Washington, Estados Unidos, 20 de mayo. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, prometió que Estados Unidos seguirá enviando armas a Ucrania mientras las fuerzas ucranianas enfrentan uno de sus momentos más difíciles contra una nueva ofensiva rusa.
Austin se reunió con unos 50 líderes de defensa de Europa y todo el mundo para coordinar el envío de más ayuda a Ucrania, en momentos en que Kiev trata de resistir una ofensiva rusa en el noreste y lanza su propio asalto masivo contra la península de Crimea, ocupada por Rusia.
“Nos estamos reuniendo en un momento desafiante”, indicó Austin, señalando que la ofensiva rusa en Járkiv demuestra por qué el compromiso de todos de seguir enviando ayuda a Ucrania es vital. Austin prometió seguir enviándole ayuda a Kiev “semana tras semana”.
Estados Unidos no anunció ningún paquete nuevo de ayuda, aun cuando las fuerzas ucranianas se quejan de que está llegando muy poco armamento tras una demora de varios meses debido a disputas en el Congreso estadunidense en torno al financiamiento. Funcionarios del Pentágono han dicho que armas ya previamente apostadas en Europa empezaron a entrar a Ucrania poco después de que el paquete de ayuda fue aprobado.
No queda claro cuántas armas han llegado al frente, donde las tropas rusas han intensificado su ofensiva.
El presidente ruso Vladímir Putin indicó hace unos días, durante su visita a China, que la ofensiva rusa en la región de Járkiv busca crear una zona de amortiguación, pero que no hay planes de capturar la ciudad.
Las tropas ucranianas han estado luchando para frenar el avance ruso en la región de Járkiv y al mismo tiempo están incrementando sus ataques ofensivos en Crimea, incluyendo contra infraestructura militar sobre el Mar Negro y Sevastopol, una ciudad ocupada por Rusia.
Ucrania ha tenido dificultades para llevar suficientes efectivos al frente, mientras la guerra entra en su tercer año y los combates afectan al país. En un esfuerzo por incrementar los números de efectivos, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy firmó dos leyes, permitiendo que prisioneros se incorporen al ejército y aumentando multas para quienes traten de eludir la recluta. La controvertida ley de movilización entra en vigor el sábado 18 de mayo.