En el texto del Ángelus preparado por Francisco, agradece a quienes se entregan en el voluntariado, cada vez más necesario en nuestras sociedades “demasiado esclavizadas a la lógica del mercado, donde todo corre el riesgo de someterse al criterio del interés y de la búsqueda del beneficio”. El Pontífice agradece también a los que cuidan de los enfermos, a los que siguen rezando por él durante esta prolongada estancia en el hospital y lanza un nuevo llamamiento por la paz.
En la noche del dolor, la necesidad de ternuraEn su prolongada hospitalización, el Papa da gracias por la atención de los trabajadores sanitarios:
“Y mientras estoy aquí, pienso en tantas personas que, de diversos modos, están cerca de los enfermos y son para ellos un signo de la presencia del Señor. Necesitamos esto, el «milagro de la ternura», que acompaña a los que están en la prueba, aportando un poco de luz en la noche del dolor”.
(Con información de Vaticano News)