Roma, Italia, 22 de febrero. El papa Francisco se encontraba este sábado en estado delicado tras sufrir una larga crisis respiratoria asmática que requirió altos flujos de oxígeno, informó el Vaticano.
El pontífice de 88 años de edad, que ha estado hospitalizado durante un semana con una compleja infección respiratoria, también recibió transfusiones de sangre luego de que unos estudios mostraron una condición relacionada con la anemia, señaló el Vaticano en una actualización tardía.
“El estado del Santo Padre sigue siendo crítico, por lo que, como se explicó ayer (viernes), el papa no está fuera de peligro”, señala el comunicado. Fue la primera vez que se utiliza la palabra “crítico” en un comunicado escrito para describir el estado de salud de Francisco.
El comunicado añade que el pontífice “continúa alerta y ha pasado el día en un sillón aunque con más dolor que ayer. Por el momento el pronóstico es reservado”, según el comunicado.
Los médicos han dicho que el estado de Francisco es delicado y que no está en absoluto fuera de peligro. La actualización, elaborada por el equipo médico de Francisco, pero emitida por el Vaticano, también representa la primera vez que el pronóstico del papa es descrito como “reservado”, lo que sugiere que está en proceso de cambio y requiere una estrecha observación.
Los doctores han advertido que la principal amenaza que enfrenta el papa sería la aparición de sepsis, una infección grave de la sangre que puede producirse como complicación de la neumonía. Pero hasta el viernes, no había evidencia de sepsis, y Francisco respondía a los diversos medicamentos que está tomando, informó su equipo médico en su primera actualización detallada sobre su estado.
Francisco, que padece una enfermedad pulmonar crónica, fue ingresado en el hospital Gemelli el 14 de febrero después del empeoramiento de la bronquitis.
Los médicos le detectaron primero una compleja infección respiratoria viral, bacteriana y fúngica, y luego la aparición de neumonía en ambos pulmones. Le prescribieron “reposo absoluto” y una combinación de cortisona y antibióticos, junto con oxígeno suplementario cuando lo necesite. La actualización del sábado marcó la primera vez que el Vaticano se ha referido a Francisco sufriendo una “crisis respiratoria asmática prolongada, que también ha requerido la aplicación de oxígeno de alto flujo”.
El doctor Sergio Alfieri, jefe de medicina y cirugía en el hospital Gemelli de Roma, dijo que la mayor amenaza que enfrenta Francisco es que alguno de los gérmenes que se encuentran en su sistema respiratorio pase al torrente sanguíneo y provoque una sepsis. La sepsis puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte.
“La sepsis, con sus problemas respiratorios y su edad, sería realmente difícil de superar”, señaló Alfieri en una conferencia de prensa en el hospital el viernes. “Los ingleses dicen ‘toca madera’, nosotros decimos ‘toca hierro’. Que cada uno toque lo que quiera”, dijo mientras tocaba el micrófono. “Pero este es el verdadero riesgo en estos casos: que estos gérmenes pasen al torrente sanguíneo”.
"Él sabe que está en peligro”, agregó Alfieri. “Y nos dijo que lo transmitiéramos”.
Mientras tanto, la jerarquía vaticana se puso a la defensiva para acallar los rumores y especulaciones de que Francisco podría decidir dimitir. No hay ninguna disposición en el derecho canónico sobre qué hacer si un papa queda incapacitado. Francisco ha dicho que ha escrito una carta de renuncia que sería invocada si estuviera médicamente incapacitado para tomar tal decisión. El papa sigue plenamente consciente, alerta, comiendo y trabajando.
El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, concedió una rara entrevista al Corriere della Sera para responder a las especulaciones y rumores sobre una posible renuncia. Se produjo después de que el Vaticano emitiera un desmentido inusual y oficial de un informe de los medios de comunicación italianos que decía que Parolin y el canonista jefe del papa habían visitado a Francisco en el hospital en secreto. Dados los requisitos canónicos para que una renuncia sea legítima, las implicaciones de tal reunión eran significativas, pero el Vaticano negó rotundamente que se hubiera producido.
Parolin aseveró que tales especulaciones parecían “inútiles” cuando lo que realmente importaba era la salud de Francisco, su recuperación y su regreso al Vaticano.
“Por otra parte, creo que es bastante normal que en estas situaciones puedan difundirse rumores incontrolados o se emita algún comentario fuera de lugar. Ciertamente no es la primera vez que sucede”, dijo Parolin. “in embargo, no creo que haya ningún movimiento en particular, y hasta ahora no he oído nada parecido”.
Mientras tanto, los diáconos se reunían en el Vaticano para su fin de semana dentro de la agenda del Jubileo. Francisco enfermó al inicio del Año Santo vaticano, una celebración de la catolicidad que ocurre cada 25 años. Este fin de semana, el religioso argentino debía dedicarlo a los diáconos, un ministerio de la Iglesia que precede a la ordenación al sacerdocio.
En su lugar, el organizador del Año Santo oficiará la misa del domingo, indicó el Vaticano. Y por segundo fin de semana consecutivo, se espera que Francisco se salte su tradicional bendición del domingo al mediodía, que podría haber realizado desde el hospital si el papa estuviera en condiciones de hacerlo.