VIVE LA OTAN UN RELEVO DE MANDO ACECHADA POR TENSIONES GLOBALES

“El objetivo es tener un ejército más modernizado y armamento más eficaz”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
OTAN

“No hay alternativa libre de costo si queremos estar a la altura de los desafíos y mantener segura a nuestra población de mil millones de personas”.

Han contado, uno por uno, los días que el noruego Jens Stoltenberg estuvo al frente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): tres mil 654 días al mando. En total, una década de cambios vertiginosos y amenazas inimaginables como la pandemia.

Ahora su sucesor, el holandés Mark Rutte, recibe una Alianza Atlántica que tiene por el flanco derecho la invasión de Rusia a Ucrania, camino de cumplir los tres años, y por el izquierdo la guerra en Oriente Medio, con Irán e Israel confrontados.

En estos tiempos convulsos hay que mantener la cabeza bien fría. Stoltenberg duró diez años dirigiendo a la OTAN por esa cualidad y por ser pragmático.

Cuando el exprimer ministro británico Boris Johnson llegó a decir el año pasado que él quería dirigir los destinos de la organización, a más de uno se le pusieron los pelos de punta.

El 1 de octubre el exprimer ministro de Holanda, Mark Rutte, tomó el relevo en una ceremonia sobria en el cuartel general en Bruselas, con 32 banderas ondeando en el horizonte. Durante la era de Stoltenberg, dos países tradicionalmente neutrales, como son Suecia y Finlandia, rompieron su postura ante la invasión rusa perpetrada en Ucrania.

Finlandia ingresó en la OTAN el 4 de abril de 2023 y Suecia lo hizo el 7 de marzo de 2024. Su pertenencia ha marcado un antes y un después en la geopolítica del Ártico y en cuanto a su grado de implicación en la defensa de los aliados.

Recientemente Finlandia anunció que instalará una base de la OTAN a menos de 200 kilómetros de su frontera con Rusia. Se trata de una nueva sede de este organismo para el control del norte de Europa.

Prioridades

“Es un gran trabajo y el listón está muy alto. Jens, has sido un secretario general ejemplar. Quiero decir que entre mis prioridades figuran mantener a la OTAN fuerte y garantizar que las defensas siguen siendo eficaces y creíbles”, afirmó Rutte en la ceremonia de traspaso de poderes.

Durante su discurso también reafirmó que es necesario aportar más gasto en defensa: “Para esto necesitamos más fuerzas, con mejores capacidades e innovación más rápida. Esto requiere más inversión, porque para hacer más debemos gastar más. No hay alternativa libre de costo si queremos estar a la altura de los desafíos y mantener segura a nuestra población de mil millones de personas”.

Otra de sus prioridades, además de mantener cohesionados los intereses de los aliados, es continuar apoyando a Ucrania, no solo para seguir resistiendo la invasión sino para ganar la guerra contra Vladimir Putin.

“No puede haber una seguridad duradera en Europa sin una Ucrania fuerte e independiente. La Alianza debe cumplir con el camino irreversible de hacer que Ucrania pertenezca a la organización transatlántica”, aseveró.

Y respecto de las hostilidades bélicas en Oriente Medio, Rutte pidió que concluyan lo más pronto posible tanto en Líbano como en la Franja de Gaza, lo mismo que en Israel e Irán.

“Por supuesto, estamos siguiendo de cerca lo que pasa en Líbano. Pero obviamente la OTAN no tiene un papel específico ahí. Lo que puedo decir es que mantenemos un contacto estrecho con nuestros aliados y esperamos un alto al fuego lo más rápidamente posible”, esgrimió con cierta esperanza.

Por su parte, la reacción rusa ante el nuevo líder de la OTAN quedó plasmada en los comentarios de Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, quien afirmó que no esperan “nada nuevo. En nuestras expectativas, la Alianza Atlántica continuará en la misma dirección en la que venía trabajando”.

Paga lo que debes

Uno de los mayores cambios durante el mandato de Stoltenberg fue la inauguración de un nuevo cuartel general de la OTAN ubicado en el Boulevard Leopoldo III, en Bruselas. Sucedió en mayo de 2017 y fue la primera vez que Donald Trump pisó la sede de la Alianza como presidente de Estados Unidos.

No fue una visita afortunada: a los entonces 30 líderes miembros llegó a decir que el erario norteamericano había pagado ese majestuoso edificio y les demandó groseramente que debían pagar más por su propia defensa.

Aunque los países de la OTAN fijaron desde hace más de una década como un objetivo deseable invertir 2% de su PIB en gasto militar, fue hasta 2014 cuando esa cifra se convirtió en un compromiso obligatorio.

Y se fijó su cumplimiento en este año, justo cuando la sombra de Trump amenaza con volver a la Casa Blanca.

En su campaña electoral de 2016 Trump cargó contra la Alianza criticándola de ser “un organismo obsoleto”; ahora bien, en febrero, previo a su nominación como candidato republicano, el expresidente declaró públicamente que “alentaría” a Rusia a atacar a los aliados de la OTAN que no paguen su cuota.

De hecho, agregó, alguna vez le dijo a un líder europeo que él no protegería a una nación atrasada en sus pagos de defensa y que incluso permitiría que los agresores hicieran lo que quisieran.

En respuesta Stoltenberg le reviró que cualquier sugerencia de que los aliados no se defenderán entre sí solo contribuiría a socavar toda la seguridad y pondría en riesgo a los soldados de los países de la OTAN.

La realidad es que no solo entre los miembros de la Alianza, sino en todo el mundo ha incrementado vertiginosamente el promedio del gasto militar, convirtiéndose en una prioridad.

En 2023 el gasto militar mundial aumentó 3.7% en términos reales respecto del año inmediato anterior, tras destinarse la cantidad de 2.44 billones de dólares.

De acuerdo con el informe presentado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) solo cinco países acumulan 61% del gasto en defensa global. Encabeza la lista Estados Unidos, con 916 mil millones de dólares; le sigue China, con 109 mil millones; después figura Rusia con 109 mil; luego India con 83 mil 600; y en quinto puesto Arabia Saudita, con 75 mil 800 millones de dólares.

Estados Unidos es el país que más dinero destina para su seguridad y defensa. Esa ha sido su piedra angular desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por sí solo representa 37% del gasto militar total global. Su presupuesto es tan exorbitante, que suma todo lo que gastan los nueve países que le siguen en la lista del ranking del mayor gasto militar.

En particular, todos los miembros de la OTAN han venido incrementando su gasto en defensa con el objetivo de tener un ejército más modernizado y armamento más eficaz.

Stoltenberg anunció en febrero pasado que en 2024 los aliados invertirán un total combinado de 380 mil millones de dólares en defensa. Por primera vez, esto equivale a 2% de su PIB combinado.

Estados Unidos representa alrededor de dos tercios del gasto anual en defensa de los países de la OTAN, con un presupuesto estimado para este año de 967 mil millones de dólares. Los siguientes cuatro países miembros de la Alianza que más gastan son: Alemania, con 97 mil 700 millones; Reino Unido, con 82 mil 100; Francia, con 64 mil 300; y Polonia, con 34 mil 900 millones de dólares.

Fortalecerá lazos entre aliados

A Rutte, político holandés de 57 años y quien fungió durante 13 años como primer ministro, se le conoce además por su mote de teflón Rutte: ha sido por su personalidad a prueba de todo que fue elegido para dirigir a la OTAN.

En Europa creen que Trump tiene muchas posibilidades de volver a gobernar en Estados Unidos y el nombramiento de Rutte es una forma de anticiparse a su temperamento. “Rutte es un apagafuegos”.

Dirigió en su país a su partido liberal de centroderecha VVD, que sufrió una serie de crisis. La columnista política Jennifer Rankin escribió para The Guardian que Rutte ha tomado las riendas de la Alianza en un momento peligroso para Ucrania, lo que significa una prueba decisiva.

“La OTAN ha cambiado considerablemente desde que Stoltenberg, el secretario general saliente y el segundo que más tiempo ha estado al frente, tomó el mando. Cuando llegó al cuartel general de la OTAN Rusia ya se había anexionado Crimea y con la ayuda de separatistas locales se estaba apoderando de territorio en el este de Ucrania. Sin embargo, en 2014 los aliados de la OTAN estaban más centrados en Afganistán y, como dijo Stoltenberg a principios de este mes, el apoyo a Ucrania fue marginal”, de acuerdo con la analista.

Rankin hace un balance positivo del liderazgo de Stoltenberg partiendo del análisis del refuerzo militar que se ha hecho en Europa oriental y del mayor compromiso en defensa por parte de los países miembros.

Sin embargo, recuerda que hace falta hacer más: “El apoyo occidental sigue siendo insuficiente en Ucrania, que se está viendo obligada a ceder terreno en el este de forma completamente innecesaria debido a problemas banales, como la falta de municiones, que deberían haber estado eminentemente dentro de las posibilidades para abastecer a Ucrania”.

En la cumbre de Washington en julio pasado los líderes de la OTAN prometieron una financiación mínima de 40 mil millones de euros para Kiev y confirmaron que es irreversible el proceso de adhesión de Ucrania al organismo.

¿Cuál será el primer reto de liderazgo de Rutte? En opinión de Oana Langescu, que se desempeñó como portavoz de la Alianza, el nuevo secretario general deberá reforzar sus credenciales como un firme defensor del aumento del gasto en defensa.

En un discurso de despedida este mes, Stoltenberg dijo que era obvio que los aliados de la OTAN necesitaban gastar “significativamente más de 2%” si iban a cumplir con los planes de gasto en defensa, pero se negó a ofrecer una cifra precisa. La intención sería presionar a los aliados para gastar 3% del PIB.

“La OTAN tendrá que hacer más para contrarrestar la ambición y la influencia de China, incluso haciendo que sus asociaciones con las democracias del Indo-Pacífico sean más sustantivas”, señaló Langescu.

¿Cómo es la relación de Rutte con Trump? Ni buena ni mala. En Europa creen que la personalidad del nuevo líder de la Alianza servirá para atemperar a Trump en caso de que él vuelva a la Casa Blanca y traiga su discurso de reproches y sus amenazas de ruptura.

Aunque el choque de visiones es completo: Rutte reitera que su prioridad más acuciante es apuntalar a Ucrania y evitar que caiga rendida ante el invasor ruso. La de Trump es que haya paz a cualquier costo, incluso con el gobierno de Kiev, aceptando ceder 400 kilómetros cuadrados de su territorio al invasor.

Ha sido bastante significativa la visita a Kiev por parte de Rutte para revindicar ante el presidente Volodímir Zelenski que no lo dejarán solo; de hecho, en este encuentro abordaron lo que la prensa europea llamó “el plan de victoria ante Rusia”.

Zelenski aprovechó la ocasión para pedir que los aliados que defienden a Israel, derribando los misiles y drones lanzados por Irán, ojalá pudieran hacer lo mismo por Ucrania.

Y volvió a solicitar que provean a los soldados ucranianos de misiles con mayor alcance para atacar objetivos en el interior de Rusia con la finalidad de interrumpir toda la logística rusa y las cadenas de mando.

Esta nueva OTAN ya no es la que dejó Trump temblando en 2020.

Atentos a la guerra en Oriente Medio

Irán rechazó la condena de los líderes del G7 por el ataque con misiles contra Israel, que calificó de “parcial e irresponsable”, al pedir al grupo que centre su atención en detener el conflicto en Gaza y Líbano.

Por su parte, la OTAN exigió el cese de todas las hostilidades e hizo un llamado para la paz en la región.

En los últimos días, desde que las hostilidades bélicas comenzaron en Líbano por parte del ejército israelí, los aliados se han mantenido en contacto estrecho siguiendo la evolución de los acontecimientos.

Diversos países comenzaron a evacuar a sus respectivos ciudadanos de Líbano, mientras que Irán lanzó una lluvia de misiles contra Israel.

Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que su país no apoya un ataque israelí contra las centrales nucleares en Irán.

Pero Israel anunció que la respuesta contra Irán será muy dolorosa. En los medios de comunicación de Oriente Medio se habla de la posibilidad de que se lancen misiles sobre la infraestructura petrolera iraní.

Los futuros del petróleo se dispararon de hecho la semana pasada casi 5% tras iniciar Irán el ataque con misiles contra Israel en represalia por el asesinato del líder de la milicia chií Hezbolá, Hassan Nasrallah, y por la posterior invasión al sur del Líbano.

Los bombardeos sobre Beirut continúan, dejando ya más de dos mil fallecidos y más de un millón de personas desplazadas que huyen de la artillería.

A su vez, el secretario general de la ONU, António Guterres, fue declarado persona non grata por parte de Israel, que le prohibió pisar su territorio tras un comunicado enviado por el titular de Naciones Unidas en el que condena una escalada detrás de otra.