Rechaza Alemania cargos de facilitar actos de genocidio en Gaza

La denuncia fue presentada por Nicaragua ante la ONU

Redacción
Internacional
Protestas cerca de la CIJ por situación en Gaza.
Foto: AP

La Haya, Holanda, 9 de abril. Alemania rechazó con firmeza la denuncia presentada por Nicaragua ante el máximo tribunal de Naciones Unidas, y que acusa a Berlín de facilitar violaciones de la Convención de Ginebra y del derecho internacional humanitario al proporcionar armas y otras formas de apoyo a Israel en su letal ofensiva sobre Gaza.

“En cuando miramos de cerca, las acusaciones de Nicaragua se desmoronan”, indicó Christian Tams, miembro del equipo legal de Alemania, al tribunal de 16 jueces en la Corte Internacional de Justicia.

Nicaragua instó ayer a que los jueces ordenaran detener la ayuda militar a Israel, alegando que el apoyo de Berlín permite actos de genocidio y violaciones del derecho internacional humanitario en la Franja de Gaza.

La responsable del equipo legal alemán, Tania von Uslar-Gleichen, indicó que las afirmaciones de Nicaragua “no tienen base en hecho ni en derecho. Se basan de una opinión sobre la conducta de Israel, que no forma parte de este proceso”.

Las vistas preliminares de ayer y hoy se centran sólo en la solicitud nicaragüense de lo que se conoce como medidas provisionales, lo que incluiría una orden judicial para que Berlín detenga la ayuda militar y de otra índole a Israel y reinstaurar el financiamiento a la agencia de ayuda de la ONU en Gaza.

En el alegato final de Alemania, Von Uslar-Gleichen instó a los jueces a no imponer medidas preliminares y desestimar la denuncia de Nicaragua.

Tams afirmó que Alemania sólo ha aprobado cuatro exportaciones de armas de guerra a Israel desde octubre, “tres de las cuales atañen a equipamiento de prueba o entrenamiento”.

El abogado mostró a los jueces una foto de una entrega de ayuda alemana lanzada desde el aire sobre Gaza y añadió que Berlín sigue prestando apoyo humanitario a los palestinos “cada día en condiciones extremadamente difíciles, colaborando de forma constructiva con socios internacionales”.

El caso de Nicaragua es un nuevo intento de frenar la ofensiva Israel en los tribunales, presentado por un país con lazos históricos con el pueblo palestino. Sudáfrica acusó a Israel de genocidio en esa misma corte a finales del año pasado.

Los aliados de Israel enfrentan crecientes presiones para que dejen de proporcionar armas al país, y algunos de sus defensores, como Alemania, se han vuelto más críticos con la guerra.

El embajador de Nicaragua ante Holanda, Carlos José Argüello Gómez, afirmó en la sesión del lunes que “Alemania no está cumpliendo su propia obligación de impedir el genocidio o asegurar el respeto al derecho internacional humanitario”.

Sin embargo, otro abogado de Alemania, Samuel Wordsworth, alegó que la corte no podía concluir que Alemania incumple su obligación de impedir el genocidio porque los jueces no han determinado que Israel esté incumpliendo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

En una fase previa del caso iniciado el año pasado por Sudáfrica, la corte de la ONU dijo que era “plausible” que las acciones israelíes en Gaza pudieran suponer incumplimientos de la convención.

Es probable que la corte tarde semanas en alcanzar una decisión preliminar, y probablemente el caso de Nicaragua tarde años en resolverse.

Israel niega categóricamente que su campaña militar suponga actos genocidas y afirma que actúa en defensa propia después de que milicianos de Hamás asaltaran el sur de Israel el 7 de octubre y mataran a unas mil 200 personas.

Desde entonces, más de 33 mil palestinos han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio. Su conteo no diferencia entre civiles y combatientes, pero señala que la mayoría de los muertos eran mujeres y niños.

Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, Alemania es el segundo proveedor de armas de Israel, por detrás de Estados Unidos. Sin embargo, sería más difícil, si no imposible, llevar a Estados Unidos ante la corte porque Washington no reconoce las competencias del CIJ de obligar a los países a comparecer. Estados Unidos tampoco ha firmado un protocolo de la convención contra el genocidio que permite a los países llevar sus disputas relacionadas ante la corte.