Niamey, Níger, 9 de agosto. El derocado presidente de Níger se está quedando sin comida y está experimentando otras dificultades dos semanas después de que fue depuesto y colocado bajo arresto domiciliario en un golpe de Estado, informó un asesor.
Mohamed Bazoum, presidente de Níger democráticamente elegido, está retenido en el palacio presidencial en Niamey con su esposa e hijo desde que soldados amotinados lo derrocaron el 26 de julio.
La familia vive sin electricidad y solo le quedan arroz y alimentos enlatados, indicó el asesor. Bazoum por ahora está bien de salud y nunca renunciará, añadió el asesor, quien pidió permanecer anónimo al no estar autorizado para hablar del tema públicamente.
El partido político de Bazoum emitió un comunicado confirmando las condiciones de vida del presidente, añadiendo que además la familia no tiene agua corriente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló con Bazoum el martes sobre las recientes gestiones diplomáticas, informó un vocero, y Blinken “enfatizó que la seguridad y el bienestar del presidente Bazoum y su familia son la máxima prioridad”.
Esta semana, la junta militar de Níger tomó pasos para afianzarse en el poder y rechazó los intentos internacionales de mediación.
El lunes, la junta nombró un nuevo primer ministro: Ali Mahaman Lamine Zeine, un economista que fue antes ministro de economía y finanzas y que perdió el cargo cuando un gobierno previo fue derrocado en otro golpe militar, en 2010. Luego trabajó para el Banco de Desarrollo Africano.
“El establecimiento de un gobierno es significativo e indica, al menos para la población, que tienen un plan, con apoyo de todo el gobierno”, señaló Aneliese Bernard, exfuncionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos especializada en asuntos africanos y que ahora dirige Strategic Stabilization Advisors, una consultora de riesgo.
La junta también se negó a admitir equipos de mediación que tenían previsto llegar el martes de Naciones Unidas, la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), citando “motivos evidentes de seguridad en este ambiente de amenaza”, según una carta a la que tuvo acceso The Associated Press
La CEDEAO amenazó con emplear la fuerza militar si la junta no reinstaura a Bazoum para el domingo, un plazo que la junta ignoró. La CEDEAO se reunirá el jueves para analizar la situación.
Han pasado exactamente dos semanas desde que soldados amotinados derrocaron a Bazoum, afirmando que harían un trabajo mejor para proteger al país de la violencia yihadista. Grupos asociados a Al Qaeda y el grupo Estado Islámico han asolado la región del Sahel, una amplia extensión al sur del desierto del Sahara.
Pero la mayoría de analistas y diplomáticos creen que ese motivo no tiene peso y que la sublevación era el resultado de una lucha de poder entre el presidente y el jefe de su guardia presidencial, el general Abdourahmane Tchiani, quien dice que ahora dirige el país.