París, Francia, 29 de mayo. Los países occidentales deberían permitir que Ucrania ataque bases militares en territorio ruso con las sofisticadas armas de largo alcance que están proporcionando a Kiev, indicó el presidente de Francia, Emmanuel Macron, un nuevo indicio en un cambio de postura que podría cambiar la dinámica de la guerra.
La cuestión de si permitir que Ucrania ataque blancos en territorio ruso con armamento proporcionado por Occidente ha sido un tema delicado desde que el Kremlin emprendió su invasión de plena escala en el país vecino en febrero de 2022.
En su mayoría, los líderes occidentales han evitado dar ese paso porque supone un riesgo de provocar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que ha advertido con frecuencia que la implicación directa de Occidente podría poner al mundo camino de un conflicto nuclear.
Pero la guerra se ha inclinado a favor de Rusia últimamente, y las fuerzas del Kremlin han sacado provecho de la falta de tropas y munición en Ucrania, después de que una larga demora en la ayuda militar estadunidense y la capacidad limitada de producción militar en Europa occidental frenaran entregas cruciales al frente.
Los misiles y bombas rusas han golpeado posiciones militares y zonas civiles ucranianas, lo que incluye la red eléctrica. Kiev enfrenta su prueba más dura de la guerra, y ampliar sus opciones con las armas de largo alcance podría dar pie a un contraataque y asestar un golpe al Kremlin.
Macron señaló que la posición de Francia es que “creemos que debemos permitir (a Ucrania) neutralizar las instalaciones militares (rusas) desde las que se lanzan los misiles”.
“Si decimos (a los ucranianos) que no tienen derecho a llegar al lugar desde donde se disparan los misiles, en la práctica les estamos diciendo que les entregamos armas pero no pueden defenderse por sí mismos”, expresó Macron ayer por la noche durante una visita oficial a Alemania.
Sus declaraciones llegaban al día siguiente de que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instara a los miembros de la alianza a levantar algunas de las restricciones al uso ucraniano de las armas occidentales.
Esta semana se ha anunciado un aluvión de nueva ayuda europea. Bélgica y España hicieron sendas promesas de nuevo apoyo militar a Ucrania estimado en unos 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares). Suecia anunció el miércoles que donaría ayuda por valor de 13.000 millones de coronas (1.230 millones de dólares), la partida más grande que ha donado Estocolmo por ahora. El paquete incluirá sistemas antiaéreos, munición de artillería y vehículos blindados.