Planes de Trump sobre migración enfrentará desafíos

Busca terminar con la ciudadanía estadunidense automática

Redacción
Internacional
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Cancelan citas de asilo en app CBP One.
Foto: AP

Washington, Estados Unidos, 20 de enero. Una serie de medidas de amplio alcance que el presidente Donald Trump prometió para reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos comenzaron a surtir efecto poco después de su investidura, cumpliendo con su promesa de campaña de tomar medidas enérgicas contra la inmigración.

Algunas de las acciones reviven políticas de su primer mandato, como obligar a los solicitantes de asilo a esperar en México, endurecer el acceso al asilo y terminar la construcción del muro fronterizo. Pero otras marcarán nuevas estrategias radicales, como su propuesta para terminar con la ciudadanía estadunidense automática para cualquier persona nacida en Estados Unidos, involucrar al ejército en la seguridad fronteriza y dar fin al uso de una aplicación de la era Biden utilizada por casi un millón de migrantes para ingresar al país.

La ejecución real de una agenda de inmigración tan amplia seguramente enfrentará impugnaciones legales y desafíos logísticos. Y hasta ahora se han liberado pocos detalles.

Pero en una señal concreta de cómo ya se estaban implementando los cambios, los migrantes que tenían citas para ingresar a Estados Unidos usando la aplicación CBP One vieron cómo se cancelaban minutos después de que Trump jurara el cargo, y México acordó permitir que las personas que pidan asilo en Estados Unidos permanezcan al sur de la frontera estadunidense mientras se resuelven sus procesos en la corte.

“Declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Todo ingreso ilegal se detendrá de inmediato, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”, sostuvo Trump entre aplausos estruendosos cuando hablaba durante su investidura.

La app CBP One desaparece

El sistema de lotería en línea otorgaba citas a mil 450 personas al día en ocho cruces fronterizos para ingresar con un permiso condicional, el cual Joe Biden utilizó más que cualquier otro presidente estadunidense.

Era una pieza crítica de la estrategia fronteriza del gobierno de Biden para crear nuevas vías de inmigración mientras se tomaban medidas enérgicas contra las personas que ingresaban ilegalmente.

Los partidarios dicen que trajo orden a una frontera caótica. Los críticos dicen que fue un imán para que más personas vinieran.

Para el mediodía del lunes, había desaparecido.

Un aviso en el sitio web de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza enfatizó que la aplicación ya no se estaba utilizando. Los migrantes que habían obtenido citas semanas atrás las encontraron canceladas.

México acordó recibir de nuevo a migrantes

El gobierno de Trump restablecerá su política de “Permanecer en México”, que obligó a 70 mil solicitantes de asilo en su primer mandato a esperar allí por audiencias en las cortes migratorias de Estados Unidos.

México, un país crucial para cualquier plan estadunidense para limitar la inmigración ilegal, indicó que está dispuesto a recibir a quienes solicitan asilo en Estados Unidos mientras enfatizaba que debería haber una aplicación en línea que les permita programar citas en la frontera estadunidense.

Algunos activistas dicen que la política puso a los migrantes en un riesgo extremo en el norte de México, donde eran fácilmente reconocibles para los cárteles, quienes los secuestraban y extorsionaban a sus familias por dinero.

“Esto es un déjà vu del tipo más oscuro”, dijo Krish O’Mara Vignarajah, presidenta y directora general de Global Refuge. Señaló que políticas como “Permanecer en México” han “exacerbado las condiciones en la frontera, alimentado el miedo dentro de las comunidades de Estados Unidos y socavado nuestro liderazgo humanitario global mientras hacen poco para abordar las causas raíces de la migración”.

Terminar con el derecho constitucional a la ciudadanía por nacimiento

Cualquier persona nacida en Estados Unidos se convierte automáticamente en ciudadano estadunidense, incluidos los niños nacidos de alguien que esté en el país ilegalmente o con una visa de turista o estudiante. Es un derecho consagrado en la 14 Enmienda, ratificada en 1868 tras la Guerra Civil y garantizó la ciudadanía para todos, incluidas las personas negras.

El plan de Trump de cancelar la ciudadanía estadunidense automática seguramente enfrentará impugnaciones legales importantes, y un funcionario de la Casa Blanca que adelantó las órdenes ejecutivas bajo condición de anonimato no proporcionó información sobre cómo Trump tiene la intención de llevarlo a cabo.

Migrantes temen a deportaciones en masa

Las órdenes adelantadas fueron menos específicas sobre cómo Trump cumplirá su promesa de deportaciones de al menos once millones de personas que están en el país ilegalmente. Un edicto dotará a los funcionarios de inmigración de las “facultades necesarias” para hacer cumplir la ley.

Trump y sus asesores han dicho repetidamente que eliminarán las prioridades de deportación de Biden, que se centraron en personas con antecedentes penales y aquellos que son amenazas para la seguridad nacional, para incluir a todas las personas sin estatus legal.

Mayor participación militar en la seguridad fronteriza

Trump ordenará al gobierno, con la ayuda del Departamento de Defensa, que “termine” la construcción del muro fronterizo, aunque el funcionario no indicó cuánto territorio cubrirá eso. Las barreras actualmente abarcan unos 720 kilómetros (450 millas), poco más de un tercio de la frontera. Muchas áreas que no están cubiertas están en Texas, incluyendo terrenos inhóspitos donde los migrantes rara vez cruzan.

El funcionario no señaló cuántas tropas planeaba enviar Trump, ya que eso dependerá del secretario de Defensa, ni cuál será su papel cuando lleguen allí.

Enviar tropas a la frontera es una estrategia que Trump ha utilizado antes, al igual que Biden.

A lo largo de la historia se han utilizado soldados para respaldar a los agentes de la Patrulla Fronteriza, que son responsables de proteger la frontera de casi tres mil 200 kilómetros (dos mil millas) que separa Estados Unidos de México, y no en roles que los pongan en contacto directo con los migrantes.

Los críticos han dicho que enviar tropas a la frontera manda la señal de que los migrantes son una amenaza.

Cárteles como organizaciones terroristas extranjeras

El gobierno de Trump también tiene la intención de designar a los cárteles criminales como organizaciones terroristas extranjeras, y apunta específicamente a la pandilla venezolana Tren de Aragua, a cuyos miembros pretende expulsar del país.

La pandilla nació en Venezuela, pero se ha convertido en una amenaza incluso en suelo estadunidense, y explotó en la campaña presidencial de Estados Unidos en medio de una ola de secuestros, extorsiones y otros crímenes en todo el hemisferio occidental vinculados a una masiva salida de migrantes venezolanos.

Pausar permisos para refugiados

También tiene la intención de suspender el reasentamiento de refugiados durante cuatro meses, anunció el funcionario. Durante décadas, el programa ha permitido que cientos de miles de personas que huyen de la guerra y la persecución en todo el mundo lleguen a Estados Unidos.

Trump suspendió de manera similar el programa de refugiados al comienzo de su primer mandato, y luego de reinstaurarlo, redujo los números de refugiados que serían admitidos en el país cada año. En el gobierno de Biden, el programa se reconstruyó hasta el punto de que el año pasado se reasentaron unos 100 mil refugiados en Estados Unidos, marcando un máximo de tres décadas.

¿Qué más planea Trump?

El gobierno entrante también ordenará poner fin a la liberación de migrantes en Estados Unidos mientras esperan sus audiencias en cortes de inmigración, pero los funcionarios no dijeron cómo pagarán los enormes costos asociados con la detención.

Trump planea “terminar con el asilo”, presumiblemente yendo más allá de lo que Biden ha hecho para restringirlo severamente. No está claro qué hará el gobierno entrante con personas de nacionalidades cuyos países no aceptan a sus ciudadanos, como Nicaragua y Venezuela.