Daca, Bangladesh, 5 de septiembre. Miles de estudiantes y otras personas protestaron en la capital de Bangladesh a un mes de que la ex primera ministra Sheikh Hasina fue derrocada del poder por un levantamiento masivo encabezado inicialmente por estudiantes en rechazo a un sistema de cuotas para puestos gubernamentales.
Hasina huyó a la India el 5 de agosto después de semanas de violencia que dejaron más de 600 muertos, incluyendo estudiantes. El levantamiento puso fin al gobierno de 15 años de la primera ministra con más años de servicio en el país, que comenzó un cuarto mandato consecutivo en enero tras unas elecciones boicoteadas por los principales partidos de la oposición, que cuestionaron la credibilidad del proceso electoral.
Los manifestantes lanzaron consignas como "¿Dónde está Hasina? ¡Entiérrala, entiérrala! y “Hasina-Modi, ¡advertencia, ten cuidado!” o “Naraye Takbeer, Alá Akbar”.
Se referían a Narendra Modi, el primer ministro de la India, ya que se sabe que Hasina es un aliado confiable de la India. A muchos manifestantes no les gusta la India por promover el hinduismo y demostrar lo que consideran un dominio de gran hermano, y la condenaron por acoger a Hasina.
La protesta central, denominada “marcha shaheedi” o “procesión por los mártires”, comenzó en el campus de la Universidad de Daca y recorrió las calles. Además de las numerosas banderas de Bangladesh, algunos participantes portaban una bandera palestina gigante.
Decenas de miles de personas se unieron a las protestas en toda la nación de mayoría musulmana de 170 millones de habitantes.
En el vecindario de Uttara de Daca, miles de estudiantes uniformados de escuelas y madrazas participaron en procesiones, lanzando consignas contra Hasina. Algunos portaban pancartas y carteles que decían “Queremos la ejecución de Hasina” y “Queremos reformas del Estado”.
El acontecimiento se registra cuando Bangladesh vuelve a la normalidad tras las protestas, a pesar de desafíos como una economía en aprietos. Un gobierno interino liderado por el premio Nobel Muhammad Yunus, que tuvo una fría relación con Hasina durante muchos años, ha priorizado la ley y el orden para estabilizar el país.