Beirut, Líbano, 18 de septiembre. Una serie de explosiones se registraron en Beirut y otras partes de Líbano en una aparente segunda ola de detonaciones de dispositivos electrónicos, informaron funcionarios de Hezbollah y la prensa estatal, al reportar que estallaron walkie-talkies y hasta equipos de energía solar, un día después de que cientos de buscapersonas o bípers explotaron. Por lo menos nueve personas murieron y 300 resultaron heridas, indicó el Ministerio de Salud libanés.
Hubo varios estallidos en Beirut, en el funeral de tres miembros de Hezbollah y un menor de edad muertos en las explosiones de bípers ayer, según periodistas de AP en el lugar. Un fotógrafo de AP en la ciudad costera de Sidón vio a un carro y a una tienda teléfonos móviles dañados luego que dispositivos estallaron en su interior.
Un funcionario de Hezbollah señaló a la AP que estallaron radios portátiles usados por la agrupación. La fuente habló a condición de anonimato al no estar autorizada para hablar públicamente del tema. La agencia oficial de noticias libanes reportó que sistemas domésticos de energía solar estallaron en varias partes de Beirut y el sur del Líbano, hiriendo por lo menos a una niña.
Hezbollah juró venganza por los ataques.
Hashem Safieddine, director del Consejo Ejecutivo de Hezbollah, afirmó que la agrupación responderá con “un castigo especial”.
El grupo, aseveró, está “en una nueva confrontación con el enemigo”.
Las nuevas explosiones ocurren en medio de gran confusión e indignación en Líbano por los estallidos de los bípers ayer, que parecían ser una compleja operación israelí contra Hezbollah. Por lo menos 12 personas murieron, entre ellas dos menores de edad, y unas dos mil 800 resultaron heridas.
Entretanto, empezaron a surgir detalles del operativo. Una compañía con sede en Hungría fue la responsable de fabricar los bípers que explotaron en Líbano y Siria en una aparente operación israelí contra Hezbollah, anunció otra firma cuya marca se utilizaba en los dispositivos.
Los bípers utilizados por cientos de miembros de la milicia Hezbollah explotaron de forma casi simultánea en Líbano y Siria.