De la mano de Banco Azteca nuestros atletas subieron al podio y vivieron en compañía de su familia un momento histórico del deporte nacional, regalando alegrías y esperanza al país.
Euforia, tristezas, controversias, sorpresas… los Juegos Olímpicos de París 2024 lo tuvieron todo, pero más importante aún: fueron la oportunidad perfecta para que los atletas mexicanos cumplieran su palabra y superaran lo alcanzado en Tokio 2020.
Con cinco medallas —tres de plata y dos de bronce—, no solo se rebasaron las expectativas, sino que se igualó lo hecho en Río 2016.
A sabiendas de la necesidad que tenemos de sentir a nuestros seres queridos cerca en esos momentos de presión y alegrías, Banco Azteca, patrocinador oficial del equipo olímpico mexicano, brindó la oportunidad de que las familias de algunos de los atletas mexicanos que participaron en París 2024 pudieran acompañarlos para apoyarlos y ser testigos de sus triunfos.
De hecho, los padres de Osmar Olvera, doble medallista en Clavados, y de Alejandra Valencia, bronce en Tiro con Arco por equipos, estuvieron presentes en el momento en que se colgaron la presea gracias al apoyo de la institución financiera.
“Fue la mejor experiencia de mi vida: vivir una final y vivir esto en París”, agradeció la madre de Olvera después de que este hubo conseguido su medalla de plata.
Para el clavadista, por ejemplo, la alianza con el banco sirvió de inspiración para poder llegar más lejos: “El apoyo motiva y que venga de una marca tan grande como Banco Azteca pues también es algo muy grande para mí”.
Pero el patrocinio está lejos de terminar: cuando la institución anunció su alianza con el Comité Olímpico Mexicano (COM) se comprometió a apoyar a los atletas hasta Los Ángeles 2028 financiando viáticos, equipos y entrenamientos necesarios para brillar en los Juegos Panamericanos, los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) y, por supuesto, las próximas Olimpiadas.
El resultado de París 2024, digno de celebrarse, confirmó la necesidad de seguir apoyando al deporte nacional y el patrocinio de Banco Azteca es también un voto de confianza hacia nuestros atletas y una promesa de muchas más alegrías y emociones.
Cooperación
México se abrió paso en el medallero con la participación del equipo femenil de Tiro con Arco, comandado por la medallista en Tokio 2020 y subcampeona mundial Alejandra Valencia e integrado por Ana Paula Vazquez y Ángela Ruiz.
En un encuentro que parecía que terminaría en tragedia previo a las últimas tres flechas, las mexicanas derrotaron 6-2 al equipo de Países Bajos en la Explanada de los Inválidos en un día, por cierto, en que Ruiz cumplía 18 años.
“Antes de tirar las últimas tres flechas platicamos entre nosotras. Le dijimos a Ángela: ‘No te preocupes, te vamos a dar este regalo y te lo vamos a dedicar’. Este festejo estaba planeado; es más, hasta por eso estaba así en el calendario de los juegos”, recordó Valencia tras colgarse la medalla de bronce.
Esta fue la cuarta medalla olímpica en Tiro con Arco de nuestro país: la tercera de bronce y la primera en esta prueba.
Aunque en otras competiciones por equipos el conjunto nacional había triunfado, nunca se había hecho realidad el sueño en unos Juegos Olímpicos: “Ya era algo frustrante para toda la selección de Tiro con Arco, porque en Copas del Mundo y otros eventos nos va muy bien por equipos, pero por alguna razón nunca se había logrado una en Olimpiadas”, compartió Vázquez, quien también participó en Tokio 2020.
Y para Ortíz, obviamente, ¡qué manera de festejar un cumpleaños! “Siento mucha felicidad, no solo por el cumpleaños, sino también por el apoyo de mis compañeras, especialmente por la confianza que me tienen cuando me toca tirar durante el partido. Aunque nos levantamos con un pequeño susto, después todo se fue acomodando y lo hicimos muy bien”, celebró la originaria de Saltillo.
Con la mirada puesta en lo que viene, todo parece indicar que Valencia continuará trabajando para que México siga siendo un referente continental y mundial en el Tiro con Arco: “Somos la punta de la pirámide, pero hay que empezar a trabajar con los niños. ¿Qué pasaría si nos retiramos ahora? Sí, hay algunos compañeros detrás, pero si comparas con Corea y China ellos tienen millones de arqueros: nos falta un programa de desarrollo. Hay que buscar trabajar con niños, buscar patrocinadores e ir con la iniciativa privada para apoyar a niños y juveniles”, puntualizó.
Clavados
Junto a Juan Celaya, por su lado, Osmar Olvera puso a temblar a los chinos, precisamente, luego de una participación excepcional en Clavados sincronizados de tres metros que les valió la medalla de plata.
La dupla sumó un total de 444.03 puntos, quedando detrás de Long Daoyi y Wang Zongyuan por poco más de tres puntos.
“No son invencibles, lo venimos diciendo los dos, no vienen a competir solos. Nosotros nos pusimos arriba en el cuarto clavado y creo que ellos temblaron. Para mí, ganamos”, declaró Olvera.
Y no solo para él: el público mexicano celebró la plata como un oro tras ver el rostro de los competidores chinos que miraban con tristeza el puntaje de los mexicanos, quienes se posicionaron por un momento como los campeones.
Hasta el propio Wang reconoció, con más tranquilidad, el esfuerzo de los mexicanos: “Fue emocionante y difícil. Es la primera vez que hemos tenido que lidiar con estos retos. Tuvimos que hacer ajustes en medio de la competición”.
Tanto Olvera como Celaya son entrenados por Ma Jin, la legendaria preparadora china que llevó a Paola Espinosa y Alejandra Orozco a obtener la plata en Clavados sincronizados en plataforma de diez metros en Londres 2012.
“Me acuerdo que en 2012, viendo los Olímpicos, cuando los mexicanos ganaban medallas en clavados me dije: ‘Yo también quiero’. Hoy puedo decirles a los niños que se motiven y que sueñen en grande, porque los sueños se hacen realidad”, recordó Olvera tras colgarse la presea.
A sabiendas de los errores que tuvieron los chinos y del gran desempeño de él y su compañero, Celaya terminó contento, aunque con ganas del oro: “Han sido altas y bajas, pero estamos contentos con la actuación; en eso nos concentramos y al final del día tenemos nuestras medallas. Pero tenemos hambre de más”.
Celaya y Olvera le entregaron la decimosexta medalla a México en Clavados, demostrando que es la disciplina en la que mejor nos desempeñamos. De hecho, desde Beijing 2008 nuestro país ha subido al podio en la disciplina sin interrupciones.
Talento
Una de las más grandes sorpresas y emociones llegó cuando la judoca Prisca Awiti venció a la polaca Katarina Kristo y se instaló en la final de Judo -63 kilogramos. Awiti, nacida en Londres, Reino Unido, e hija de padre keniano y madre mexicana, decidió representar a México en 2017 y desde entonces ha participado, como lo hizo en Tokio 2020 y París 2024.
Aunque fue derrotada por ippon frente a la eslovena Andreja Leski, consiguió la plata y con ello la primera medalla olímpica en Judo en la historia de nuestro país.
Ello le bastó para hacer historia y unirse a Pilar Roldán, Ana Gabriela Guevara, Belem Guerrero, Aída Román, Paola Espinosa, Alejandra Orozco, Guadalupe González y María del Rosario Espinoza como medallista de plata en Juegos Olímpicos.
Al no ser una disciplina con mucha infraestructura o desarrollo en el país, el Judo no estaba previsto en las posibles medallas que había estimado la delegación mexicana.
“No me la creo todavía, que soy una medallista olímpica. Estoy orgullosa y feliz. No pudo ser el oro, pero estoy contenta con mis peleas. Es un orgullo hacer historia. No solo para mí, sino para el equipo y el país”, declaró Awiti tras subir al podio.
Otra
Osmar Olvera repitió la hazaña y conquistó una medalla de bronce en la prueba de trampolín individual de tres metros, donde sumó 500.40 puntos y fue superado por los chinos Xie Siyi y Wang Zongyuan, con 543.60 y 530.20 puntos, respectivamente. De hecho, coreado por sus familiares y otros mexicanos que asistieron al Centro Acuático de Saint-Denis, el originario de la Ciudad de México llegó a posicionarse a solo tres puntos del primer sitio.
“Sabía que con 500 puntos iba a estar peleando para subir al podio; al final hice 500 cerrados, estoy contento, pero quería más. Se sabe que ellos son el rival a vencer y me exigen 100%. Estoy contento por competir, pero tengo trabajo que hacer”, comentó tras subir al podio.
Al obtener su segunda presea, Olvera se unió a Joaquín Capilla como los únicos dos clavadistas en la historia del país en conseguir dos medallas en una misma edición de Juegos Olímpicos. Capilla, quien a su vez es máximo medallista olímpico de México, ganó un oro y un bronce en Melbourne 1956.
Influenciado por Germán Sánchez e Iván García, medallistas de plata en Londres 2012, Osmar tiene claro que con 20 años cuenta con un brillante futuro deportivo por delante. Y la motivación por seguir cosechando triunfos no le falta.
“En Fukuoka dejé de ser promesa y me convertí en realidad. Creo que con estas dos medallas lo reafirmo. Tengo 20 años y el cielo es el límite. Ya soy doble medallista olímpico, que era el objetivo, sabía que podía lograrlo en estos juegos. Pero me falta el oro y tengo cuatro años para prepararme. La revancha es en Los Ángeles”, sentenció Olvera, como una promesa de triunfo y alegría para nuestro país.
Box
Las medallas nacionales cerraron con la participación de Marco Verde en la final de Box, donde enfrentó al uzbeko Asadkhuja Muydinkhujuaev por el oro.
Aunque tuvo un tercer round explosivo, el contrincante de Marco mantuvo una distancia constante, eludiendo algunos de sus mejores golpes; y de hecho convenció a los jueces en los primeros dos rounds. No obstante, Verde terminó colgándose la plata tras caer 5-0.
“Me siento bien, la estrategia fue buena, pero sabía que la pelea iba a ser difícil y eso fue lo que sucedió. Respeto a mi rival y me ganó bien. La medalla, además, me sabe muchísimo”, compartió Verde tras el encuentro.
Con él, México volvió a subir al podio en Box después de ocho años, desde que Misael Rodríguez alcanzó el bronce en Río 2016; además, Verde que se convirtió en el segundo mexicano en llegar a la final de la disciplina, luego de Héctor López, quien lo logró en Los Ángeles 1984.
De hecho, la historia de Marco es también una de redención familiar: su padre, Manuel Verde, participó en Box en Barcelona 1992, aunque fue eliminado en la primera ronda. El triunfo de Marco es la muestra de cómo el deporte se vive y se desarrolla en familia.
Lo que sigue
Una de las mejores secuelas de París 2024 es haber puesto en el ojo nacional a atletas con un gran potencial y que, con el apoyo adecuado, pueden consolidarse como figuras de nuestro país. Awiti, Olvera o Ana Paula Vázquez ya subieron al podio y se ganaron al público mexicano, pero otros como Alan Cleland o Emiliano Hernández tienen muchas alegrías por ofrecer.
Aunque Cleland cayó en la tercera ronda de Surf ante el francés Joan Duru, sorprendió a propios y extraños por su carisma, su talento con la tabla de surf y, cómo no, por ser originario de la pequeña localidad de Boca de Pascuales, Colima.
Cabe decir, además, que tras su participación en los Juegos Olímpicos se convirtió en el primer mexicano en ganar en el US Open de Surf, derrotando de último minuto a Marco Mignot.
Considerando que París 2024 fue la segunda edición que incluyó el Surf y la primera en que hubo representación mexicana, Los Ángeles 2028 es la oportunidad perfecta para darle a la disciplina el boom que Cleland inició hace unas semanas.
¿Y qué decir de Emiliano Hernández? Aunque quedó en cuarto lugar de Pentatlón Moderno, superado por solamente cuatro puntos del italiano Giorgio Malan, estableció un récord mundial y olímpico en la prueba combinada de tiro-carrera. Con 720 puntos, rompió las marcas de 716 y 713, respectivamente, establecidas por el checo Martin Vlach.
Después de su salida, y con la voz rota, Emiliano pidió perdón por no haber subido al podio: “Antes que nada tengo que pedirle una disculpa a México, a mi familia. No tengo palabras para describir la tristeza que siento.Tres segundos que me alejan de la competencia de mi vida. Nunca lo dije a la gente, pero me imaginaba mucho en el podio y repetir lo que hizo mi hermano”.
Pero el público mexicano, emocionado por la hazaña de Hernández, no le reprochó nada nunca y, por el contrario, aplaudió su participación y los récords establecidos.
Tampoco podemos olvidar a la selección de natación artística, comandada por Nuria Diosdado y Joana Jiménez, quienes desde hace poco más de un año se dieron a conocer por tener que recurrir a la venta de toallas y trajes de baño para poder financiar sus competencias internacionales.
Con el viento en contra lograron llegar a París 2024 y, además de ser el único país de América Latina en clasificarse, su participación supuso el regreso de México a la competencia olímpica, pues desde Atlanta 1996 no había representantes nacionales en la disciplina; tuvieron que pasar 28 años.
Finalmente, hay que recordar que el 28 de agosto darán comienzo los Juegos Paralímpicos de París 2024, una justa en la que nuestro país ha tenido bastante éxito. Tan solo en la pasada edición de Tokio 2020, México sumó 22 medallas: siete de oro, dos de plata y 13 de bronce; destacando en las pruebas de Atletismo y Natación.
Bronce en Tiro con Arco
Nacida en Hermosillo, Sonora, Alejandra Valencia alcanzó el bronce en Tokio 2020 en la prueba mixta de Tiro con arco junto a Luis Álvarez. En 2023 la arquera ganó una plata en el Campeonato del Mundo de Berlín, otra plata en la final de la Copa del Mundo de Hermosillo y el oro en los Juegos Panamericanos de Santiago.
Ana Paula Vázquez, nacida en Coahuila, inició su carrera usando arco compuesto, aunque tras ganar en la Olimpiada Nacional cambió al recurvo. Desde entonces, consiguió el oro en los JCC de Barranquilla 2018, la plata en el Mundial de Yankton 2021 y alcanzó los cuartos de final en Tokio 2020.
Ángela Ruiz, quien es originaria de Saltillo, Coahuila, llegó a París con tan solo 17 años, aunque ya había conquistado tres medallas importantes: el oro por equipos y bronce individual en los JCC de San Salvador 2024 y la plata por equipos en los Panamericanos de Santiago 2023.
Las tres se llevaron bronce en París 2024.
Plata y bronce en Clavados
Nacido en Nuevo León, Juan Celaya compitió junto a Yahel Castillo en torneos internacionales y alcanzaron el bronce en el Mundial de Gwangju 2019, quedando a menos de cuatro puntos de subir al podio en Tokio 2020. Además, se llevó dos oros y una plata en los Panamericanos de Lima 2018. En París se colgó la plata junto a Osmar Olvera en Clavados sincronizados.
Originario de la Ciudad de México, Olvera se interesó en los clavados desde muy pequeño y a los once años ya participaba en competencias de la disciplina. Con Ma Jin como entrenadora desde 2018, obtuvo dos platas en el Mundial de Fukuoka 2023 y tres oros en los Panamericanos de Santiago 2023. Consiguió el bronce en Clavados individuales en París 2024.
Plata en Judo
Nacida en Londres, Inglaterra, Prisca Awiti decidió seguir los pasos de su hermano Philip y dedicarse al Judo. No obstante, por el cariño a su madre optó por representar a México en 2017 y se mudó de Inglaterra en 2022. Desde entonces, ganó una plata en el Panamericano de Judo de Guadalajara 2021, una plata en el Panamericano de Judo de Calgary 2023 y un bronce en los Panamericanos de Santiago 2023. En París se llevó plata.
Plata en Boxeo
Originario de Mazatlán, Sinaloa, Marco Verde es hijo del también boxeador Manuel Sammy Verde, quien representó a México en Barcelona 1992. Marco consiguió el oro en los JCC de San Salvador 2023 y en los Panamericanos de Santiago 2023. Además, previo a París conquistó la plata en el torneo Boxam de Rumania 2024. Y de los Juegos Olímpicos de París se trajo plata para México.
Comprometido con el deporte
La alianza con el COM demuestra que para Banco Azteca su visión va más allá de lo financiero: abraza al deporte como un pilar fundamental para los atletas de hoy y las futuras generaciones y lo asume como un catalizador para el desarrollo social y la prosperidad. Como banco, además, permite que millones de clientes que históricamente no habían sido considerados por otras instituciones financieras, puedan tener acceso a soluciones financieras de clase mundial. Así, con el respaldo a estos atletas el banco no solo promueve el deporte, sino que inspira orgullo e impulsa los valores del olimpismo. Como su lema “Sueñas, decides, logras”, los 109 atletas que compitieron en París también llevaron consigo los valores de Banco Azteca.