equipo de investigadores apuntó que el gobierno interino ha realizado supuestamente 100 arrestos en conexión con ataques a grupos religiosos e indígenas. El informe indicó que “muchos responsables de actos de venganza, violencia y ataques a grupos distintos aparentemente continúan disfrutando de impunidad”.
Lo que comenzó como manifestaciones pacíficas de estudiantes frustrados con un sistema de cuotas para empleos gubernamentales se convirtió inesperadamente en un levantamiento importante contra Hasina y su partido gobernante, la Liga Awami.
Una decisión de la Corte Superior a principios de junio que restableció el sistema de cuotas fue el “detonante inmediato” de las protestas, que también fueron alimentadas por viejos agravios sobre la desigualdad económica y la falta de derechos, indicó el informe.